Quién fue John von Neumann: la máquina y el cerebro de la persona más inteligente del siglo XX
El científico húngaro-americano János L. Neumann, que posteriormente adoptó el nombre anglosajón de John von Neumann, ha sido calificado en múltiples foros como una de las personas más inteligentes del mundo en el siglo XX.
Pero, ¿por qué von Neumann? ¿por qué el más inteligente, incluso siendo contemporáneo de Einstein?
La singularidad de John von Neumann estriba en que su obra nace de un cerebro creativo y desbocado, y afecta a todo lo que hoy somos. Tocó casi todos los campos de la ciencia, desde la biología a la física, las matemáticas, la economía o la computación. Y en todos ellos realizó contribuciones esenciales.
La máquina de Neumann
Basándose en los desarrollos de Turing, von Neumann hizo posible el primer ordenador tal y como hoy lo utilizamos. Diseñó la computadora que sirve como herramienta científica, con gran capacidad de memoria, y que actúa en función de las instrucciones que se le faciliten. La nube, el big data y también la inteligencia artificial son posibles gracias a von Neumann.
La máquina que desarrolló, MANIAC (acrónimo de su nombre en inglés Mathematical Analyzer, Numerical Integrator and Computer), nació en el Laboratorio Nacional de Los Álamos para realizar simulaciones en el proyecto de la detonación de la bomba H. Y MANIAC supuso un hito en la historia de la informática. La arquitectura von Neumann es la que se emplea hoy en cada PC doméstico y en los titánicos supercomputadores del mundo.
La máquina de von Neumann añadió una dimensión adicional a la computación: su memoria operaba de una forma bidimensional en lugar de la clásica estructura lineal ideada por Alan Turing.
Esta computadora fue, entre otras muchas cosas, la que inició los pronósticos meteorológicos fiables, que en aquel tiempo requerían de cálculos costosísimos. Es también la base del sistema actual de estudio del clima.
La teoría de juegos para entender al ser humano
Neumann fue uno de los desarrolladores de la teoría matemática de juegos, que pudo extender y aplicar gracias al desarrollo de la computación. En la mente de von Neumann el desarrollo de la teoría de juegos permitiría conocer al ser humano, discernir matemáticamente qué elegimos y por qué lo hacemos.
Esta disciplina establece modelos matemáticos para entender sistemas cuyos individuos toman decisiones que se influyen mutuamente. La economía, los mercados, la oferta y la demanda son parte de sus aplicaciones. De este modo Neumann contribuyó a crear el gran paradigma de la matemática aplicada del siglo XX: el estudio y control de los fenómenos complejos.
Von Neumann y su máquina, y la teoría de juegos, nos plantean dilemas morales de difícil solución como, por ejemplo, si es lícita la destrucción de personas si a cambio liberas a otras de la esclavitud, la opresión extrema o el fascismo. También nos cuestionan sobre el peso que la ética debe tener en el desarrollo de la ciencia.
Los parámetros personales de von Neumann hay que analizarlos desde sus orígenes: un judío en plena extensión del nazismo, y a la vez un húngaro que ve cómo su país es ocupado por la Unión Soviética.
MAD: Destrucción Mutua Asegurada
Von Neumann vivió en ese momento de la historia en la que físicos y matemáticos decidían la victoria en las guerras. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en el Proyecto Manhattan, el proyecto liderado por los Estados Unidos, con Oppenheimer como responsable científico, para desarrollar la bomba atómica.
Considerado como el científico con mayor poder político de su época, militarista, anticomunista y con empatía nula, fue el máximo responsable de la estrategia de disuasión nuclear estadounidense, que cambió el panorama geopolítico del mundo para siempre.
La destrucción mutua asegurada (en inglés Mutual Assured Destruction o MAD) es la doctrina concebida por John von Neumann: cualquier uso de armamento nuclear por cualquiera de dos bandos opuestos podría resultar en la completa destrucción de ambos (atacante y defensor).
Un nacionalismo exacerbado (tanto local como global), junto con una falta de escrúpulos en la consecución de intereses de tipo económico y estratégico, hacen que una situación de este tipo sea perfectamente factible en la actualidad.
La autoconciencia y los autómatas celulares
La máquina de von Neumann es también el germen de la IA, que probablemente llevará al establecimiento de algo similar a una autoconciencia, de la que algunos expertos nos están previniendo en los últimos meses.
Si a esta cualidad le añadimos un soporte físico que todavía no imaginamos, y unas capacidades de cálculo, relación y procesado de la información infinitamente superiores a las nuestras, nos encontramos con una variedad de potenciales seres “digitales” cuya evolución es difícil de predecir. Estos seres digitales ocuparon la mente de John von Neumann en los últimos años de su vida en la forma de autómatas celulares.
Nils A. Barricelli trabajó la idea de auto-replicación que von Neumann ya había puesto sobre la mesa, y realizó, con la ayuda de MANIAC, experimentos donde entidades numéricas se reproducían con una cierta tasa de error, en un intento de refutar las teorías lamarquianas sobre la evolución de las especies.
Barricelli ejecutó modelos de evolución en una computadora digital, y desarrolló organismos numéricos, con propiedades sorprendentemente similares a las de los organismos vivos, en la memoria de una computadora de alta velocidad.
Von Neumann se dio cuenta de que la biología ofrecía el sistema de procesamiento de información más poderoso disponible y se preguntaba si era posible construir una máquina que produjese máquinas más complejas que ellas mismas. Máquinas que crearan otras máquinas, que a su vez se reproducirían en un bucle infinito. Máquinas autoreplicables, algo que él llamó Kinematon. Inteligencias artificiales capaces de aprender por sí mismas, evolucionar, como ya de hecho lo están haciendo.
Para von Neumann, el cerebro humano funcionaba igual que MANIAC, igual que un supercomputador, que podría descifrarse. En su inacabado libro, The Computer and the Brain, afirmaba que las computadoras y los seres humanos son, sencillamente, “diferentes clases de autómatas”.
Eugene Wigner, amigo y matemático húngaro, le describió así:
“En este mundo solo hay dos tipos de personas: John von Neumann y el resto de nosotros”.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.
María Antonia Navascués Sanagustín no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.