John Travolta y Kelly Preston: un amor que resistió todo tipo de tormentas

John Travolta y Kelly Preston estuvieron juntos durante 30 años y solo la muerte de la actriz, quien perdió la vida tras batallar contra un cáncer de mama, los separó. Durante décadas, la pareja tuvo que enfrentar rumores respecto de la orientación sexual del protagonista de “Grease” y la adicción al alcohol de su mujer. Sin embargo, todas esas versiones no hicieron más que unirlos. Algo parecido sucedió con la prematura muerte de Jett, el hijo mayor de la pareja. Lo que no te destruye, dice el refrán, te hace más fuerte. Y así fue como este matrimonio atravesó los momentos más dolorosos de su vida y siguió unido ante las peores tormentas.

Travolta y Preston se conocieron en el set del film de “Los expertos”, en 1987. Sin embargo, tuvieron que pasar tres años para que el romance tomara forma, pero desde ese momento, todo fue rápido entre ellos. Si bien venían de otras historias y amores fuertes (la actriz estuvo comprometida con Charlie Sheen y vivió un intenso romance con George Clooney, además de haber estado casada con Kevin Gage), el de ellos no tuvo medias tintas: a los pocos meses de que trascendiera su relación se casaron, en 1991, en París bajo los ritos de la cienciología, culto que ambos profesaban. Luego de enterarse de que esa unión no era válida, repitieron la ceremonia en los Estados Unidos.

En 1992 le dieron la bienvenida a Jett, a quien, según revelarían más tarde, concibieron en una casa que Bruce Willis y Demi Moore les habían prestado. El primer golpe que vivió el matrimonio fue cuando a los 2 años del bebé descubrieron que padecía la enfermedad de Kawasaki, síndrome que se caracteriza por producir vasculitis en vasos de pequeño y mediano calibre, especialmente en arterias coronarias. Motivo por el cual empezaron a prestar especial atención a la salud de su primogénito. La familia se agrandaría 8 años después con la llegada de Ella. En una entrevista, Preston reveló algunos secretos de su hogar: "Es medianoche, ellos vienen a mí primero, me preguntan si pueden comer helado y yo les respondo que no, que tienen que irse a la cama. Entonces, interviene John y les dice: '¡Claro! ¿De qué sabores quieren? Es una lucha constante".

Sin embargo, tanto él como ella siempre eligieron mantener puertas para adentro todo lo relacionado a su vínculo y a su familia. Aunque no faltaron rumores y mitos en torno a ellos.

Del centro mismo de la cienciología surgieron los primeros rumores sobre la homosexualidad del actor. Lawrence Wright y Marty Rathbun, dos exseguidores de la controvertida religión, confirmaron haber sido visitados por los abogados de Travolta, quienes querían asegurarse de que los secretos de la estrella de “Grease” no fueran revelados a la prensa. Además se dijo que Travolta y otro seguidor de este culto, Tom Cruise, tenían una relación romántica. Ninguno de ellos ha hecho declaraciones al respecto.

Más allá de esos rumores, tanto Kelly como John se mantuvieron juntos. Fue en enero de 2009 cuando la vida los puso a prueba con otro duro golpe: su hijo Jett murió tras sufrir una convulsión durante unas vacaciones familiares en Las Bahamas. Tenía 16 años. "Jett fue el hijo más maravilloso que dos padres pudieran pedir y encendía la vida de todos los que encontraba", expresaron los dos, en un comunicado que hicieron llegar a la prensa por ese entonces.

Lejos de dejarlos en paz, los rumores en torno a la homosexualidad del actor lo seguían acechando. Incluso, un año después de la pérdida de su hijo, fue publicado un controversial libro del escritor John Randolph, en el que se aseguraba que, con el correr de los años, el actor había engañado a Preston con varios hombres. Y luego también declararía Randolph que la actriz tenía problemas con las adicciones y que había compartido parejas masculinas con su marido. Y con el correr de los años surgieron otras denuncias y más hombres dijeron haber sido acosados por el actor, pero al tiempo se retractaron. Una de las únicas declaraciones que hizo Travolta al respecto fue en una entrevista publicada por The Daily Beast: "Lo encontré más ofensivo con la pérdida de mi hijo. Fue lo más bajo que me tocó vivir. Los asuntos sexuales siempre van a resultar interesantes para alguien. (...) Este es el talón de Aquiles de cada celebridad. Se trata de personas que quieren dinero. Eso es todo. Sucede en muchos niveles".

Luego de todas estas embestidas, llegó una buena noticia para la pareja: Preston estaba embarazada otra vez. A los 48 años, la actriz dio a luz a un niño. Dieciséis meses después de la muerte de Jett, nació Benjamin y la familia nuevamente se impuso a las tormentas. "Tratamos de tener un bebé durante tres años y nos sentimos bendecidos cuando al final ocurrió. Es una de las cosas más gratificantes que una persona puede experimentar en la vida y he tenido el placer de experimentarlo con tres hijos increíbles. Ser madre me hace la mujer más feliz", había dicho la actriz a la versión británica de la revista ¡Hola!

Casi 10 años después de ese feliz momento, llegó la última y gran tormenta del matrimonio, una que no pudieron superar juntos: la muerte de Preston, que como el primer amor de Travolta, la actriz Diana Hyland, murió como consecuencia de un cáncer de mama. Una batalla que logró separarlos. Tras escribir un conmovedor mensaje en las redes sociales, el actor pidió perdón por adelantado por alejarse del mundo para estar con sus hijos y poder sanar.

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