Joe Carollo, el padrino político de Miami, no se inmutó por el golpe de $63 millones y está impaciente por la próxima pelea

En la festiva noche del viernes en Domino Park Plaza de La Pequeña Habana, sobre un escenario decorado con globos rojos y dorados, la cantante Diveana —la Madonna del merengue— interpretó un animado bis con su banda, contoneando las caderas y lanzando besos al público. Joe Carollo bailó a su lado.

Carollo, quien no es un hombre elegante ni en sus movimientos ni en sus maneras, parecía aún más desgarbado, con sus pantalones grises anchos y su cortavientos con el monograma de la ciudad de Miami, al lado de una profesional suave y sexy en leggings de latex.

Pero a Carollo no le importó: su piel es dura como la de un boxeador.

Su característico tono monótono, usado para arengar y menospreciar a quienes lo desafían, se elevó hasta convertirse en canción; sus labios, normalmente apretados en una línea rígida, se curvaron en una sonrisa.

Imagíneselo: el comisionado Joe Carollo, durante mucho tiempo el político más poderoso de la ciudad de Miami, alias “Loco Joe”, feliz.

Su juego de pies era pesado, pero juguetón. Cuando llevaba botas ortopédicas de niño y se enfadaba con sus primos, les pateaba las espinillas hasta dejárselas negras y azules.

Contemplando su reino —una ciudad infestada de escándalos de corrupción que se multiplican como esporas de moho—, Carollo recibió con gusto los aplausos. Después de recibir una sentencia de $63.5 millones en junio y ser presentado en las elecciones de noviembre como una serpiente a la que decapitar, Carollo no se inmutó.

“¿Ven? ¿Soy el monstruo que describen mis enemigos?”, dijo.

Es raro encontrar a Carollo en un estado de alegría. El conflicto es su cafecito, la mala sangre lo alimenta.

“Le encanta la agitación”, dijo la segunda de las tres ex esposas de Carollo Mari Ledon. Carollo fue acusado de agresión simple y pasó una noche en la cárcel como alcalde cuando lanzó un recipiente de té que la golpeó en la cabeza en 2001. “Su pasión es destruir a la gente”.

Ahora, en su cuarta década como padrino del drama político en serie de Miami, Carollo, de 68 años, también está destruyendo la ciudad, dijeron sus críticos, a los que llama haters.

Al final de un año tormentoso incluso para los estándares de Miami, Miami está en crisis: el alcalde Francis Suárez es investigado por el FBI por supuestamente aceptar pagos de un urbanizador que necesitaba ayuda con un proyecto paralizado en Coconut Grove, el ex comisionado Alex Díaz de la Portilla fue detenido y acusado de aceptar sobornos y la abogada municipal Victoria Méndez y su esposo están acusados en una demanda civil de explotar a un anciano en una trama de compraventa de casas.

El comisionado Joe Carollo (a la derecha) asistiendo a una reunión en el Ayuntamiento de Miami, en Coconut Grove, el viernes 17 de enero de 2020.
El comisionado Joe Carollo (a la derecha) asistiendo a una reunión en el Ayuntamiento de Miami, en Coconut Grove, el viernes 17 de enero de 2020.

Y, lo que es más inquietante, la ciudad se enfrenta a dos demandas similares a la que Carollo perdió en la derrota más estrepitosa de su carrera. Los dos empresarios de La Pequeña Habana que demandaron a Carollo dijeron que dos docenas de funcionarios municipales siguieron las órdenes de Carollo en una vendetta para arruinarlos y ahora piden $85 millones por daños y perjuicios.

Ocho semanas de testimonios en el anterior juicio de Carollo mostraron cómo gobierna la ciudad esgrimiendo el miedo a las represalias como arma. Si traiciona a Carollo, este lo echará.

Una vez más, es él quien manda en el Ayuntamiento. Suárez ha sido un alcalde ausente, fuera de la ciudad durante semanas, dirigiendo una campaña presidencial que fracasó y captando clientes en el Medio Oriente para su bufete de abogados. Díaz de la Portilla, antiguo aliado de Carollo, acusado de aceptar $245,000 en sobornos, perdió las elecciones de noviembre frente a Miguel Gabela, quien prometió sanar el gobierno municipal. La primera resolución de Gabela en su primera reunión de la Comisión fue despedir a Méndez, pero fue aplazada.

Carollo ha sobrevivido porque nunca ha sido acusado de usar su cargo para enriquecerse. Está ávido de poder, no de dinero, dijeron sus acusadores.

“Los que me llaman matón son los verdaderos matones, riéndose en la cara de los habitantes, intentando salirse con la suya con cosas ilegales hasta que los atrapé”, dijo Carollo. “Su problema es que no pueden comprarme”.

Bill Fuller y Martin Pinilla, los empresarios de La Pequeña Habana, derrotaron a Carollo en un tribunal federal al demostrar que había enviado funcionarios municipales de los departamentos de Construcción, Jurídico, de Aplicación de Códigos, de Bomberos y de Policía en una campaña de acoso para cerrar su popular club Ball and Chain y apagar el letrero de neón verde, que ha sido un faro del renacimiento de la zona.

El comisionado de Miami Joe Carollo saliendo del tribunal federal de Fort Lauderdale con dos de sus abogados y su esposa. Registros públicos obtenidos recientemente por Miami Herald muestran que los contribuyentes de Miami han estado pagando los costos legales del comisionado y hasta ahora se han facturado casi $2 millones.
El comisionado de Miami Joe Carollo saliendo del tribunal federal de Fort Lauderdale con dos de sus abogados y su esposa. Registros públicos obtenidos recientemente por Miami Herald muestran que los contribuyentes de Miami han estado pagando los costos legales del comisionado y hasta ahora se han facturado casi $2 millones.

Carollo también convirtió el emblemático parque frente a la bahía del downtown de Miami en un campo de batalla, llamando a sus vecinos “viejos pedorros y ricos elitistas” mientras lo llena de estatuas de animales kitsch, aparatos de gimnasia y, en su siguiente réplica, seis pistas de pickleball en su césped esmeralda.

Incluso Carollo admitiría que es despreciado, pero resiste. Sabe que tiene todo el amor —y los votos— que necesita de las abuelas leales de su base de poder. Las comprende porque él también es un exiliado, desarraigado de su ciudad natal de Caibarién, Cuba, y enviado a Miami en un vuelo de la Operación Pedro Pan en 1961.

“Él cumple por nosotros, nosotros cumplimos por él”, dijo María Campos, de 86 años, quien emigró de Cuba en 1971. Es jefa de inquilinos en un complejo de viviendas para ancianos donde Carollo entregar’a miles de cenas de lechón por Navidad.

Maria Campos, presidenta de la asociación en Robert King High Towers, mostrando fotos de políticos que han visitado el complejo para ancianos. El comisionado de la Ciudad de Miami Joe Carollo puede contar con electores leales, dijo Campos.
Maria Campos, presidenta de la asociación en Robert King High Towers, mostrando fotos de políticos que han visitado el complejo para ancianos. El comisionado de la Ciudad de Miami Joe Carollo puede contar con electores leales, dijo Campos.

El dos veces alcalde podría volver a presentarse en 2025, pero su enemigo más valioso, Fidel Castro, murió, sustituido por una nueva ola de ciudadanos no intimidados decididos a desbancarlo como obstáculo para la maduración de la ciudad.

Dos comisionados novatos elegidos en una minirrevuelta podrían alterar el equilibrio de poder en la Comisión de cinco miembros, donde el número mágico de votos necesarios para gobernar la Ciudad Mágica es tres; además, el mapa de distritos recientemente modificado, denunciado por los electores, podría ser rechazado; es objeto de una demanda por manipulación racial. Las nuevas líneas de distrito permitieron a Carollo mudarse de nuevo a su casa de North Coconut Grove y, al residir allí, puede protegerla de la confiscación por parte de Fuller y Pinilla en sus intentos de cobrar daños y perjuicios.

“Joe Carollo es un hombre roto que ha quebrado nuestra ciudad y casi todas las relaciones de su vida”, dijo Fernand Amandi, encuestador y miamense de toda la vida. “Los contribuyentes son una ocurrencia tardía que han pagado el precio. Miami existe como un cartel, solo para enriquecer o afianzar el poder de sus líderes”.

Es la hora de la verdad para Carollo y Miami: el mar está subiendo; los vecindarios, incluida La Pequeña Habana, se inundan durante las lluvias rutinarias; y el calor brutal, el tráfico, el costo de la vivienda y el costo de los seguros de propiedad están haciendo de Miami una ciudad inhabitable. Suena apocalíptico. Tal vez haga falta un apocalipsis para desbancar a Carollo, quien ganó por primera vez en 1979.

Joe Carollo hablando con los periodistas, rodeado de sombríos simpatizantes en la sede de su campaña luego de perder la segunda vuelta electoral en noviembre de 1997 frente a Xavier Suárez, padre del actual alcalde.
Joe Carollo hablando con los periodistas, rodeado de sombríos simpatizantes en la sede de su campaña luego de perder la segunda vuelta electoral en noviembre de 1997 frente a Xavier Suárez, padre del actual alcalde.

“Joe está en su novena vida”, dijo el cineasta de Miami y feroz crítico de Carollo Billy Corben. “El ciclo de Carollo no se repetirá”.

Carollo disfruta con esos obituarios. Lo que realmente lo hizo sonreír mientras se encontraba en el epicentro de su distrito fue la visión del árbol de Navidad de 25 pies de Domino Park Plaza, que se eleva por encima del festival de La Pequeña Habana que le arrebató a Fuller, y la marquesina en forma de campanario de Tower Theater que arrebató a los “snobs del cine” que lo dirigían, señalando como dos gigantescos dedos medios iluminados al club Ball and Chain justo al otro lado de la Calle Ocho.

“No importa lo que piensen, digan o hagan mis oponentes, lo que los frustra es que siempre soy el último hombre en pie”, dijo.

Respirando fuego

Enfadado, vengativo, paranoico, abusador sin remordimientos: estos son los rasgos característicos de Carollo, de acuerdo con empleados municipales, dos de sus hijas, ciudadanos que discutieron con él y antiguos aliados traicionados por él.

El fallecido Jorge Mas Canosa lo retó a duelo, traicionó al alcalde Maurice Ferré en directo por televisión, una recepcionista declaró que la obligó a acusar falsamente a dos ayudantes de acoso sexual y humilló al ex jefe de Policía Art Acevedo en una reunión pública de siete horas, mostrando un viejo video de Acevedo haciendo una imitación de Elvis Presley en una recaudación de fondos en Texas, haciendo zoom en la entrepierna de Acevedo y declarando que ese contoneo en un ajustado mono blanco era motivo de despido.

Acevedo, quien tuvo el atrevimiento —o las agallas, según se mire— de decir que el gobierno de Miami es una empresa criminal dirigida por la “mafia de Miami” —término usado por Castro para difamar a los exiliados—, presentó una demanda por despido improcedente.

Cuando se le pregunta si se arrepiente de su tempestuosa carrera —una diatriba de la que podría retractarse, un despido que podría deshacer, una obsesión que fue demasiado lejos—, Carollo se muestra desafiante.

“No me arrepiento de no haber sido un cobarde”, dijo. “Cuando la gente despierta el dragón que hay en mí, respiro fuego”.

El actual archienemigo de Carollo es Fuller, copropietario de Ball and Chain y de otra docena de locales de La Pequeña Habana en el corazón del Distrito 3 de Carollo. Durante su enemistad con Fuller, Carollo se hizo cargo del festival Viernes Culturales, que llevaba 20 años celebrándose, ridiculizándolo como “mercadillo”, y lo hizo suyo, rebautizándolo Viernes Pequeña Habana. Para que no se olvide, Carollo puso su foto en los carteles que promocionaban la fiesta del viernes por la noche. Fuller lloró en el estrado cuando describió los esfuerzos de Carollo por acabar con él.

De acuerdo con la demanda, Carollo y el Ayuntamiento bombardearon a Fuller con multas por infracción de las normas. Los funcionarios municipales se presentaron a todas horas, allanando las propiedades de Fuller 185 veces, incluso allanando la fiesta de Navidad de su oficina en 2017. Se denegaron permisos, cerrando negocios o deteniendo proyectos de renovación y se emitieron órdenes de demolición. Era la asfixia de la burocracia, dijo Fuller, mencionando la noche en que Carollo espió a los encargados de estacionar autos en un lote de la iglesia y cuando lo confrontó dijo que estaba allí para consultar con el sacerdote... a las 12:15 a.m.

Fuller dijo que el ataque de Carollo le ha costado más de $8 millones.

Carollo dijo que Fuller y Pinilla son unos “sinvergüenzas” que eludieron las normas de construcción y seguridad, perturbaron la vida cotidiana de los habitantes con música alta y caos en las obras y estafaron a la ciudad con miles de dólares en cuotas. Dijo, sin pruebas, que estaban financiados en parte por inversionistas venezolanos, que eran compinches del hombre fuerte socialista Hugo Chávez y de su sucesor Nicolás Maduro. Carollo hizo acusaciones similares cuando se volvió contra los funcionarios de la ciudad de Doral que lo contrataron como administrador de la ciudad en 2013.

“Llevo 20 años comprometido con la reactivación de La Pequeña Habana. No soy un criminal forastero gringo”, dijo Fuller, contando que su abuelo era dueño de un aserradero en Cuba, su madre es cubana y su tío fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento castrista. “Es peor que una vergüenza y es patológico que, en vez de colaborar con nosotros, Joe se propusiera destruirnos a nosotros y a los diamantes de su propio distrito”.

Bill Fuller presentó una demanda federal contra el comisionado de Miami Joe Carollo, en la que Fuller alegó que fue objeto de represalias políticas por apoyar a uno de los oponentes de Carollo en las elecciones municipales de 2017.
Bill Fuller presentó una demanda federal contra el comisionado de Miami Joe Carollo, en la que Fuller alegó que fue objeto de represalias políticas por apoyar a uno de los oponentes de Carollo en las elecciones municipales de 2017.

Carollo también se hizo con el histórico Tower Theater de Miami Dade College (MDC), declarando que el cine de arte y ensayo y sede del Festival de Cine de Miami solo servía a un público de “10 a 15 elitistas”. Ofreció el edificio a los veteranos de la Brigada 2506 de Bahía de Cochinos para un museo, pero no lo quisieron, así que Carollo puso en marcha una nueva programación que cree que venderá más entradas: Celia Cruz Forever, una exposición sobre todo lo relacionado con “Azúcar” y actos cómicos cubanoamericanos.

Es parte de su esfuerzo por evitar la “deslatinización” de La Pequeña Habana, una preocupación que expresó al anterior administrador municipal Emilio González cuando paseaban por la Calle Ocho y Carollo le dijo que quitara un mural en el que había “demasiados afroamericanos”, según declaró González.

Cuando Carollo pasó por delante del mural el pasado domingo, dijo que no tenía ningún problema con él ni con los afroamericanos, que González y otros que testificaron contra él son “mentirosos que vomitan mentiras para mancharme y difamarme; es un golpe bajo llamarme racista”. Más tarde, se detuvo en Jackson Soul Food, en Overtown, para comer su plato favorito, bagre frito, felicitó al cocinero, charló con una joven afroamericana, le dio su número de teléfono y la animó a que le llamara para conseguirle un puesto en su equipo.

Es fácil ridiculizar a Carollo, basta con poner una carpa en el Ayuntamiento y vender entradas para el teatro del absurdo en cámaras... llámelo república bananera dirigida por aspirantes a dictador. De hecho, durante el tira y afloja de Elián González en 2000, cuando Carollo era alcalde y aparecía todas las noches en el programa de Geraldo Rivera y Radio Mambí, los manifestantes llevaron cajas de plátanos al Ayuntamiento. La réplica de Carollo fue que “En Miami no cultivamos plátanos comercialmente: los importamos”.

El comisionado de Miami Joe Carollo hablando el viernes 23 de julio de 2021 en el Monumento a Bahía de Cochinos, durante una marcha convocada por Club Kiwanis de La Pequeña Habana a lo largo de SW Eighth Street para mostrar solidaridad y apoyo a los cubanos en la isla.
El comisionado de Miami Joe Carollo hablando el viernes 23 de julio de 2021 en el Monumento a Bahía de Cochinos, durante una marcha convocada por Club Kiwanis de La Pequeña Habana a lo largo de SW Eighth Street para mostrar solidaridad y apoyo a los cubanos en la isla.

El locutor de radio en español, ex alcalde y comisionado Tomás Regalado dijo que Carollo ha dañado la democracia local.

“La peor consecuencia es la apatía de los electores”, dijo Regalado, citando una participación del 12% en las elecciones del mes pasado. “La gente de Miami está tan cansada que renunció a Miami”.

Los ciudadanos cínicos no votan ni se presentan a las elecciones porque nunca cambia nada, lo que garantiza que nada cambiará, dijo.

“Creo que Carollo ha empeorado Miami al frenarla”, dijo David Winker, abogado conocido por representar a ciudadanos en casos de base contra Goliat. Winker participó en un esfuerzo infructuoso en 2020 para destituir a Carollo. Durante el COVID, Winker trabajaba desde su casa de Shenandoah y la ciudad lo multó por ejercer la abogacía desde su casa sin licencia de impuesto de actividades económicas.

Cobertura de Miami Herald de las investigaciones de corrupción del FBI sobre políticos de Miami a mediados de los años ochenta.
Cobertura de Miami Herald de las investigaciones de corrupción del FBI sobre políticos de Miami a mediados de los años ochenta.

Muchas ciudades tienen historias sucias, pero la cultura política de Miami es diferente, dijo Winker. Miami no solo no funciona según los principios que se enseñan en las clases de civismo, sino que nadie trata de ocultarlo.

“No es un gobierno para el pueblo: es un gobierno para que los comisionados consigan lo que quieren”, dijo.

Carollo dijo que ha recaudado $500 millones desde 1999 y que por eso la ciudad debería pagar sus honorarios legales o cualquier indemnización por daños y perjuicios que se le imponga, dijo.

“Ningún cargo electo se ha acercado a lo que yo he hecho”, dijo. “Si alguien ha pagado lo suyo, he sido yo”.

Las empresas personales de Carollo no siempre han sido rentables: dos restaurantes fracasaron, entre ellos Shogun Joe’s, un local de fusión asiática; también fue propietario de Genesis Security, una empresa de importación de cangrejos y una empresa de suministros médicos, y ha trabajado como consultor político. Cobra un sueldo municipal de $58,000 y calcula que su patrimonio neto asciende a $2,345,023.

Joe Carollo, entonces administrador de la ciudad de Doral, mostrando algunos papeles como prueba mientras hablaba durante más de una hora en una conferencia de prensa, en la que acusó a los miembros del concejo de corrupción y acuerdos secretos para despedirlo. Esto ocurrió en abril de 2014.
Joe Carollo, entonces administrador de la ciudad de Doral, mostrando algunos papeles como prueba mientras hablaba durante más de una hora en una conferencia de prensa, en la que acusó a los miembros del concejo de corrupción y acuerdos secretos para despedirlo. Esto ocurrió en abril de 2014.

Los colegas de Carollo cuentan con que es un duro negociador, dijo, guiándose por el espectáculo Cuba Under the Stars que llevó a Bayfront Park (su foto aparece en los carteles promocionales). Citó cómo aumentó el contrato del festival de música Ultra de $600,000 a $2 millones. Dijo que no permitió que la ciudad fuera desplumada con el centro comercial Freedom Park y el estadio de fútbol de la misma forma en la que sus predecesores fueron desplumados con el estadio de los Marlins, que costará a los contribuyentes $3,000 millones.

“Conozco a mucha gente, sé de números y conozco las reglas”, dijo. “Cuando estaba en Doral, negocié mejor que Donald Trump. No tenía permisos para un puente peatonal y lo detuvimos en seco. Trump intentó llamarme durante 30 días; me dijo ‘Joe, podría haberme puesto en contacto con Obama más rápido que contigo’ y le dije ‘Donald, tienes que conseguir un permiso’. Y lo consiguió”.

Exiliado y distanciado

Carollo lleva tanto tiempo entrando y saliendo de la oficina que es difícil recordar Miami sin él.

Llegó de Cuba por primera vez siendo un niño de seis años, asustado y solo. Su Rosebud fue una bolsa de soldaditos de juguete a la que se aferró en el avión. En algún momento, cuando lo trasladaron de un centro de acogida a otro, perdió los soldaditos. Estuvo seis meses separado de sus padres.

“Fue traumático sentirse abandonado, no saber cuándo volverías a ver a tus padres”, dijo Carollo. Cree que su experiencia de exilio de niño le permitió conectar con Elián González, quien tenía seis años cuando unos pescadores lo encontraron a la deriva en una cámara de neumático frente a la costa de Fort Lauderdale y lo llevaron a la orilla. Su madre había desaparecido durante el viaje desde Cuba. “Seis meses me parecieron seis años”.

Carollo creció en el lado norte de Chicago. Asistió a St. Jerome’s, donde conoció al alcalde Richard Daley, “una gran influencia para mí y mis aspiraciones”. Fue monaguillo y capitán de la guardia de cruce. Recuerda a la hermana Delphine tocando al piano canciones de lucha de Notre Dame, quien abofeteaba a todos los niños de la clase menos a él.

La familia se trasladó a Miami y Carollo jugó de running back y linebacker en Miami High.

Se graduó de preparatoria a los 17 años, se licenció en MDC, entró en la Policía del condado a los 18 y trabajó como auxiliar de servicios públicos. Fue amonestado por colocar una viñeta que satirizaba al Ku Klux Klan en las taquillas de los agentes afroamericanos y se le advirtió que “dominara su alto grado de agresividad natural”.

Cobertura de Miami Herald de la primera victoria de Carollo en la comisión (a la izquierda), en noviembre de 1979, y tras la primera reunión de Carollo (a la derecha).
Cobertura de Miami Herald de la primera victoria de Carollo en la comisión (a la izquierda), en noviembre de 1979, y tras la primera reunión de Carollo (a la derecha).

Carollo era guardia de seguridad cuando se presentó por primera vez a comisionado en 1977. Perdió ante el reverendo Theodore Gibson, activista de los derechos civiles, y, dos años más tarde, a los 24 años, derrotó a Demetrio Pérez para convertirse en el comisionado más joven de la historia de la ciudad.

“Cuando nos conocimos, pensé que tenía un brillante futuro político. Los dos éramos idealistas, veníamos de la Cuba comunista”, dijo su ex esposa Mari Ledón. “Luego él, bueno, se deterioró”.

Carollo fue alcalde en dos ocasiones, la primera en 1996, tras la muerte de Steve Clark, y la segunda en 1998, después de perder ante Xavier Suárez, padre del actual alcalde, y demandar la anulación de unas elecciones fraudulentas. Se falsificaron votos por correo y un hombre llamado Manuel Yip, quien llevaba muerto cuatro años, emitió un voto.

“La gente olvida mi papel en la corrección de injusticias”, dijo Carollo.

Carollo, entonces alcalde de Miami, hablando en el despacho de su abogado tras su detención por un delito menor de lesiones. Era 2001 y estaba acusado de haber golpeado a su esposa, de la que estaba separado, con un bote para té terracota.
Carollo, entonces alcalde de Miami, hablando en el despacho de su abogado tras su detención por un delito menor de lesiones. Era 2001 y estaba acusado de haber golpeado a su esposa, de la que estaba separado, con un bote para té terracota.

Carollo prefiere mantener su vida personal en privado. Tiene un hijo y una hija de su primera esposa y seis nietos, nueve incluyendo los nietos de su esposa Marjorie.

Sus hijas y las de Ledón fueron dolorosamente directas cuando hablaron de la ruptura de sus relaciones con Carollo.

Caroline Carollo, de 34 años, abogada de Miami, no ha tenido contacto con su padre desde 2008 y su hermana Kelley, de 32, no lo ve ni habla con él desde 2003.

“Solíamos recibir una llamada de cumpleaños, con dos días de retraso, pero eso se acabó”, dijo Kelley, diseñadora de interiores en Nueva York. “Me dijeron que yo era muy emotiva de niña y recuerdo que lloraba cuando me abrazaba. No era simpático y yo lo percibía”.

Sus recuerdos son “Él gritando, haciendo berrinches, siendo desagradable”, dijo. Al preguntarle si hay otra cara de Carollo más allá de su imagen pública de cascarrabias, Kelley hizo una pausa.

“No”, dijo. “Es un hombre controlador y machista que tiene que dominar y hacer sufrir a los demás”.

“¿Qué aprendí de mi padre? A buscar todo lo contrario a él en una pareja”.

Caroline dijo que la lección más importante que ha aprendido de él es que “Es mejor permanecer en silencio y ser considerada una tonta que hablar y eliminar toda duda de serlo”.

Ball and Chain

En un reciente recorrido por su distrito con un periodista, Carollo se paseó hábilmente por sus vecindarios, saludando a los electores, señalando los parques que ha creado o mejorado, los solares en donde quiere construir viviendas asequibles y una calle donde acudió al rescate de los habitantes frustrados por la negativa del condado a cerrarla al peligroso tráfico de paso. Carollo colocó barricadas, asignó patrullas policiales y consiguió dos años de paz hasta que el condado lo obligó a marcharse.

A lo largo de Miami River, Carollo mostró José Martí Park, un imán para las familias de una de las zonas más pobres de su distrito. Se detuvo a hablar con un hombre que empujaba a sus hijas en un cochecito y estaba preocupado por el exceso de velocidad de los autos. Carollo le dio su número de teléfono y le aseguró que solucionarían el problema.

En Flagler Street, Carollo señaló los lugares en donde se congregan las personas sin hogar, habló con un grupo de hombres acostados en la banqueta en una noche reciente a la 1 a.m. y le pidió al administrador municipal Art Noriega, al jefe de Policía Manuel Morales y a otros agentes que lo acompañaran y trasladaran a los hombres a centros de acogida.

Habló con un anciano en silla de ruedas. “Es cubano y esto es lo que hace el régimen cubano: arrojar a su gente al asilo de Miami. Veo que tiene problemas mentales”.

“Se nota que este señor está drogado”, dijo Carollo refiriéndose a un hombre que cantaba “Rema, rema, rema tu barco”. “Me siento mal, pero hay que encontrar un equilibrio entre ser humano y la obligación de hacer que las comunidades sean seguras”.

Carollo, entonces alcalde, sentado junto al operario de una excavadora en 1997 mientras la ciudad derriba una supuesta casa de "crack" en 1421 NE Miami Ct.
Carollo, entonces alcalde, sentado junto al operario de una excavadora en 1997 mientras la ciudad derriba una supuesta casa de "crack" en 1421 NE Miami Ct.

Carollo señaló hacia la cafetería Leonesa Fritanga, recordando lo acogedor que solía ser el vecindario “cuando había ancianos pidiendo sandwiches de carne y batidos de mamey, contando historias”.

“Miami se convertirá en una ciudad estrictamente para ricos y famosos. Ya es una Casablanca de ubérrima riqueza malversada y torres de condominios de lujo”, dijo. “A mí me importa. Yo lucho”.

Carollo volvía constantemente a la Calle Ocho y al tramo de tres cuadras que zumbaba de gente visitando tiendas de puros, guayaberas, tiendas de sombreros de fieltro, cafés, galerías y ventanitas. Los turistas comían arroz con pollo en El Pub, “donde la Cuba de ayer vive hoy”, y tomaron fotos dentro de Domino Park de los jugadores golpeando fichas sobre las mesas con una enfática floritura.

“Sigue siendo cubano, pero también es La Pequeña Nicaragua, La Pequeña Caracas”, dijo Carollo.

Carollo siguió deteniéndose frente a Ball and Chain, donde las coristas disfrazadas se contoneaban y hacían señas en la puerta principal, las bandas tocaban sin parar y los clientes bailaban al ritmo de la salsa. Fuller lo resucitó y lo convirtió en un catalizador para el vecindario.

“Eso es lo que el príncipe de La Pequeña Habana quiere hacer creer, pero la gente de esta comunidad que no puede dormir por las noches se ha visto encadenada por esta bola y esta cadena y la ciudad se ha visto en peligro financiero por las conmociones que ha causado el señor Fuller”, dijo Carollo, con los labios apretados. Dijo que hasta que él investigó a Fuller, la ciudad se hizo de la vista gorda mientras Fuller y Pinilla construían lo que Carollo llamó “el imperio de los Eighth Street Boys” sin permisos ni licencias.

“Ball and Chain no hizo La Pequeña Habana: La Pequeña Habana se hizo a sí misma”, dijo Carollo.

Una bailarina pisando la imagen de una cucaracha con la cara del Comisionado de la Ciudad de Miami Joe Carrollo durante una fiesta solo por invitación en Ball and Chain, organizada por los empresarios de La Pequeña Habana Martin Pinilla y William "Bill" Fuller para celebrar que ganaron una demanda de $63.5 millones contra el comisionado Carollo, el sábado 3 de junio de 2023.

En su oficina del edificio Futurama, Fuller contó una historia diferente. Desde la contienda por la Comisión de 2017, cuando apoyó al oponente de Carollo, Fuller dijo que ha sido acosado por Carollo y “el arsenal de empleados y recursos de la ciudad que movilizó”. Cuando Carollo ganó, Fuller envió un texto de rama de olivo, diciendo “trabajemos juntos” y una invitación a la reunión por las festividades de Fuller. Un polic’ia se coló en la fiesta y “me lo dijo todo: ‘Prepárate para las represalias de Joe Carollo’”.

Fuller y Carollo se reunieron por primera vez hace seis años en un desayuno para hablar del futuro de La Pequeña Habana. El objetivo de Fuller es mantener la zona fiel a su historia y alejar las cadenas, como el Starbuck’s de la calle de abajo.

“Las primeras palabras de Joe fueron ‘Ya conoces a mi hermano Frank. Fue un error. Nació mucho más tarde que yo’”, dijo Fuller, refiriéndose al ex comisionado Frank Carollo. “Me pregunto qué clase de tipo malintencionado dice eso. Luego me dijo que su visión para la Calle Ocho son palmeras de aluminio con luces LED”.

Fuller dijo que no tenía ningún deseo de demandar a Carollo o a la ciudad, pero sintió que no tenía otra opción si quería sobrevivir. Él y Pinilla empezaron a documentar las amenazas, las inspecciones, los permisos revocados, la vigilancia, el administrador municipal Noriega desplegando una cinta métrica frente a la taquería mexicana de Fuller, la fiscal municipal adjunta Rachel Dooley interrumpiendo una reunión para detener una votación sobre la designación histórica de cinco de las propiedades de Fuller y Carollo merodeando en la oscuridad, escondiéndose detrás de los árboles, anunciando “¡Yo soy la ley!”.

En sus cuatro décadas en política, Joe Carollo siempre ha llamado la atención.
En sus cuatro décadas en política, Joe Carollo siempre ha llamado la atención.

Carollo se ve a sí mismo como un investigador en busca de la verdad. En cuanto a los hechos, suele tener razón: recuerda nombres, fechas, direcciones, ramas de árboles genealógicos, números hasta el decimal exacto; además, puede descifrar reportes de financiamiento de campañas, recitar cifras presupuestarias, desmenuzar declaraciones de impuestos, deconstruir normativas, enumerar licencias de alcohol, hacer cálculos sobre límites de ocupación, recordar diálogos al dedillo y medidas al milímetro. Carollo dijo que solo pudo presentar una fracción de sus pruebas en un juicio injusto.

Dado el archivador que tiene en la cabeza, no es de extrañar que las tramas de sus teorías conspirativas sean fantásticas. Ledón, una de las ex esposas de Carollo, y sus dos hijas dijeron que él solía mantener cerradas las cortinas de su casa y comprobaba si había micrófonos ocultos, tenía un arrancador remoto para su auto e hizo que las siguieran detectives privados durante las peleas legales por dinero posteriores al divorcio.

Carollo no se adentra tanto en madrigueras de conejo, sino en túneles laberínticos que se extienden millas y millas. Seguirlo es agotador.

“Haré un trato: si el señor Fuller puede demostrar que los $6.5 millones de ayuda federal que recibieron se gastaron adecuadamente y que sus empleados cobraron, dimitiré”, dijo Carollo, pasando a su insinuación, a menudo repetida pero nunca corroborada, de que Fuller cometió fraude hipotecario y electoral.

“Tiene dos nuevos perritos falderos en la Comisión, pero hay dudas sobre el origen de sus fondos de campaña”.

“Odia la naturaleza... ama el concreto”

Carollo parecía tenso y emocionado al entrar en Ferré Park, 18 acres de hierba y árboles bañados por la brisa de la Bahía de Biscayne, recuperado de sus años de Bicentennial Park, plagado de delincuencia, como pista de carreras abandonada de Indy Car. Se diseñó con un costo de $10 millones para que fuera el jardín del downtown de Miami.

Carollo lo ve como un gran ring, rodeado de cuerdas, con él mismo en una esquina, escupiendo sobre sus palmeras y los vecinos del parque de Biscayne Boulevard en la otra. “Traigan sus palomitas”, dijo sobre la lucha por el dominio.

Quieren que sea sustituido como presidente de Bayfront Park Management Trust, una junta poco conocida que supervisa los parques Ferré y Bayfront. Los vecinos lo acusan de dirigirlo como si fuera su propiedad personal; él dijo que lo tratan como si fuera su jardín privado.

“El fideicomiso es un tesoro donde Joe puede ejercer su poder”, dijo Regalado.

En contra del plan maestro, que Carollo llama con desdén “la Biblia”, ha añadido elementos que los vecinos dijeron que nadie quiere, como un gimnasio al aire libre y un paseo hasta el principal museo de arte de Miami, bordeado por 57 estatuas de perros y gatos pintadas de colores. Se construirán dos vallas publicitarias LED de 300 pies cuadrados. Un parque para perros cubierto de césped artificial es demasiado grande, dijeron incluso los dueños de perros. Carollo tiene más ideas: campos de fútbol, canchas de pickleball, playas engalanadas con los logotipos de la Universidad de Miami (UM) y FIU.

“Le dije ‘Joe, no estarás satisfecho hasta que conviertas esto en Coney Island’”, dijo Michael Feuling desde su apartamento del piso 26 con vistas al parque. Calcula que el 20% de la zona verde del parque ha desaparecido en los dos últimos años. “Lo hace todo a su antojo, sin aportaciones públicas ni asesoramiento profesional. Parece paisajismo hecho por Home Depot”.

Michael Feuling fue uno de varios habitantes del edificio de condominios que tuvieron disputas con Carollo en 2023 sobre los planes para Maurice A. Ferré Park, al otro lado de la calle de su unidad.
Michael Feuling fue uno de varios habitantes del edificio de condominios que tuvieron disputas con Carollo en 2023 sobre los planes para Maurice A. Ferré Park, al otro lado de la calle de su unidad.

Claudia Roussel ayudó a lanzar una campaña de petición para que Carollo fuera destituido de la presidencia. Los vecinos descubrieron que estaba haciendo obras sin permiso, incluida la retirada de un gran ficus. La protesta resultante ayudó al nuevo comisionado del Distrito 2 Damián Pardo a atraer votos con su plataforma contra Carollo.

“Carollo odia la naturaleza y ama el concreto”, dijo Roussel.

Carollo se dirigió al gimnasio situado bajo los plátanos. La Junta de Urbanismo falló que Carollo usó lagunas jurídicas para instalar el equipo de ejercicios y que debía retirarse.

“Aquí tenemos el pecado mortal”, dijo. “Estos ricos habitantes de edificios de condominios dijeron que tienen gimnasios en sus edificios y quieren espacios verdes pasivos. ¿Qué es eso, un lugar en donde uno se sienta a esperar la muerte?”.

En 1997, Carollo hizo campaña para transformar el downtown de Miami en la meca del turismo.
En 1997, Carollo hizo campaña para transformar el downtown de Miami en la meca del turismo.

Carollo se acercó a una mujer que paseaba a sus dos perros y le preguntó si había que arrancar el gimnasio.

“Sí”, dijo ella. “Es una monstruosidad. Es más desorden”.

Preguntó a cuatro jugadores de frisbee si les gustaba el gimnasio y dijeron que claro, que tal vez lo usarían.

En Dogs and Cats Walkway, Carollo preguntó a visitantes de Noruega y Carolina del Norte su opinión sobre los poodles, chihuahuas y bulldogs de gran tamaño. Los críticos lo califican de vulgar.

“¿Es usted el artista?”, dijo una mujer de Colorado, tomándole fotos a la colección metálica.

“Soy el comisionado que lo puso”, dijo Carollo. Ella y sus amigas se tomaron un selfie con él.

Joe Carollo (al centro) posando para una foto con turistas de Colorado en Ferré Park, en downtown Miami.
Joe Carollo (al centro) posando para una foto con turistas de Colorado en Ferré Park, en downtown Miami.

El proyecto, que según Carollo ha atraído a 350,000 visitantes en un año, se instaló con un costo de $1 millón y en un contrato sin licitación.

“Mis enemigos insinúan que recibí un soborno”, dijo Carollo. “Nunca me he llenado los bolsillos haciendo negocios municipales”.

Carollo señaló unas esculturas de bronce en préstamo, recogió un trozo de basura y se dio cuenta de que unas impacientes recién plantadas se estaban marchitando. Llamó a un supervisor para que las regara.

“Cada día se parece más a un parque europeo de primera clase”, dijo Carollo.

Abuelas que lo adoran y empleados se asustan

Entonces, ¿cómo se ha mantenido Carollo en el poder a pesar del caótico estado del gobierno de Miami? En Robert King High Towers, el misterio está resuelto. Aquí, hogar de ancianos de bajos ingresos, en uno de los focos del exilio de Miami, está el centro neurálgico.

María Campos y Lilian Pla, de 75 años, están al frente de la diminuta sede de la asociación de vecinos. Dentro, Pla —hermana de Enrique Pla, baterista de la famosa banda cubana Irakere— suele tocar baladas cubanas como Siboney y Guantanamera en un teclado electrónico y Campos cuenta chistes sobre Cuba: “Un matrimonio está sentado en su cocina de La Habana. No tienen comida ni electricidad. Él abre una caja que contiene cuatro neumáticos nuevos. Ella le dice ‘¿Por qué compras neumáticos si no tienes auto para ponerlos?’ Él le dice ‘¿Por qué compras sujetadores si no tienes pechos para llenarlos?’”.

Están agradecidos con Joe Carollo... por los 4,000 pavos que reparte cada Acción de Gracias y las 7,500 cenas de cerdo que entrega en Navidad; le agradecen que venga a los cumpleaños y al bingo; sienten agradecimiento porque “nos protege y nunca nos olvida” y porque siempre que llaman escucha lo que dicen, a veces incluso para hablar cuando sienten soledad.

Carollo compartió en la plataforma X un video de sí mismo regalando pavos el 22 de noviembre de 2023.

“Camino por aquí todas las mañanas a las 4 a.m. y vi que no tenemos suficientes bancos”, dijo Campos. “Llamé al comisionado Carollo, que es mi amigo, y al día siguiente teníamos 43 bancos nuevos. Tenemos personas que viven en el piso 14 y les resulta difícil usar el ascensor. Él nos ayuda a obtener certificados médicos para trasladarlos a una unidad de la planta baja.

“Votamos por él, siempre y para siempre”.

¿Cuántos votos necesita? No muchos. Ganó las elecciones de 2021 con 4,001 votos y eso que solo votó el 7% de los 95,000 electores de su distrito. Ganó la segunda vuelta de 2017 por 250 votos.

Una vez que está en el cargo, Carollo mantiene su control sobre el gobierno castigando a cualquiera que no esté de acuerdo con él, de acuerdo con el testimonio de los empleados de la ciudad en la demanda de Ball and Chain. Pregunten a los que figuran en la larga lista de personas a las que ha despedido, a los antiguos miembros de Historic Virginia Key Beach Trust y al operador de Outdoor Center, todos ellos apartados de sus puestos tras oponerse en voz alta a la propuesta de Carollo de trasladar a la población sin hogar de la ciudad a un campamento en la isla.

Al menos tres empleados dijeron que accedían a las exigencias de Carollo por miedo a perder su empleo antes de alcanzar la edad de jubilación y estar plenamente capacitados para cobrar las generosas pensiones de oro de la ciudad.

El comisionado de la ciudad de Miami Joe Carollo celebrando con sus partidarios después de ganar la reelección para el Distrito 3 en el restaurante Old Havana, en La Pequeña Habana, el martes 2 de noviembre de 2021.
El comisionado de la ciudad de Miami Joe Carollo celebrando con sus partidarios después de ganar la reelección para el Distrito 3 en el restaurante Old Havana, en La Pequeña Habana, el martes 2 de noviembre de 2021.

¿Correr o jubilarse?

Carollo tendrá 70 años cuando termine su mandato. ¿Piensa jubilarse?

Le gustaría tener tiempo para replantar su jardín y repoblar su estanque koi, viajar, ver a sus nietos... Aún no decide si se presentará a la alcaldía. Los conocedores de la política de Miami pronosticaron que no podrá resistirse “y Joe puede recaudar fácilmente una tonelada de dinero para otra campaña”, dijo Regalado. Carollo recaudó $2 millones en 2021.

Carollo asegura que podría despedirse de todo eso y no se aburriría viviendo en una granja con muchos perros y gatos rescatados, que es con lo que sueña su esposa Marjorie.

“Este trabajo no me dio la vida”, dijo. “A Majorie y a mí nos gustaría jubilarnos en Shangri-La”.

¿En dónde está Shangri-La, Joe?

Carollo soltó una risita. Una risita monótona, pero una risita, al fin y al cabo.

“No puedo decirte en dónde está, porque entonces todo el mundo querría mudarse allí”, dijo. “Tendría que convertirme en primer ministro para controlar la frontera”.

Créditos:
  • Linda Robertson: Reportera.

  • David Smiley: Editor de Política y Washington.

  • Dana Banker: Editora en jefe.

  • Rachel Handley: Ilustradora.

  • Susan Merriam: Gráficos/desarrollo.