Juicio día 2: Juez impone orden limitada de silencio a Trump por insultar a asistente

Un juez de Nueva York impuso el martes una orden de silencio limitada contra el acusado Donald Trump después de que el expresidente menospreciara a un empleado clave del tribunal durante su juicio civil por fraude empresarial.

El juez Arthur Engoron emitió la orden, que se aplica a todas las partes del caso y se refiere únicamente a los ataques verbales al personal del tribunal. Se produjo después de que Trump recirculara un mensaje despectivo publicado en las redes sociales sobre la principal asistente legal de Engoron, Allison Greenfield.

Sin nombrar a Trump, Engoron dijo que un acusado en el caso “publicó en una cuenta de redes sociales un mensaje despectivo, falso y de identificación personal sobre un miembro de mi tribunal”. Añadió que “los ataques personales a miembros del personal de mi tribunal son inaceptables, no apropiados” y no se toleran.

Trump ya había eliminado la publicación. Engoron dijo que ordenó que se fuera.

La publicación incluía una foto de Greenfield con el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, en un evento de campaña. Trump, el favorito republicano para la presidencia en 2024, ha calificado repetidamente la demanda y el juicio como un ataque político por parte de la fiscal general demócrata de Nueva York, Letitia James.

Trump también comentó sobre la empleada el lunes, diciendo que a ella “no se le debería permitir estar (cerca del juez) en cada pregunta” y que “odia a Trump”.

La orden de silencio se produjo después de que Trump y los abogados de ambas partes acudieran repetidamente al tribunal a puerta cerrada durante la pausa del almuerzo.

Con Trump asistiendo al juicio por segundo día, un abogado del equipo de James interrogó a un contador en un esfuerzo por construir el caso del estado de que Trump y otros en su empresa tenían control total sobre la preparación de estados financieros engañosos y completamente falsos como punto principal de la demanda contra ellos.

Horas antes, el juez declaró que no era cierta la apreciación del expresidente de que la mayoría de las denuncias en la demanda por fraude que se le sigue han caducado.

Estando Trump voluntariamente en el tribunal por segundo día, el juez Engoron dejó en claro el comentario que el expresidente había interpretado el día anterior como una victoria importante.

Engoron había sugerido el lunes que el testimonio sobre la declaración financiera de Trump del 2011 podría quedar más allá del límite de tiempo legal aplicable para la demanda interpuesta por la fiscal general James, según la cual Trump y sus empresas mintieron sistemáticamente en documentos financieros entregados a bancos, compañías aseguradoras y otras.

El lapso de prescripción prohíbe denuncias antes de una fecha de 2014, y el equipo legal de Trump sostiene que eso excluye a la mayoría de las evidencias.

Engoron dijo el martes que “los lapsos de prescripción excluyen reclamos, no evidencias” y que en estas etapas tempranas del juicio, se inclina por darle a ambas partes bastante flexibilidad para vincular evidencias anteriores a los alegatos incluidos en la demanda.

“Deseo enfatizar: Este juicio no es una oportunidad para relitigar lo que yo ya he decidido”, declaró Engoron. El juez falló la semana pasada que todos los reclamos estaban dentro del tiempo de prescripción.

Un abogado del despacho de James, Kevin Wallace, sugirió que estaba usando el documento del 2011 para demostrar que las presentaciones financieras de Trump fueron todas redactadas de la misma manera — dándole a Trump y su compañía la última palabra sobre las valoraciones — por al menos una década.

Donald Bender, un contador que preparó los balances financieros de Trump durante años, testificó que la compañía de Trump entregó las cifras que fueron copiadas en los documentos. Cada balance llevaba el sello “PBC” (“prepared by client” en inglés, es decir, preparada por el cliente) en letras rojas grandes, dijo Bender.

Bender testificó que en algunos años, la Organización Trump no proporcionó todos los documentos necesarios para producir las declaraciones, a pesar de haber atestiguado en cartas a la firma de cuentas que había proporcionado todos los registros financieros.

“No nos dieron todos los documentos que necesitábamos”, testificó Bender, explicando que “hubo ciertas tasaciones durante varios años que nunca habíamos visto”.

Trump, quien niega haber cometido ilegalidad alguna, dijo en un receso que pensaba que el juicio “va muy bien”. Reiteró los argumentos de la defensa, de que los documentos incluían advertencias de que no habían sido sometidos a auditorías y que otras personas “podrían llegar a conclusiones distintas”.

“Este caso es una farsa. No puede haber fraude cuando se le dijo a las instituciones que hagan su trabajo”, aseveró Trump el martes.

Tras las declaraciones a veces intensas del lunes, la audiencia del martes fue tan lenta que en dos ocasiones Bender soltó un largo suspiro en el estrado.

Trump planea declarar en el juicio, pero no tiene que hacerlo ahora. Mientras se queja de que preferiría estar haciendo campaña electoral, el expresidente y favorito del Partido Republicano para 2024 ha utilizado las cámaras que están en el pasillo del tribunal como micrófono para transmitir mensajes políticos. Afirma que James, una demócrata, está utilizando el sistema judicial como un garrote político para obstaculizar su campaña en curso.

James obtuvo una temprana victoria cuando Engoron, un demócrata, dictaminó la semana pasada que Trump había cometido fraude al exagerar el tamaño de su penthouse en la Torre Trump, afirmando que su club Mar-a-Lago en Florida valía hasta $739 millones y poniendo valoraciones similares de gran tamaño a torres de oficinas, campos de golf y otros activos.

El juicio sin jurado se refiere a seis reclamaciones restantes en la demanda y a cuánto podría adeudar Trump en concepto de sanciones. James busca $250 millones y la prohibición de que Trump haga negocios en Nueva York. El juez ya ha dictaminado que algunas de las empresas de Trump deben disolverse como castigo.

Los abogados de Trump dijeron que los estados financieros eran representaciones legítimas del valor de propiedades de lujo únicas, que se hicieron aún más valiosas debido a su asociación con Trump.

Se espera que el juicio dure hasta diciembre.