Joyería dental: la tendencia “estética” que crece entre los jóvenes y las advertencias de los dentistas

La joyería dental incluye piedras, apliques y fundas de diferentes materiales
La joyería dental incluye piedras, apliques y fundas de diferentes materiales

Agustín Poblet, de 24 años, sonríe y un destello de luz se cuela en su dentadura. Como un accesorio más, decidió incorporar un cristal Swarovski a su canino derecho. Lo hizo con un odontólogo y afirma que fue una decisión “puramente estética”. Como él, cada vez más personas, en su mayoría jóvenes, incorporan lo que se conoce como “joyería dental”: piedras, apliques y fundas de diferentes materiales que le otorgan un aspecto original a su sonrisa.

“Está pegado a mi diente. Lo tengo hace tres meses”, cuenta Poblet, que trabaja en la caja de uno de los locales de tatuajes y perforaciones de la galería Bond Street. Respecto de las precauciones y cuidados del aplique o “piercing dental”, detalla que el profesional que se lo colocó le indicó que el primer día no comiera algo muy duro. “Pero después no pasa nada, está muy bien agarrado. Te lo pegan con una pasta, te lo sellan con luz halógena y después ya está. Es un cristal Swarovski y puede durar hasta nueve meses”, precisa.

¿Qué dicen los dentistas? Si bien es un procedimiento simple, enfatizan que es imperioso evitar el desgaste dental y la acumulación de placa bacteriana en las encías, y recomiendan realizar cualquier procedimiento con un profesional.

Prótesis dentales con aspecto vampiresco
Prótesis dentales con aspecto vampiresco

“No representan un problema per se, porque el esmalte dental es muy resistente. Sin embargo, el mayor riesgo de las parrillas y apliques de strass y perlas es colocarlos cerca del tejido gingival —las encías—, y que puedan llegar a atrapar placa bacteriana”, explica el doctor Pablo Alejandro Rodríguez, decano de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires.

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Y agrega: “Si bien no es un elemento que el dentista u odontólogo aconseje, es verdad que las modas y las nuevas culturas muchas veces obligan a los odontólogos a colocarlos. Es importante explicarle al usuario que tiene que tener un buen cepillado, consciente, preciso, con buena técnica, y en los momentos adecuados. Sin embargo, no lo veo como una complicación extrema”.

Los grills —parrillas, en inglés— son fundas metálicas que se pueden poner y sacar; la mayoría son totalmente personalizadas y hechas a medida. En cambio, los piercings, strass o apliques dentales van fijos y son genéricos. “La similitud entre ambos es que cumplen la misma función estética, conocida como joyería dental”, explica Rodrigo Curtto, dueño de Grillz Baires.

Ocho dientes superiores y seis inferiores, hechos en cromo cobalto creados por Curtto
Ocho dientes superiores y seis inferiores, hechos en cromo cobalto creados por Curtto

“Se requiere de una impresión dental adecuada para que el calce de estos productos no desgaste ni dañe las piezas dentarias”, enfatiza el doctor Nahuel Márquez Damonte, expresidente del Colegio de Odontólogos de la provincia de Buenos Aires Distrito 2.

Además, el especialista advierte sobre los riesgos de que se incorporen estos accesorios en el uso diario: “Va a ocasionar que haya más acumulación de placa bacteriana y eso podría desencadenar problemas en las encías como inflamación, gingivitis o enfermedades más avanzadas como la periodontitis”.

En este sentido, la odontóloga Paula Roche agrega que es importante que sean removibles para evitar complicaciones. “De lo contrario, habría que hacer desgaste dental y no lo recomiendo. También podría dificultar la higiene bucal, o provocar posicionamiento incorrecto de la mandíbula al morder”.

Al respecto, Curtto dice que en Grillz Baires trabajan con piezas removibles y recomiendan tener una buena higiene antes y después de usarlos, así como no utilizarlos para comer, dormir, o hacer deportes. Además, precisa: “Todos los materiales con los que trabajamos son también usados en odontología y mecánica dental, y no son tóxicos para la higiene bucal”.

El odontólogo Santiago Braverman, doctor especialista en prótesis, coincide en que no debería haber complicaciones para la salud bucal, “siempre y cuando la higiene sea la correcta”. No obstante, enfatiza: “Es importante entender que salvo que sea necesario, no aconsejaría tocar las piezas dentarías”.

Una moda del mundo de la música

En el videoclip de la canción “325″, lanzado este año, la cantante Oriana Sabatini utilizó como parte de su look unos grills metálicos. Por momentos, la cámara se enfoca en estas piezas dentales de fantasía, que brillan enmarcados por unos labios rojos.

“Son ocho dientes superiores y seis inferiores, hechos en cromo cobalto”, precisa Curtto, creador de los accesorios de la artista, en un video de TikTok. Además, el joyero cuenta que trabajaron con otras personas de la escena musical, la mayoría del mundo del trap y el rap, entre los que listó a Wos, Cazzu, Tiago PZK, Ca7riel, Paco Amoroso, Dillom, Flake 912, Zaramay, y Polima Westcoast, entre otros.

“Los grills o parrillas son una tendencia que provienen del mundo de los cantantes, celebridades e influencers. Todavía no es algo tan común. Los apliques o piercings dentales, en cambio, sí son más solicitados, sobre todo entre los jóvenes”, comenta Roche.

“Siempre tienen que ser colocados en manos de profesionales. No se trata de un tratamiento en sí, sino de una moda o tendencia que no debe interferir en la salud bucal, por eso es importante, en el caso de los grills, que no requieran tallado dental —es decir, que se conserven las piezas dentarias intactas—, y que sean removibles de modo que se puedan sacar para mantener una buena higiene dental”

Al respecto, Curtto dice que en Grillz Baires trabajan “bajo pedido” dado que cada pieza es hecha a medida de cada persona. “Coordinamos un turno con el cliente para tomar los moldes con un profesional odontológico, se decide que quiere hacerse, la cantidad de piezas dentarias, los materiales con los que se trabajará, y los detalles sobre el diseño”, detalla. A partir de este insumo principal, inician un trabajo que puede durar, dependiendo del diseño y los materiales, “entre dos a cuatro semanas”.

Respecto de los diseños, Curtto especifica que aquellos más pedidos son “los caninos superiores con diferentes diseños, en punta, redondeados, o biselados”. Y señaló que dos dientes rondan los $12.000.

Caninos de fantasía; gentileza de Grillz Baires
Caninos de fantasía de Grillz Baires

Algo que por muchos años estuvo reservado para el cine o el teatro, hoy las personas deciden incorporarlo a su aspecto diario, como un accesorio más. Así, entre los jóvenes más excéntricos, se ven colmillos con terminaciones puntiagudas que simulan un aspecto vampiresco. Se les llaman comúnmente “prótesis dentales” y son fundas que recubren la pieza dental, removibles, hechas generalmente de acrílico autocurado.

“Tengo prótesis dentales y grills”, cuenta a LA NACION Nicolás, de 23 años: “No sé si hay una respuesta a cuando decidí usarlos, siempre supe que existían. Los grills me los compré hace poco y las prótesis me las han canjeado o regalado hace unos tres años. Van mucho con mi estética, la gente me mira y dice ‘guau que loco’, y flashean que son reales”.

Carolina Fernández, de 24 años, se dedica a los efectos especiales y confecciona, artesanalmente, dientes de fantasía. “Se utiliza para dar una caracterización a un personaje de ficción, pero también se pueden usar con fines estéticos. Son prótesis que se ponen y se sacan, tipo fundas, aunque hay otras personas que directamente se ponen dientes de oro o de plata”, detalló.

Todos los especialistas en odontología consultados por LA NACION hacen hincapié en que este tipo de accesorios sean realizados y previamente evaluados por un profesional para evitar riesgos o contraindicaciones.