Jesús Hdez-Güero, las metáforas del poder en una ‘época incorrecta’

El nombre del poeta Reinaldo Arenas se esconde en un grupo de libros apilados. Es parte de la instalación“Época incorrecta para escritores célebres” del artista cubano-español Jesús Hdez-Güero (La Habana, 1983). Con 11 columnas de libros rasgados en los lomos, las letras que sobreviven en la superficie forman nombres de 11 escritores cubanos censurados en su país, todos de la llamada “Generación del Mariel”, que fueron parte del masivo éxodo cubano de los 80.

“Los libros son de editoriales norteamericanas”, nos dice el artista, quien reside en Madrid y se formó en Cuba, en la Academia de Bellas Artes San Alejandro y el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana. “El acto de rasgar busca sacar a la luz o desenterrar estos nombres dentro de un universo literario foráneo como el estadounidense”.

La textura irregular de los lomos recuerda las costras de pintura en edificaciones de La Habana vieja. Es una obra “biológica visualmente”, según describe su autor. “Una suerte de arqueología de los lomos”, nos indica el curador Félix Suazo, quien añade que esa pieza –iniciada en una residencia en la galería Espacio 23 en Miami– de alguna manera trata de exhumar a esos escritores.

La instalación es parte de la exposición “Lecturas difíciles” que se exhibe en Arts Connection Foundationhasta el 5 de mayo de 2024. Esta fundación, una organización sin fines de lucro con 18 años de trayectoria, está enfocada actualmente en arte político y social –según indica su fundadora y directora Andreína Fuentes Angarita.

La serie que le da título a la muestra presenta otra forma de traer a la luz ideas encubiertas. “Lecturas difíciles” incluye nueve fotografías de publicaciones de oposición que han circulado de manera clandestina en Cuba.

“Yo hice un registro más bien intimista de estas publicaciones, siempre en un ambiente oscuro”, comenta su autor. “A nivel estético hay como un sigilo, un cierto drama visual propio de lo que se vive cuando uno consulta o se encuentra en sus manos este tipo de publicaciones”.

La muestra, según explica el curador, sintetiza los principales temas que a Hdez-Güero le han preocupado desde que está activo como creador. Esto incluye la exploración de la idea del poder y los mecanismos de representación mediática e informacional. Hay una revisión “de la compleja relación que hay entre la política insular o la política cubana y la norteamericana”, dice Suazo. “Una política marcada siempre por tensiones, las más recientes relacionadas con el proceso fallido de apertura entre los dos países”.

De hecho, una de las obras de la exposición presenta un “diálogo” sin palabras entre Barack Obama y Raúl Castro. En esa instalación, dos videos confrontados presentan imágenes de los discursos en los que anunciaron en simultáneo –el 17 de diciembre de 2014– la reanudación de las relaciones entre sus países después de 54 años. Los fragmentos escogidos son, sin embargo, los espacios silenciosos entre las frases de cada alocución. Titulada “Diálogo bilateral”, la obra pareciera hacer énfasis en el vacío de esta comunicación, un diálogo de gestos.

¿Qué se puede contar sobre la historia estadounidense a partir de los retratos combinados de sus mandatarios? Pensemos en una imagen compuesta por los ojos y el cabello de Donald Trump con la nariz, boca y mentón de Obama, o la misma combinación, pero con Joe Biden y Trump. Esos nuevos rostros parecen mostrar una transición incómoda pero posible. ¿No es la creación de metáforas o imágenes perdurables sobre el tiempo que se vive una de las virtualidades del arte?

Es lo que sucede en la obra “Rostros presidenciales” de la serie Síndrome de Proteus en la que Hdez-Güero presenta un collage fotográfico de los 46 presidentes de Estados Unidos.

Comenzó a partir de una investigación sobre cómo grandes personalidades de la historia han trascendido mediante la fotografía, explica el artista. “Observé ciertas posturas que coincidían a nivel mimético, ya sea entre ellas mismas o al reproducir ciertas poses ante la cámara”. Vio que estas posturas eran “casi escultóricas” e iban más allá de los ideales políticos o principios éticos.

“Es interesante ver cómo los ideales sobre ciertas personas se desmoronan, transforman, manipulan o terminan siendo otros desde el punto de vista político. Una persona comienza presentándose de una manera y puede culminar siendo otra en el ámbito de la política”.

En la técnica de superposición de esos rostros, la mitad de cada retrato no es eliminado sino ocultado en un “doblaje” que lo conserva y camufla. “Yo nunca corto la fotografía –precisa el artista–. Utilizo el principio de la papiroflexia y el origami para generar estos rostros. Ambas fotografías están íntegras; sólo doblo y superpongo una sobre la otra. Esto da una mayor idea de ese desdoblamiento conceptual, humano, ético y moral”.

“Los retratistas se enfrentan a un desafío particular al representar a personas en la esfera pública, ya que poseen una autoconciencia multivalente. Son ellos mismos, pero representan a los demás” refiere Paul Roth en el libro “Richard Avedon, Portraits of Power” y agrega que así proyectan una imagen pública que corresponde a la concepción visual de su importancia y su misión. En la construcción de nuevas imágenes de presidentes por Hdez-Güero, sin duda, se traspasa esa ideación pública propia de los retratos para mostrar otros rostros del poder posibles pero invisibles.

De acuerdo con Suazo, esta serie “recuerda la condición bifrontal de todo tipo de poder” y añade que lo que ve el público es “la evolución”, “la síntesis de un proceso abierto” porque en este artista, las obras son abiertas.

En “Rostros presidenciales”, la última imagen de la serie siempre quedará a la mitad, a la espera de que el próximo presidente la complete. “Cada cuatro años, incluiré una nueva obra”, afirma Hdez-Guero. “Es una serie que culminará con mi muerte”.

La corriente crítica y cuestionadora hacia el poder desde el arte que se activó en Cuba en la década de los 80 –explica Suazo– “cambió de intensidad” en la década del 2000. La generación a la que pertenece Hdez-Güero, añade, “ya viene con otros aprendizajes y otras prácticas. Difiere de generaciones anteriores donde las cosas eran como más incisivas, más evidentes”.

Precisa que se trata de una generación que opera en un terreno más metafórico para dejar que el propio espectador se dé cuenta de ese falseamiento de la realidad. En Cuba, el poder “ha cambiado sus máscaras” y asimismo “el arte ha encontrado otra forma para cuestionar ese Estado, que sigue siendo el mismo, pero en otro nivel”.

En su trabajo, Hdez-Güero reproduce simbólicamente, desde el arte, cómo funciona esa maquinaria, indica el curador. “Lo que te muestra es la evidencia y te deja a ti, como espectador, la función de darte cuenta de cómo la realidad y los hechos son suplantados por la información mediatizada o educada”.

“Lecturas difíciles”, exposición de Jesús Hdez-Güero, Arts Connection Foundation, 676 NW 23rd St., Miami, FL. Hasta el 5 de mayo de 2024, de martes a sábado, de 3:00 a 7:00 p.m. Gratis. Información: (305) 546-7304. https://www.artsconnectionfoundation.org/

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