Yahoo Noticias Juegos Olímpicos de París: La DJ y activista Barbara Butch presenta una denuncia por ciberacoso tras la ceremonia inaugural
La DJ francesa, icono LGBTQ+ y activista feminista Barbara Butch ha anunciado que ha presentado una denuncia, ya que ha sido objeto de "una campaña de ciberacoso y difamación" de una violencia "sin precedentes", tras su aparición en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París.
"Si al principio decidí no pronunciarme para dejar que los 'haters' se calmaran, los mensajes que estoy recibiendo son cada vez más extremos", escribió en su cuenta de Instagram. "Todo por haber tenido la oportunidad de representar la diversidad de mi país a través del arte y la música, junto a otros artistas e intérpretes que admiro".
Audrey Msellati, abogada de Butch, dijo que su cliente se enfrentaba a amenazas de "muerte, tortura y violación", así como a "numerosos insultos antisemitas, homófobos, sexistas y gordofóbicos".
Butch "presenta hoy una denuncia por estos actos, cometidos por nacionales o extranjeros, y tiene intención de perseguir a cualquiera que, en el futuro, intente intimidarla", añadió Msellati.
Butch, que promueve "el amor y la inclusión", insiste en que "no teme a quienes se esconden tras una pantalla, o un seudónimo, para vomitar su odio y sus frustraciones".
La asociación francesa SOS homophobie emitió el siguiente comunicado a raíz de la denuncia de Butch: "SOS homophobie da su total apoyo a Barbara Butch ante las oleadas de ciberacoso que ha sufrido desde la ceremonia de apertura: amenazas de muerte, tortura, violación, insultos antisemitas, homófobos, sexistas y gordofóbicos. El odio no pasará".
Butch actuó en la ceremonia inaugural del viernes 26 de julio, junto a bailarines y artistas drag como Nicky Doll y Paloma, en un retablo titulado "Festivité". Según sus detractores, esta secuencia es una parodia de "La Última Cena" de Leonardo da Vinci, y ha causado bastante revuelo.
La Conferencia Episcopal Francesa (CEF) deploró "las escenas de escarnio y burla del cristianismo", un sentimiento del que se hizo eco la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova. Por otra parte, la Comunión Anglicana de Egipto expresó su "profundo pesar", afirmando que la ceremonia podría hacer que el COI (Comité Olímpico Internacional) "perdiera su identidad deportiva distintiva y su mensaje humanitario".
Luego está Andrew Tate, el controvertido personaje mediático que está a la espera de juicio acusado de tráfico de seres humanos, violación y formación de una banda criminal para explotar sexualmente a mujeres... Él y su hermano Tristan Tate también estuvieron entre los críticos de este segmento de la ceremonia inaugural, y se plantaron frente a una iglesia cercana a la embajada francesa en Bucarest para protestar.
Elon Musk también expresó su opinión, escribiendo en X: "A menos que haya más valentía para defender lo que es justo y correcto, el cristianismo perecerá", mientras que Donald Trump tampoco pudo resistirse a intervenir, describiendo la ceremonia de apertura, y en particular la secuencia de drag-queen, como una "vergüenza".
"Soy muy abierto de mente, pero creo que lo que hicieron fue una vergüenza", dijo el ex presidente de Estados Unidos en una entrevista con 'Fox News'.
El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, aseguró que la secuencia era "una gran fiesta pagana vinculada a los dioses del Olimpo".
"Queríamos hablar de diversidad. Diversidad significa estar juntos. Queríamos incluir a todo el mundo. En Francia tenemos libertad artística. En Francia tenemos la suerte de vivir en un país libre", declaró Jolly, en relación con las reacciones negativas al espectáculo.
Sin embargo, un portavoz de París 2024 emitió una disculpa: "Evidentemente, nunca hubo intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso. [La ceremonia de apertura] intentó celebrar la tolerancia comunitaria", declaró Anne Descamps a la prensa. "Creemos que esta ambición se logró. Si la gente se ha sentido ofendida, lo sentimos mucho".
