Juez ordena extraditar a Canadá jubilado de Florida de 81 años acusado de homicidio hace 50 años

Un juez ordenó que un hombre de 81 años del sur de la Florida sea enviado a Canadá, donde se le acusa del estrangulamiento mortal de una mujer estadounidense hace casi 50 años, en uno de los casos sin resolver más antiguos e infames del país.

Rodney Mervyn Nichols, quien fue arrestado en julio en su centro de residencia asistida en Hollywood pero quedó en libertad bajo fianza, deberá entregarse al Servicio de Alguaciles de Estados Unidos para su extradición a Ontario en una fecha futura, según una orden emitida el lunes por el juez de instrucción Jared Strauss en el tribunal federal de Fort Lauderdale.

En 1975, la policía canadiense descubrió a una mujer parcialmente desnuda flotando boca abajo en un río al oeste de Montreal, con las manos y los tobillos atados con corbatas, el cuello atado con un cable coaxial negro y la cabeza cubierta con un paño, una toalla y un mantel. Las autoridades no conocerían la identidad de la mujer, Lalla Jewel Langford, de 48 años, hasta 2021, gracias a una muestra de ADN de su cuerpo exhumado que coincidió con la de sus familiares.

Nichols fue acusado del homicidio de Langford, basándose de nuevo en la tecnología de ADN junto con una confesión.

“Hay causa probable para creer que el fugitivo ante este tribunal, la misma persona identificada en la solicitud de extradición del gobierno de Canadá, cometió el delito por el que se solicita la extradición”, escribió Kraus en su orden emitida el lunes.

Ahora, el Departamento de Estado de Estados Unidos debe certificar la orden de entrega antes de que Nichols pueda ser extraditado legalmente a Canadá.

A principios de febrero del año pasado, agentes de la Policía Provincial de Ontario viajaron a Hollywood para interrogar a Nichols con agentes del FBI en North-Lake Retirement Home. Nichols, que vivía con Langford desde que ella se trasladó de Tennessee a Montreal hace 48 años, admitió el crimen cuando los investigadores le mostraron fotografías de las corbatas que se habían usado para atarle las manos y los tobillos.

Nichols “identificó las corbatas como de su propiedad”, según la demanda de extradición presentada por el fiscal federal Lawrence LaVecchio ante el tribunal federal de Fort Lauderdale, el día antes del arresto de Nichols, el 25 de julio.

“Las autoridades canadienses comunicaron entonces a Nichols que había admitido el asesinato de Langford y que podía ser acusado”, dice la denuncia. Tras consultar con un abogado de asistencia jurídica en Canadá, Nichols dijo a los investigadores que “tuvo un altercado con Langford que comenzó en su casa de Montreal, y que posteriormente arrojó su cuerpo al río Nation”.

Cuando le preguntaron por qué había confesado, Nichols dijo que “tenía que confesar”, según la denuncia.

En una presentación judicial, el abogado de Nichols en la Oficina del Defensor Público Federal cuestionó la validez de la confesión, afirmando que el ex canadiense sufre demencia, necesita medicinas y debe usar una silla de ruedas. El asistente del Defensor Público Federal Bernardo López afirmó que, a pesar de la gravedad de la acusación, se debería permitir a Nichols regresar a su centro de vida asistida en Hollywood, donde había vivido en los últimos años hasta la petición de extradición de Ontario.

Krauss, citando estas condiciones, permitió a Nichols permanecer en el centro de Hollywood con un monitor electrónico mientras espera su extradición a Canadá por el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos.

‘Dama del río Nation’

Langford había sido conocida durante décadas solo como la “Dama del Río Nation” después que sus restos fueron encontrados el 3 de mayo de 1975 flotando en el río Nation, a poca distancia de un puente de autopista cerca de Casselman, Ontario, unas 90 millas al oeste de Montreal.

La tecnología que usa el ADN para hallar coincidencias genéticas permitió identificarla como Langford, según la Policía Provincial de Ontario.

La Policía declaró que el caso de Langford constituía la primera vez que las autoridades canadienses usaban tecnología forense genética para identificar a una víctima. Se intentaron otros métodos de identificación, incluida la creación de una aproximación facial en 3D de ella en 2017, pero fueron infructuosos.

El detective inspector Daniel Nadeau dijo que Langford era una conocida integrante de la comunidad empresarial de Jackson, Tennessee, que era copropietaria de un spa con su ex esposo.

Viajó a Montreal en abril de 1975 y se instaló en una casa con su novio, Nichols, que entonces tenía 32 años.

Langford, de mediana edad, destacaba en la comunidad empresarial de Jackson, Tennessee, según la policía.
Langford, de mediana edad, destacaba en la comunidad empresarial de Jackson, Tennessee, según la policía.

“En ese entonces, su familia en Tennessee había denunciado su desaparición”, dijo Nadeau.

En el momento de su desaparición, las pertenencias de Langford, incluido su Cadillac, permanecían en su casa de Montreal, según la demanda de extradición. La Policía de Montreal investigó su desaparición, pero no pudo localizar a Langford ni presentar cargos.

Un informe de la autopsia realizada en mayo de 1975 por las autoridades canadienses “reveló dos lesiones por fractura en la laringe” y posteriormente un informe del forense concluyó que la “causa de la muerte fue estrangulación por estrangulación”.

“Además, la ausencia de agua en los pulmones de la víctima sugirió a las autoridades canadienses que había fallecido antes que la arrojaran al río”, dice la denuncia de extradición.

En junio de 1975, los investigadores de la Policía de Montreal interrogaron a Nichols en la casa que compartía con Langford, pero no lo consideraron sospechoso, según la denuncia. Nichols declaró que la pareja discutió y que ella se marchó sola a Vancouver ese mes de junio, llamándole por teléfono para que se reuniera con ella allí.

La identidad de Langford permaneció desconocida más de 40 años debido a la falta de disponibilidad de pruebas de ADN. En 2011 las autoridades canadienses llevaron a cabo un análisis forense de los objetos encontrados en el cuerpo de la víctima, entre ellos dos grandes trozos de tela verde manchados de sangre que cubrían su cara y su cuello cuando su cadáver fue hallado en el río Nation.