Joe Mazzulla, el DT que ama a Jesús, el café y el jiu-jitsu, admira a Pep Guardiola y devolvió a la gloria a Boston Celtics

Joe Mazzulla habla a su equipo en un tiempo muerto en el quinto partido de la final con Dallas Mavericks, el que consagrará a Boston Celtics; a sus 35 años, el entrenador es muy respetado por sus dirigidos.
Joe Mazzulla habla a su equipo en un tiempo muerto en el quinto partido de la final con Dallas Mavericks, el que consagrará a Boston Celtics; a sus 35 años, el entrenador es muy respetado por sus dirigidos. - Créditos: @ELSA

En 2009, mientras jugaba en West Virginia, fue arrestado por supuestamente haber tomado a una mujer del cuello en un bar. El año anterior había sido acusado de haber bebido alcohol siendo menor de edad y de haber peleado contra la policía en un partido de béisbol de Pittsburgh Pirates. Tras su segunda detención, siguió un tratamiento. Según los informes que trascendieron tiempo después, estuvo sobrio durante los últimos 12 años. Desde entonces no fue acusado de otro incidente. Desde aquella época, su vida cambió radicalmente. Su energía quedó enfocada en aprender, crecer, estudiar y perfeccionarse. Y ahora, su imagen está en el centro de la escena y el brillo de la NBA lo premió como nunca. Es el perfecto desconocido que le devolvió la gloria a Boston Celtics, el hombre de 35 años que delinea estrategias con Pep Guardiola, que convenció a todos y profesa su fe como con un mantra: Joe Mazzulla.

En apenas dos temporadas en la NBA, Mazzulla pasó de ser un completo desconocido a devolver a los Celtics a la cumbre, alcanzada con la victoria por 4 a 1 sobre Dallas Mavericks en la serie final. Fue el corolario de un fulgurante camino recorrido bajo la inspiración de su amigo y admirado Guardiola. Mazzulla deja que su personalidad se filtre a los medios de vez en cuando. Sus amigos, los jugadores y el cuerpo técnico que lo ven a diario lo califican como único, intenso, analítico, inteligente, vocal y altamente competitivo.

En su segunda temporada, Mazzulla, el entrenador más joven de la NBA, se convirtió en el quinto en menor edad entre los que han conquistado anillos de campeón.
En su segunda temporada, Mazzulla, el entrenador más joven de la NBA, se convirtió en el quinto en menor edad entre los que han conquistado anillos de campeón. - Créditos: @ELSA

Brad Stevens, el presidente de operaciones de Boston Celtics, es quien confió en él tras la decisión de la organización de suspender a Ime Udoka para la temporada 2022-2023 por lo que fue considerado una relación íntima y consensuada inapropiada con una integrante del personal. Stevens contó que examinó minuciosamente las transgresiones pasadas de Mazzulla cuando la franquicia pensó en contratarlo.

“Aquello lo transformó en quien es hoy. Él es 110 por ciento responsable. Creo en él. Es una persona excepcionalmente inteligente y talentosa. Creo en el liderazgo de Joe”, valoró por entonces Stevens. Mientras Boston decidió nombrar a Mazzulla como entrenador en jefe interino, el propietario de la organización, Wyc Grousbeck, pidió a Stevens que regresara a su papel como director técnico del equipo. La discusión duró apenas unos minutos, porque Stevens fue terminante: “Joe es la mejor opción para hacerlo”.

Mazzulla no oculta su fe cristiana. Habla de tres de sus amores más allá de la familia: Jesús, el café y el jiu-jitsu. Además, está obsesionado con el fútbol internacional. El camino de Mazzulla hacia el anillo de la NBA no se trata del que transita usualmente un entrenador que tiene más recorrido. Su desembarco fue especial, porque el joven preparador reemplazó a Udoka en medio de aquel escándalo.

Además, la única experiencia previa de Mazzulla como entrenador principal era una gestión de dos años en la Universidad Fairmont State, de Virginia Occidental, donde registró 43 victorias y 17 derrotas y llegó al Torneo de la NCAA en la segunda temporada. Joe, que nació en Rhode Island, Nueva Inglaterra, jugó en West Virginia, fue asistente del equipo de Boston en la G League (liga de desarrollo) antes de asumir en Fairmont State y fue contratado nuevamente por los Celtics en junio de 2019 para que integrara el cuerpo técnico de Stevens.

Jayson Tatum, una de las estrellas de la liga y seleccionado por Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de París, es muy elogioso para con el líder:
Jayson Tatum, una de las estrellas de la liga y seleccionado por Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de París, es muy elogioso para con el líder: "Es un estudioso. Está en los detalles, sabe qué decir y está cómodo en su papel como entrenador". - Créditos: @ELSA

Mazzulla impuso una refrescante visión de juego y un estilo de gestión que fue aclamado por sus jugadores, incluso por veteranos, como Al Horford, un año mayor que él. “Mi parte favorita del trabajo es ver el juego a través del ojo de un artista. Dar a los muchachos una pizarra llena de posibilidades y decirles que las exploremos juntos”, dijo el entrenador en una entrevista con The Athletic (el suplemento deportivo de The New York Times) a principios de 2024.

Es un adicto a la superación personal y un maestro motivador. Le gusta empezar sus mañanas con un paseo y la lectura de un pasaje de la Biblia. La meditación es parte de su práctica diaria. Tenía por costumbre mascar chicle, pero dejó de hacerlo porque interfería con sus ejercicios de respiración y le quitaba concentración durante los partidos.

“Es un pensador profundo. Piensa y planifica. No hay nada que no haga para motivar a estos muchachos a ganar un título. Va a ser creativo. No creo que tenga miedo de hacer algo”, lo describió Jerrod Calhoun, entrenador de Muzzalla en la época de la Universidad de West Virginia.

Una técnica que Mazzulla suele utilizar es la visualización, ya sea con una imagen o un objeto. El DT colocó un castillo de arena en la sala de cine de los Celtics para recordarles a sus jugadores que, como un castillo de arena que se deforma en la playa cada mañana, el equipo necesita lograr nuevos éxitos permanentemente. Además, en la sala de video, usa diferentes estrategias para mantener la concentración de sus dirigidos. Ellos contaron cómo les muestra casos de luchadores de artes marciales –que él mismo practica– y ejemplos aun más originales. “Nos habla de fútbol, pero también de los antiguos cazadores de ballenas y de cómo encontraban a sus presas, y relaciona eso con el básquetbol, lo cual es bastante singular”, reveló Payton Pritchard, uno de los escoltas suplentes.

Mazzulla guio a Boston hasta el 18º anillo de su historia (récord, sobre los 17 de Lakers), rompiendo una sequía que se prolongaba desde 2008. Bajo el mando del director técnico de Rhode Island, que debutó el año pasado con una eliminación en la final de Conferencia del Este, el conjunto verde fue el dominador indiscutible de la etapa regular de esta campaña (64 triunfos y 18 caídas; 78%) y de los playoffs (12 y 2; 85,7%). Además, a sus 35 años Mazzulla es el quinto entrenador principal en juventud en ganar un campeonato desde que la BAA se fusionó con la NBL para convertirse en la NBA, en 1950. Y es el más joven desde que el legendario Bill Russell lo hizo a los 34 años como jugador-DT, en 1968.

Su mirada del juego no está vinculada solamente con el básquetbol. Se nutrió de una infinidad de disciplinas, y la incidencia de Guardiola fue determinante. Incluso el preparador español de Manchester City estuvo en el TD Garden en el comienzo de la final contra Dallas. “Estudio mucho a Manchester City y a Pep. Creo que es el mejor entrenador del mundo entre todos los deportes y en todos los niveles. Tiene una gran influencia en mí. Hemos desarrollado una gran relación. Me gustaría poder decir que nos mejoramos mutuamente”, comentó hace algunas semanas Mazzulla. Viajó en febrero a Manchester y conversó con el cuerpo técnico y con futbolistas del campeón de la Premier League. “Estamos estudiando los sistemas de juego de ustedes, las transiciones que realizan y la forma en la que defienden en esas transiciones”, contó a los jugadores Ruben Dias, Jeremy Doku, Nathan Aké y Phil Foden.

Mazzulla y su hijo, Emmanuel, en la conferencia de prensa posterior a la consagración, el lunes:
Mazzulla y su hijo, Emmanuel, en la conferencia de prensa posterior a la consagración, el lunes: "pero primero... déjenme agradecer a Dios", dice su remera. - Créditos: @ADAM GLANZMAN

Es un personaje cautivante. Cuando le preguntaron acerca de qué lo alimenta de otros entrenadores y de otros deportes, contestó: “Creo que las cosas que conducen al éxito son las mismas, en los vestuarios, independientemente del deporte, e incluso en una empresa. Dureza, unión, conectividad, la mentalidad... Todo es lo mismo. Sólo es cuestión de reunir al grupo adecuado de personas en los lugares adecuados, y luego alimentar esa mentalidad cada día. Se puede aprender de todo. Intento tener la mente lo más abierta posible”.

Su fe cristiana también es una pieza vital para él. Mazzulla es un católico que ha integrado profundamente su religión en su filosofía de entrenamiento de los Celtics, según National Catholic Reporter. Ha dicho que Dios es un factor importante en el éxito de Boston en esta temporada. Según The Christian Post, cuando el equipo obtuvo su lugar en la final un periodista le consultó: “Dijiste que la NBA se trata de sincronización ¿Por qué es éste el momento adecuado para este grupo?”. La respuesta del entrenador fue directa: “Es justo donde Dios nos tiene ahora. Todos estamos donde se supone que debemos estar, y en este momento la mentalidad de todos es ayudarse unos a otros y ganar”.

Con un rosario en el estadio vacío

Mazzulla considera que los logros del conjunto se deben en parte al apoyo divino, y enfatiza que su fe le proporciona fuerza y claridad. También sostuvo que su relación con Dios influye en sus decisiones, su estilo de liderazgo y su resiliencia bajo presión.

No es un personaje común. No suele regalar sonrisas; apenas soltó alguna cuando le dieron el trofeo de campeón en el TD Garden. Y la definición de una de las estrellas de Boston, Jayson Tatum, muestra de qué está hecho Joe Mazzulla: “Amo a Joe. Con sólo estar cerca de él se puede advertir lo apasionado que es por este equipo y por su oficio. Es un estudioso. Está en los detalles, sabe qué decir y está cómodo en su papel como entrenador. Vimos su crecimiento y he sido ayudado enormemente como jugador y como persona por él. Todos apreciamos lo que le aporta a este equipo y estamos felices de que sea nuestro conductor”.