Kase.O elevó los espíritus en su regreso a la CDMX

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 28 (EL UNIVERSAL).- La última ocasión que Kase. O se presentó en la ciudad de México, el aforo del recinto no era ni la mitad de lo que ahora logró llenar el también llamado Rap Solo en el décimo aniversario de su disco Jazz Magnetism.

Desde la entrada al Pepsi Center, se podía respirar el ambiente de las calles de la ciudad donde popularmente se escucha la música del español y otros cientos de raperos. Ropa tumbada, gorras planas, cortes mohicanos, e incluso lentes oscuros en medio de un jueves por la noche, el barrio comenzaba a llegar a la colonia Nápoles.

Con todo y retraso por el fallo de las luces del show, fanáticos del rapero Kase. O esperaron ansiosos el regreso a un escenario del antiguo Distrito Federal, de uno de los últimos ídolos del rap en español.

Hacinados ya al interior del inmueble miles de escuchas ya se ponían a tono con un poco de marihuana, que pese a las restricciones de seguridad lograron colar al concierto, pipas y porros rolaban de mano en mano y de boca en boca, la cerveza fría y cara no podía faltar, más que para beberla, para lanzarla en un momento eufórico.

El tradicional "Olé olé olé Kase, Kase", apareció emulando a una tribuna de fútbol, cuando finalmente apareció, Kase. O acompañado por 5 jazzistas, provocaron un alarido estremecedor en el público.

"Hoy este espacio es nuestro, hoy seamos libres aquí, seamos libres de cantar, de gritar, de reír, o hasta de llorar, no importa si es de alegría o de felicidad, elevemos nuestros espíritus esta noche", expresó al público el rapero antes de tirar su primer tema.

"Libertad", y "Esto no para", pusieron a brincar a los presentes, los vasos con líquido comenzaron a volar de un lado a otro, y las fraternidades con desconocidos comenzaron a formarse, unidos por un solo motivo, divertirse durante dos horas.

Tema tras tema, la gente pese a la rapidez de la lírica, acompañó armónicamente al artista que disfrutaba bailando, sonriendo, caminando y saludando a su público en cada oportunidad arriba de la tarima.

"¿Saben quién es la mujer más libre?", preguntó Kase, "la que dice que ¡no!", y la gente asintió con un grito, "¿Saben quién es el hombre más libre? ,el que dice que ¡no!", repitió el rapero antes de tirar su tema "Yemen".

Llegó una pausa antes de las canciones finales, el clima era tal que los gritos ensordecedores no se entendían, en una zona los asistentes gritaban "¡Kase Kase Kase!", mientras otros repetían "¡Olé olé olé olé!", más cerca del escenario solo se podía escuchar el "¡otra otra, otra otra!", exigiendo un tema más.

Y cumplió la petición el español, no sólo cantando una más, sino cuatro, "Ke no hay alcohol", "Ringui dingui", "Tiranosaurio rex" y "Mi estilo es como el sol", además del extra "Cantando".

"Toda esta energía que me están dando a mí, démosela también a nuestros padres, a nuestros abuelos, llámenlos, visítenlos, díganles que los aman, si no los visitan no son mejores que Peña Nieto", finalizó con un discurso su concierto Kase. O antes de despedirse con una cumbia.