Quién era el líder separatista sij cuyo asesinato desató la crisis entre Canadá y la India

Hardeep Singh Nijjar, referente del sijismo, fue asesinado a tiros frente a un templo sij en Surrey, Reino Unido, el 18 de junio pasado
Hardeep Singh Nijjar, referente del sijismo, fue asesinado a tiros frente a un templo sij en Surrey, Reino Unido, el 18 de junio pasado

NUEVA DELHI.- El asesinato en junio del líder separatista sij Hardeep Singh Nijjar en Canadá desencadenó nuevas tensiones diplomáticas entre Ottawa y Nueva Delhi: Canadá declaró que sospecha de la implicación de la India en el asesinato, pero la India calificó estas acusaciones de “absurdas” y hoy expulsó a un diplomático canadiense de alto rango acusando a Canadá de interferir en sus asuntos internos.

Según el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, las agencias de inteligencia están investigando activamente acusaciones creíbles que vinculan a agentes de Nueva Delhi con el asesinato a tiros en junio de Hardeep Singh Nijjar, de 45 años, en la Columbia Británica.

Esto es lo que se sabe sobre Hardeep Singh Nijjar y su asesinato.

Una fotografía del activista Hardeep Singh Nijjar, en una pancarta en el exterior del Guru Nanak Sikh Gurdwara Sahib, en Surrey, en la Columbia Británica, el lugar donde fue asesinado, el 18 de septiembre de 2023, .(Darryl Dyck/The Canadian Press vía AP)
Una fotografía del activista Hardeep Singh Nijjar, en una pancarta en el exterior del Guru Nanak Sikh Gurdwara Sahib, en Surrey, en la Columbia Británica, el lugar donde fue asesinado, el 18 de septiembre de 2023, .(Darryl Dyck/The Canadian Press vía AP) - Créditos: @DARRYL DYCK

Orígenes

Nijjar nació en 1977 en el distrito de Jalandhar, en el estado indio de Punjab, y se trasladó a Canadá en 1997, donde trabajó como plomero, según el Khalistan Extremism Monitor del Instituto independiente para la Gestión de Conflictos, con sede en Nueva Delhi.

Su nombre tiene distintas connotaciones: para las organizaciones sijs era un activista de derechos humanos, pero el gobierno de la India lo consideraba un terrorista.

Nijjar era miembro destacado de un movimiento para crear una patria sij independiente conocida como Khalistan, y en el momento de su muerte estaba organizando un referéndum no oficial entre la diáspora sij con la organización Sikhs For Justice.

También era propietario de un negocio de plomería y presidente de un templo sij local o “gurdwara”.

Nijjar era buscado en la India, donde las autoridades lo etiquetaron como terrorista en 2020. En 2016, los medios de comunicación indios informaron de que era sospechoso de ser el cerebro de un atentado en el estado de Punjab, de mayoría sij, y de entrenar a terroristas en una pequeña ciudad al sudeste de Vancouver.

Él negó las acusaciones y declaró al Vancouver Sun que estaba demasiado ocupado para participar en la política de la diáspora sij. “Esto es basura, todas las acusaciones. Llevo viviendo aquí 20 años, ¿verdad? Mira mi historial. No hay nada. Soy un gran trabajador. Tengo mi propio negocio de plomería”, dijo Nijjar al periódico.

En 2020, la India abrió una causa penal contra Nijjar por “conspirar para crear una atmósfera de miedo y anarquía, e incitar a la gente a rebelarse contra el gobierno de la India” cuando los agricultores, muchos de ellos del Punjab, acamparon a las afueras de Nueva Delhi para protestar contra las controvertidas leyes agrícolas.

El año pasado, las autoridades indias acusaron a Nijjar de estar implicado en un presunto atentado contra un sacerdote hindú en la India y anunciaron una recompensa de unos 16.000 dólares por información que condujera a su detención.

¿Cómo murió?

Según la policía canadiense, Nijjar fue baleado cuando salía del estacionamiento del templo sij en el que ejercía de presidente en Surrey, en la Columbia Británica. Sufrió múltiples heridas de bala y murió en el lugar de los hechos.

Tras el asesinato, el abogado y vocero de Sijs por la Justicia, Gurpatwant Singh Pannun, declaró que Nijjar había sido objeto de amenazas debido a su activismo. Su asesinato fue el segundo en dos años de un miembro destacado de la comunidad sij en Canadá.

Pannun declaró que había hablado por teléfono con Nijjar el día anterior a su asesinato y que éste le había dicho que los servicios de inteligencia canadienses le habían advertido de que su vida corría peligro.

Policías afuera del histórico Templo Dorado, uno de los santuarios más venerados de los sijs en la India, donde un hombre fue asesinado a golpes luego de que supuestamente intentó cometer un acto sacrílego, en Amritsar, India, el 19 de diciembre de 2021. (AP Foto/Prabhjot Gill)
Policías afuera del histórico Templo Dorado, uno de los santuarios más venerados de los sijs en la India, donde un hombre fue asesinado a golpes luego de que supuestamente intentó cometer un acto sacrílego, en Amritsar, India, el 19 de diciembre de 2021. (AP Foto/Prabhjot Gill)

Apoyo y protestas

El 24 de junio, unos 200 manifestantes de la comunidad sij de Canadá se reunieron frente al consulado indio en Vancouver para protestar por el asesinato de Niijar. Lo describieron como “pacífico” y “humilde” y rechazaron las acusaciones de que estuviera relacionado con la violencia.

Muchos de los manifestantes estaban convencidos de que el asesinato de Nijjar estaba relacionado con sus llamamientos en favor de un Estado sij independiente.

“Era un hombre cariñoso, trabajador y padre de familia”, afirmó Gurkeerat Singh, uno de los manifestantes.

Ayer, Moninder Singh, vocero del British Columbia Sikh Gurdwara Council, declaró a la cadena canadiense CTV que la oleada de apoyo a Nijjar tras su muerte era un indicio de la opinión que se tenía de él en la comunidad: “Conmocionó a la comunidad en todo el mundo, incluido el Punjab”.

Tras su muerte, la Organización Mundial Sij de Canadá calificó a Nijjar de abierto partidario del Khalistan que “a menudo lideraba protestas pacíficas contra la violación de los derechos humanos que tiene lugar activamente en India y en apoyo del Khalistan”.

La India ha librado una lucha a veces sangrienta contra el movimiento independentista sij desde la década de 1980, cuando la primera ministra Indira Gandhi ordenó una redada para capturar a los separatistas armados que se refugiaban en un importante templo sij.

Más recientemente, el gobierno del primer ministro indio, Narendra Modi, dirigido por nacionalistas hindúes, reprimió tanto a los movimientos de defensa de los derechos de los no hindúes como a los disidentes.

Agencias AP y Reuters