La junta birmana vuelve a ofrecer diálogo a sus rivales de cara a celebrar elecciones

Bangkok, 15 oct (EFE).- La junta militar birmana volvió este martes a invitar a sus rivales, entre ellos las milicias prodemocráticas que combaten al Ejército, a sentarse a negociar una salida política al conflicto, cuando este martes termina el censo previo a la celebración de elecciones previstas por los golpistas.

En un discurso retransmitido por la cadena de televisión birmana MRTV, controlada por los militares, el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, invitó a sus rivales al diálogo, entre ellos las prodemocráticas fuerzas para la defensa del pueblo (PDF, por sus siglas en inglés), surgidas tras el golpe de febrero de 2021.

El general, que detenta el poder desde entonces, dijo que "el conflicto solo puede resolverse a través de soluciones pacíficas en la mesa de negociaciones", cuando el Ejército -Tatmadaw- pierde posiciones ante el avance de las PDF y de guerrillas de minorías étnicas que llevan décadas luchando contra los militares.

No obstante, remarcó que el Ejército continuará haciendo lo que vea "apropiado" para suprimir a los "insurgentes".

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Se trata de la segunda vez en semanas que la junta realiza la misma oferta, después de que a finales de septiembre hiciera un llamamiento a las guerrillas étnicas y a las milicias prodemocráticas para resolver el conflicto que les enfrenta mediante la «política» o «elecciones».

Sin embargo, la oferta fue rechazada por los grupos rebeldes, incluido el Gobierno de Unidad Nacional (NUG, por sus siglas en inglés), el brazo político de las PDF y que se declara la autoridad legítima de Birmania.

Estos grupos instaron a la junta militar a devolver el poder al pueblo y dejar de bombardear a la población civil, con más de 5.800 fallecidos en manos de las fuerzas armadas desde la asonada, según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos de Birmania.

El nuevo llamamiento de los generales se produce cuando hoy el país termina el proceso de recolección de datos iniciado el pasado 2 de octubre para elaborar un censo poblacional, renovando el de 2014, un paso previo a las elecciones prometidas por los golpistas.

El Gobierno de Unidad Nacional, conformado por políticos derrocados y activistas birmanos en oposición al golpe, y otros grupos rebeldes pidieron el boicot del censo porque niegan la legitimidad de la junta.

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A principios de septiembre, el jefe de la junta militar afirmó que el censo servirá también para realizar listas de votantes «correctas y precisas» para la celebración de unas elecciones democráticas previstas en 2025.

La celebración de elecciones ha sido una de las promesas de la junta tras el golpe, justificado por los militares por un supuesto fraude durante los comicios de noviembre de 2020, ganados con el aval de observadores internacionales por la Liga Nacional para la Democracia (LND) de la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, detenida desde la sublevación.

La LND de Suu Kyi, que había liderado una década de transición democrática antes del golpe, fue disuelta por los militares, de modo que las elecciones no contarían actualmente con oposición legal de peso.

El golpe de Estado ha sumido a Birmania (Myanmar) en una profunda crisis política, social y económica, y ha abierto una espiral de violencia con nuevas milicias civiles, exacerbando la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas. EFE

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(c) Agencia EFE