Juez de EEUU autoriza liquidación de bienes de teórico de la conspiración sin tocar su negocio

El comunicador de extrema derecha estadounidense Alex Jones habla con partidarios del entonces presidente Donald Trump mientras se manifiestan en Washington, DC, el 12 de diciembre de 2020 (Olivier DOULIERY)
El comunicador de extrema derecha estadounidense Alex Jones habla con partidarios del entonces presidente Donald Trump mientras se manifiestan en Washington, DC, el 12 de diciembre de 2020 (Olivier DOULIERY)

Un juez estadounidense autorizó la liquidación de los bienes personales del popular teórico de la conspiración Alex Jones con el fin de pagar parte de una indemnización que debe a las familias de las víctimas de un tiroteo en un escuela.

Sin embargo, el juez de quiebras de un tribunal de Houston libró a Jones de liquidar su empresa, el sitio web de extrema derecha InfoWars, señalado desde hace mucho tiempo por ofrecer información falsa, lo que le permitirá seguir operando por ahora.

"Estaré mañana (sábado) en el estudio. Tenemos que celebrar que aún no estamos muertos", dijo Jones en una entrevista concedida a su propia plataforma, donde consideraron la decisión judicial como una "sorprendente victoria".

Jones, quien amasó una fortuna a través de InfoWars, había asegurado en sus programas que el tiroteo en la primaria Sandy Hook de Connecticut en 2012 fue fabricado por el gobierno y por defensores del control de armas como excusa para regularlas, y que allí no murió nadie.

En realidad, el atacante, que había asesinado a su madre, mató en la escuela a 20 niños y seis adultos, y luego se suicidó.

Las plataformas de Jones han estado constantemente bajo la lupa por divulgar información conspirativa o falsa. Pero él asegura que está respaldado por el derecho constitucional de libertad de expresión.

Tras sus señalamientos sobre el tiroteo de Sandy Hook, las familias de las víctimas lo procesaron y la justicia le ordenó pagar casi 1.500 millones de dólares por daños y perjuicios.

Jones, sin embargo, se declaró en quiebra en Texas, su estado natal, bajo el argumento que sus pasivos excedían con creces a sus activos, cercanos a 10 millones de dólares.

Free Speech Systems, la empresa matriz de InfoWars con sede en Texas, también informó que estaba en bancarrota.

"Probablemente este sea el fin de InfoWars aquí muy, muy pronto. Si no hoy, en las próximas semanas o meses. Pero es sólo el comienzo de mi lucha contra la tiranía", había dicho Jones antes de entrar a la corte.

Y aunque en su fallo de este viernes el juez autorizó a Jones convertir su caso de quiebra individual en una liquidación directa para pagar sus deudas, no incluyó en la decisión a su empresa.

"Nunca se me pidió que tomara la decisión de cerrar un programa o no", dijo el magistrado López en la audiencia, según reportes de prensa. "Eso nunca iba a suceder", agregó.

-Simpatizante de Trump-

La decisión judicial se traduce en que muchos de los bienes de Jones, incluido un rancho en Texas valorado en unos 2,8 millones de dólares, se venderán para ayudar a pagar las deudas, pero algunos activos, como su casa en Austin, están exentos, según reportes.

Las familias de las víctimas del tiroteo, que aún no se han pronunciado sobre esta sentencia, han denunciado durante años que han sido acosadas y amenazadas por los seguidores de Jones.

Jones, quien también ha respaldado las desmentidas teorías conspirativas que reclamaban fraude en las elecciones de 2020 en perjuicio de Donald Trump, dijo que su caso fue "un ensayo" de lo que ahora le ocurre al expresidente republicano, hallado culpable de 34 delitos graves por falsificación de registros comerciales el mes pasado en Nueva York y que enfrenta otros cargos.

En la tienda en línea de InfoWars promociona diferentes productos para "sobrevivir" a escenarios apocalípticos, además de suplementos y estimulantes de testosterona, bajo la teoría de que el gobierno está feminizando a los hombres o convirtiéndolos en homosexuales mediante contaminantes químicos.

Según expertos en desinformación, este tipo de negocios muestra el desafío de frenar la información falsa en internet, que suele propagarse más rápido y genera más participación e ingresos que la verdadera.

Ciudadanos estadounidenses y grupos defensores de la democracia utilizan cada vez más las demandas por difamación para tratar de responsabilizar a quienes propagan deliberadamente la desinformación.

bur-mav/dg/arm/ag