John Kelly, exalto funcionario de Trump, advierte que el expresidente gobernaría como un dictador

John Kelly, quien fuera jefe de gabinete durante la presidencia de Donald Trump, en una reunión de gabinete en 2018. (Tom Brenner/The New York Times)
John Kelly, quien fuera jefe de gabinete durante la presidencia de Donald Trump, en una reunión de gabinete en 2018. (Tom Brenner/The New York Times)

El ex jefe de gabinete que estuvo más tiempo en la Casa Blanca de Donald Trump, dijo que creía que el candidato republicano se ajusta a la definición de un fascista.

Pocos altos funcionarios pasaron más tiempo a puerta cerrada en la Casa Blanca con el presidente Donald Trump que John Kelly, el general retirado del Cuerpo de Marines que fue su jefe de gabinete durante más tiempo.

Con el día de las elecciones cerca, Kelly —muy molesto por los comentarios recientes de Trump sobre el uso del ejército contra sus oponentes nacionales— accedió a mantener tres conversaciones grabadas con un periodista de The New York Times sobre el expresidente, en las que hizo algunos de sus comentarios más amplios hasta la fecha sobre la idoneidad y el carácter de Trump.

Kelly fue secretario de Seguridad Nacional bajo el mandato de Trump antes de trasladarse a la Casa Blanca en julio de 2017. Trabajó para cumplir la agenda de Trump durante casi un año y medio. Fue un periodo tumultuoso en el que recibió críticas internas debido a su propio desempeño y se sintió desencantado y angustiado por la conducta del presidente, que en ocasiones consideró que era inapropiada y que reflejaba que no comprendía la Constitución.

En las entrevistas, Kelly habló de las preocupaciones que ha expresado anteriormente y subrayó que, en su opinión, los votantes deberían tener en cuenta la aptitud y el carácter a la hora de elegir a un presidente, incluso más que las posturas de un candidato sobre los diferentes temas.

“En muchos casos, estaría de acuerdo con algunas de sus políticas”, dijo, haciendo hincapié en que, como exmilitar, no respaldaba oficialmente a ningún candidato. “Pero, insisto, es muy peligroso que se elija a la persona equivocada para un alto cargo”.

Kelly dijo que Trump se ajustaba a la definición de fascista. (Doug Mills/The New York Times)
Kelly dijo que Trump se ajustaba a la definición de fascista. (Doug Mills/The New York Times)

Dijo que, en su opinión, Trump se ajustaba a la definición de fascista, que gobernaría como un dictador si se lo permitieran y que no entendía la Constitución ni el concepto de Estado de Derecho.

Comentó y confirmó informes anteriores según los cuales Trump había hecho declaraciones de admiración por Hitler, había expresado su desprecio por los veteranos militares discapacitados y había calificado de “perdedores” y “tontos” a aquellos que murieron por Estados Unidos en el campo de batalla, comentarios de los que informó por primera vez The Atlantic en 2020.

Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump, arremetió contra Kelly en un comunicado, calificando sus relatos sobre su estancia en la Casa Blanca de “historias desacreditadas” y afirmando que se había “ridiculizado” a sí mismo.

He aquí algunos fragmentos de las entrevistas de Kelly.

En respuesta a una pregunta sobre si creía que Trump era fascista, Kelly primero leyó en voz alta una definición de fascismo que había encontrado en internet.

“Bueno, mirando la definición de fascismo: es una ideología y un movimiento político ultranacionalista y autoritario de extrema derecha caracterizado por un líder dictatorial, una autocracia centralizada, militarismo, la supresión forzosa de la oposición, una creencia en una jerarquía social natural”, dijo.

Kelly dijo que esa definición describía a Trump con precisión.

“Así que, definitivamente, según mi experiencia, ese es el tipo de cosas que él cree que funcionarían mejor para dirigir Estados Unidos”, dijo Kelly.

Y añadió: “Sin duda, el expresidente se sitúa en el ámbito de la extrema derecha, sin duda es autoritario, admira a quienes son dictadores, él mismo lo ha dicho. Así que sin duda entra en la definición general de fascista, definitivamente”.

“Sin duda prefiere el enfoque dictatorial del gobierno”, dijo Kelly.

Trump “nunca aceptó el hecho de no ser el hombre más poderoso del mundo, y por poder me refiero a la capacidad de hacer lo que quisiera, cuando quisiera”, dijo Kelly.

“Creo que le encantaría ser como era en los negocios: podía decirle a la gente que hiciera cosas y ellos las hacían, sin preocuparse demasiado de las cuestiones legales y todo eso”, dijo.

Dijo que le preocupaban muchísimo los comentarios recientes de Trump sobre el uso del ejército contra sus oponentes nacionales.

Cuando Kelly dejó la Casa Blanca en 2019, decidió que solo hablaría públicamente de manera oficial si Trump decía algo que le preocupara profundamente o que le implicara a él y fuera tremendamente impreciso.

Los comentarios recientes de Trump sobre el uso del ejército contra lo que llamó el “enemigo interno” eran tan peligrosos, dijo, que sintió que tenía que decir algo.

“Y creo que esta cuestión de utilizar el ejército para perseguir a ciudadanos estadounidenses es una de esas cosas que considero muy, muy mala —incluso decirlo con fines políticos, para ser elegido— creo que es algo muy, muy malo, ya ni hablar de hacerlo realmente”, dijo Kelly.

Kelly afirmó que a Trump se le explicó repetidamente, desde su primer año en el cargo, por qué no debía utilizar el ejército de EE. UU. contra estadounidenses, y cuáles eran los límites de su autoridad para hacerlo. Sin embargo, durante su mandato, Trump siguió insistiendo y afirmando que sí tenía autoridad para emprender tales acciones, dijo Kelly.

“Originalmente, la conversación habría sido así: Señor presidente, eso está fuera de su autoridad, o sabe que ese es un uso rutinario, realmente no debería hacer eso dentro de Estados Unidos”, dijo. “Pero ahora que habla de eso en términos de ‘voy a hacerlo’ es, de nuevo, inquietante”.

Kelly dijo que Trump carecía de una comprensión fundamental de los valores básicos estadounidenses y de lo que significa ser presidente.

“Sin duda es el único presidente que ha rechazado casi por completo lo que es Estados Unidos y lo que hace que Estados Unidos sea Estados Unidos, en términos de nuestra Constitución, en términos de nuestros valores, la forma en que lo vemos todo, incluyendo a la familia y el gobierno; sin duda es el único presidente que sé, definitivamente en toda mi vida, que ha sido así”, dijo Kelly.

“Simplemente no entiende los valores. Finge, habla, dice saber más que nadie sobre Estados Unidos, pero no es así”.

Kelly dijo que en los primeros días de trabajo para Trump como su jefe de gabinete, en el verano de 2017, tuvo que explicar al presidente que los altos funcionarios del gobierno como él habían prestado juramento a la Constitución y antepondrían ese juramento a la lealtad personal.

Kelly dijo que Trump lo presionó sobre ese juramento y que no parecía entender que sus ayudantes de alto rango debían poner su juramento a la Constitución —y, por extensión, al Estado de Derecho— por encima de todo lo demás.

”Él y yo hablamos de eso. Era un concepto nuevo para él; supongo que esa es la mejor manera de decirlo, y no creo que lo haya aceptado del todo”.

Kelly afirmó que la lealtad personal “lo es prácticamente todo para él”.

En cuanto alguien de su círculo pierde esa lealtad, señaló Kelly, esa persona ya no era bien vista por Trump y “no te queda mucho tiempo”.

Trump, dijo Kelly, tenía la impresión errónea de que los generales de alto rango uniformados y retirados que trajo para trabajar para él le serían leales por encima de todo.

“Sin duda, una gran sorpresa para él, de nuevo, fue, si recuerdas al principio de su mandato, hablaba de ‘sus generales’”, dijo Kelly. “No sé por qué creía eso, pero una gran sorpresa para él fue que para nosotros —quienes éramos exgenerales y definitivamente quienes seguían en servicio activo— el compromiso y la lealtad eran para la Constitución, sin dudarlo ni pensarlo dos veces”.

Kelly añadió: “Fue una gran sorpresa para él que los generales no fueran leales al jefe, en este caso él”.

Kelly confirmó reportes anteriores según los cuales Trump habló positivamente de Hitler en más de una ocasión.

“Más de una vez comentó: ‘Sabes, Hitler también hizo algunas cosas buenas’”, dijo Kelly que le dijo Trump.

Kelly dijo que Trump entendía poco la historia —“Creo que esa es una carencia que tiene”, dijo—, pero que de todas formas intentaba explicarle a Trump por qué esos comentarios sobre Hitler eran problemáticos.

“En primer lugar, nunca debe decir eso”, dijo Kelly que le decía a Trump. “Pero si supiera lo que Hitler quería desde el principio hasta el final, todo lo que hizo fue en apoyo de su vida racista y fascista, ya sabe, la filosofía, de modo que nada de lo que hizo, se podría argumentar, fue bueno. Ciertamente no se hizo por la razón correcta”.

Eso solía poner fin a la conversación, dijo Kelly. Sin embargo, Trump volvía a mencionar el tema de vez en cuando.

En respuesta a una pregunta sobre artículos anteriores acerca del desdén de Trump por los veteranos militares discapacitados, Kelly dijo que Trump no quería ser visto en público con personas que habían perdido miembros en el campo de batalla.

“Definitivamente no quería que lo vieran con amputados, amputados que perdieron sus miembros en defensa de este país luchando por todos los estadounidenses, él incluido, para protegerlos, pero no quería ser visto con ellos. Es una perspectiva peculiar para el comandante en jefe”.

“Se limitaba a decir: ‘Sabes qué, eso simplemente no se ve bien para mí’”.

Confirmando una declaración que hizo a la CNN el año pasado, Kelly dijo que en muchas ocasiones Trump le dijo que los estadounidenses heridos, capturados o muertos en acción eran “perdedores y tontos”.

“La vez de París no fue la única vez que lo dijo”, dijo Kelly, refiriéndose a reportes de que Trump le dijo que no quería visitar un cementerio donde estaban enterrados miembros de las fuerzas armadas estadounidenses muertos durante la Primera Guerra Mundial.

“Cada vez que salía a relucir el nombre de John McCain, se ponía a despotricar diciendo que era un perdedor, y que todas esas personas eran unos tontos, y se preguntaba por qué la gente pensaba que los que mueren son héroes. Y así despotricaba”.

“Para mí, nunca pude entender por qué era así; puede que sea el único ciudadano estadounidense que piensa así de quienes dieron su vida o sirvieron a su país”, dijo Kelly.

Kelly dijo que, además de llamarlos “perdedores” y “tontos”, Trump cuestionaba a menudo a los estadounidenses que decidían sacrificarse por su país.

En el Cementerio Nacional de Arlington, el Día de los Caídos de 2017, Trump recorrió la sección donde están enterrados los miembros del servicio muertos recientemente, entre ellos el hijo de Kelly, Robert, un marine que murió en 2010 mientras luchaba en Afganistán.

Mientras caminaba por el cementerio, relató Kelly, Trump preguntó qué habían ganado quienes habían dado sus vidas.

“Pensé que estaba haciendo una pregunta, ya sabes, retórica”, dijo Kelly. “Pero no me di cuenta de que hablaba en serio. Simplemente no veía qué sentido tenía. A medida que fui conociéndolo, como dije, esta abnegación es algo que simplemente no entendía. ¿Qué ganan con eso?”

Se le preguntó a Kelly si Trump sentía algo de empatía.

“No”, respondió.


Michael S. Schmidt
es un reportero de investigación para el Times que cubre Washington. Su trabajo se enfoca en seguir y explicar las investigaciones federales de alto perfil. Más de Michael S. Schmidt

c. 2024 The New York Times Company

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