La Justicia, tras las huellas del misterioso sicario que dejó grabada su propuesta de “cagar a tiros” a un oponente de Moyano

La justicia identificó al titular de la línea de celular por el que habla el supuesto sicario que ofrece a Juan Chulich, dirigente que juega para Hugo Moyano en Santa Fe, atentar contra el gremio que encabeza el secretario general del sindicato de Camioneros en esta provincia, Sergio Aladio, que se enfrenta desde 2016 al exlíder de la CGT. Desde el entorno de Chulich señalan que hay una maniobra armada para perjudicar al dirigente cercano a Moyano, mientras que la gente de Aladio muestra preocupación. Dos miradas dentro de un conflicto en el que históricamente se usó la violencia.

Según la investigación que realizó la fiscal Valeria Haurigot, esa línea pertenece a Sebastián Camaño, un hombre que se mueve en la interna gremial en Santa Fe con Juan Chulich. Camaño fue citado a una declaración testimonial en la que negó que esa línea haya estado en su poder el 21 de setiembre de 2021, cuando el supuesto sicario llama a Chulich y le ofrece que si “baja la moneda” lo “cagamos a tiros al toque”, en referencia a Aladio, enfrentado a Moyano desde 2016, cuando llega a encabezar el gremio de Camioneros en Santa Fe. Lo llamativo de la llamada del supuesto sicario es que dice: “Te llamo de parte de Seba Camaño”.

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La oscuridad que reina en torno a esta interna sindical podría tener origen en operaciones cruzadas entre los sectores aliados y opositores a Moyano que no solo podrían realizar atentados para perjudicarse sino también acusaciones de alto voltaje, como este episodio.

Según las fuentes judiciales consultadas por LA NACION, Camaño negó que esa línea estuviera en su poder en ese momento, aunque estaba registrada a nombre suyo. Una de las hipótesis que manejaban los investigadores es que podría tratarse de una flota de teléfonos corporativos que fue cambiando de manos. Aún no está claro. Los investigadores no tienen la pericia del impacto de las antenas, un dato que podría confirmar o descartar una de las hipótesis que apunta a que el supuesto sicario que se ofrece para atentar contra el dirigente gremial opositor a Moyano está en la cárcel.

“Nosotros somos los que prendimos fuego al sindicato de [Sergio] Aladio. ¿Ahora vos querés que lo caguemos a tiros? Tenés que bajar la moneda amigo, bajá la moneda y lo cagamos a tiros al toque… como la vez pasada, vos sabés que bajás la moneda y lo hacemos al toque”, le propone a Chulich el supuesto sicario.

Gabriel Navas, abogado del secretario general de Camioneros de Santa Fe, dijo: “Aladio está seriamente preocupado porque es un tema que existía, pero no sabemos por qué tomó estado público. Nos preocupa porque vivimos en Rosario, donde hay una cantidad de homicidios que es terrible. No sabemos si hay que reforzar la custodia o solicitar algún resguardo a la Justicia”. El abogado agregó: “Todos saben cómo se financia Chulich, que es la pata moyanista en Santa Fe. La moneda viene de Buenos Aires, del moyanismo”.

Del otro lado, señalan que la difusión de esta escucha está “armada”. Germán Mahieu, abogado de Chulich, dijo que al dirigente gremial no lo citó nunca la Justicia para dar explicaciones. “Se ve claramente que está armado. La persona que llama a Chulich sabe que lo están escuchando. Es algo hecho para perjudicar a Chulich”, advirtió el letrado a Cadena 3.

La escucha telefónica se grabó el 21 de setiembre de 2021. El 20 de noviembre a las 18.30, casi un mes después de la llamada, se produjo un ataque a balazos contra la sede del gremio en Pasco al 1000, en Rosario. En la Justicia no se sabe si este hecho podría ser consecuencia de este diálogo, que se investigaba en el marco de otra causa de extorsión originada en Venado Tuerto, donde la interna sindical también tuvo episodios violentos.

El origen de la escucha

La escucha trascendió en el marco de otra investigación, que tuvo como detonante también hechos intimidatorios, pero que no tenían a Aladio como víctima sino como sospechoso. El contexto de esa investigación son ataques a balazos a la empresa La Virginia y al corralón de materiales de construcción de la familia Razzini en Rosario.

Diecinueve militantes del gremio de Camioneros, que pertenecen a este sector, fueron detenidos a fines de julio pasado, cuando realizaban “aprietes” para encuadrar gremialmente a empleados de una empresa transportista que trabaja en La Virginia.

Habían montado una carpa en la calle e impedían el ingreso a la planta ubicada en la colectora de la Circunvalación. Cuatro días después de la detención de los militantes vinculados a Aladio, las oficinas de esa empresa fueron atacadas a balazos. Un disparo atravesó una ventana de la sede administrativa. No se logró identificar ni detener al atacante.

A la par, también fue baleado el corralón de la firma Razzini Materiales, donde los propietarios habían denunciado a Camioneros tras un bloqueo de 90 días de la empresa en 2020. También estaba en disputa, como en La Virginia, el encuadramiento gremial de los empleados. En la puerta del corralón apareció un cartel con la amenaza: “Retirá la denuncia porque no abrís nunca más. Atentamente: Camioneros”. La sospecha de los investigadores era que detrás de los atentados podrían estar cualquiera de los dos sectores en pugna en Camioneros.