Jardines de los Marlins, ahora y en el futuro, generan preocupación. ¿Cómo les va a los hermanos Mesa?

Los Marlins siguen invirtiendo recursos en sus jardines, gastando decenas de millones de dólares en la agencia libre (Jorge Soler, Avisail García, Adam Duvall y Corey Dickerson), realizando canjes (Jesús Sánchez, Griffin Conine), colocando selecciones de las rondas del draft (JJ Bleday , Connor Scott, Peyton Burdick, Tanner Allen, Brady Allen, Kameron Misner) y desembolsando en la agencia libre internacional (Víctor Víctor Mesa, Victor Mesa Jr., Jerar Encarnación).

Y, sin embargo, el equipo de Miami no tiene un solo jardinero, ni a nivel de Grandes Ligas ni en las Menores, a quien puedan proyectar con confianza como un pelotero titular en dos años.

Los tres que lo hicieron en esta temporada - Sánchez y los ya probados García y Soler - han sido grandes decepciones, una de las principales razones por las que los peces llegaron al receso del Juego de Estrellas con marca de 43-48.

Como novato la pasada campaña, Sánchez parecía un jugador de todos los días a largo plazo.

Pero sus problemas en el segundo año (su promedio de bateo bajó de .251 a .201) generan serias preocupaciones.

A pesar de todos los dones físicos del pelotero dominicano, incluido su poder (11 jonrones, 30 impulsadas en 80 juegos), no se embasa lo suficiente. Ha tomado solo 20 bases por bolas en 298 apariciones en el plato y su OBP de .261 es el cuarto peor en las Mayores entre los 157 clasificados.

“A uno le gustaría verlo embasarse más con las bases por bolas”, expresó el manager de los Marlins Don Mattingly.

“Necesita entender cómo vencer a ese lanzador: ver qué pitchea, cómo quiero atacarlo y cómo dejarlo sin opciones. Es ser selectivo”.

Soler (.209) y García (.225) se han desempeñado muy por debajo de las expectativas y deben jugar mucho mejor para justificar sus contratos.

La producción de García mermó. Tuvo un average de .262 con 29 jonrones, 86 impulsadas y un OBP de .330 en 135 partidos con los Cerveceros en 2021.

En este 2022 promedia .225, con seis cuadrangulares, 28 remolcadas y OBP de 262 en 77 encuentros en su primer año con los Marlins.

Ese porcentaje de embasamiento de .262 es el quinto peor entre 157 jugadores de Grandes Ligas con suficientes turnos al bate para calificar.

“No creemos que haya nada realmente malo con su swing”, aseguró Mattingly.

“Le ha tirado a muchos lanzamientos fuera de la zona. Siempre estamos trabajando, sin decir OK, él estará bien. Estamos tratando de hacerle entender que su swing se ve igual que en Milwaukee. Es solo cuestión de recuperar sus puntos de contacto’’.

“Está un poco desajustado bateando el slider, y para mí, está haciendo menos contacto. De eso es de lo que hemos estado hablando con él’’.

Soler tiene 13 vuelacercas y 34 impulsadas en 70 partidos, pero su OBP de .299 lo ubica en el puesto 127 de los 157 clasificados.

Entonces, los cuatro mejores jardineros de Miami, incluido Bryan De La Cruz (.209), batean entre .201 y .225.

Aunque Mattingly comentó que los Marlins no usan el average como herramienta de evaluación, ¿es eso una preocupación?

“Creo que es un poco preocupante”, afirmó Mattingly.

“Avi es mejor que eso. Soler típicamente no está en ese rango. No creo que Sanchy esté realmente en ese rango. Creo que es mejor. Los muchachos que batean .300 le pegan duro a la pelota .Ellos han tenido un poco de mala suerte con sus batazos’’.

“Para batear .300 se le pega duro a la pelota. Eso para mí es donde el promedio importa. Si bateas .200, no sé cuán fuerte le estás pegando a la pelota. Preferiría que un tipo conectara más fuerte con algo de daño también. Esas posiciones de los jardines se perfilan como jugadores con jonrones y carreras impulsadas. Si un pelotero tiene un alto average con 10 remolcadas, eso no te sirve de nada en esas posiciones. Quieres un tipo que haga un poco de todo”.

En cuanto a los prospectos de los jardines en las Ligas Menores hay algunas razones para la esperanza, pero tampoco suficiente bateo de contacto de algunos de los jugadores más promocionados.

Scott, la primera selección de primera ronda de Derek Jeter y una decepción a pesar de ser anunciado como un prospecto de cinco herramientas, fue enviado a Pittsburgh en el intercambio de Jacob Stallings y Misner a Tampa por Joey Wendle.

Por cierto, Scott continúa con su modesta producción en Doble A para los Piratas (.251, dos jonrones, 25 impulsadas), mientras que Misner compila .228, con 12 bambinazos y 41 remolcadas en Doble A para los Rays.

Esto es algo notable: ninguno de los 10 mejores prospectos de los jardines de los Marlins bateando ni siquiera .270.

Y, sí, sabemos que el promedio es una estadística anticuada para algunos en el juego de hoy en día.

Podría decirse que Encarnación, Bleday y Conine han tenido el mejor año de los prospectos restantes del club de Miami.

Encarnación batea .246, con ocho cuadrangulares y 19 impulsadas en 46 juegos en Triple A Jacksonville.

Bleday acumula 20 vuelacercas y 50 remolcadas en 84 partidos, con un sólido OBP de .365.

Pero tiene un average de .226 en Jacksonville tras batear .212 en Doble A Pensacola la temporada pasada.

Burdick promedia 229, aunque al menos recibe muchas bases por bolas y tiene un decente OBP de .353, con 11 jonrones y 41 impulsadas en 77 encuentros en Jacksonville.

“Lo que estamos viendo con muchos de estos muchachos es que en la recotarda temporada 2020 ellos no tuvieron 400 o 500 apariciones en el plato, por lo que no ves la progresión tan rápido como te gustaría verla”, señaló la gerente general de los peces Kim Ng.

“JJ, Peyton Burdick son todavía buenos prospectos. El rendimiento comenzará a aumentar aquí”.

En Doble A, Conine, el hijo de Jeff, exhibe números sólidos (promedia .251, .375 de OBP, 13 cuadrangulares y 48 remolcadas en 76 juegos, pero aún se poncha demasiado (114 en 323 veces al bate).

El cubano Víctor Víctor Mesa (.220 en 204 apariciones en el plato en Pensacola) se está desvaneciendo como prospecto a los 25 años, a pesar de todo el alboroto que causó su llegada.

El jardinero central Thomas Jones, selección de tercera ronda en 2016, batea .147 en 138 comparecencias en el plato en Pensacola.

JD Orr promedia .228 en 158 apariciones en el plato en Pensacola; pero al menos tiene un OBP de .399 y tiene 29 robos en 30 intentos. Así que ha jugado bien después de su ascenso de Clase A Beloit.

En Beloit, Víctor Mesa Jr., el hermano de Víctor Víctor, da señales de vida (.promedia 263, con cuaro jonrones y 40 impulsadas, pero no lo suficiente como para convencer a nadie de que será titular en las Grandes Ligas.

Tanner Allen, la cuarta ronda del Draft 2021 procedente de Mississippi State, bateando .209 en Beloit.

Davis Bradshaw, seleccionado en la undécima ronda de 2018 y de Meridian Community College, ha tenido muy buenos turnos al bate en Beloit (.312 de average).

En Clase A baja en Jupiter, los principales prospectos de los jardines de los peces están teniendo resultados modestos hasta el momento.

Brady Allen, la quinta ronda del Draft 2021, e Carolina del Sur, exhibe average de .243, .con ocho cuadrangulares, 42 remolcadas y OBP de .328 en 77 partidos en Jupiter.

Osiris Johnson, seleccionado en la segunda ronda en 2018 de una escuela secundaria de Alameda, California, tiene average de .247, con cinco jonrones, 28 impulsadas y un OBP de .303 en Jupiter antes de su ascenso a Beloit.

En un momento, los Marlins parecían tener una gran calidad en sus jardineros.

Ahora ninguno de los jardineros titulares de Grandes Ligas tiene un OBP de .300.

En las Ligas Menores hay talento (Encarnación, Bleday, Burdick, Conine), pero ninguno que parezca una estrella inmediata.

Esto ha sido un elemento que ha impedido que el euipo de Miami dé el salto que esperaban en el quinto año de la reconstrucción con los nuevos dueños. Y un elemento que debería preocupar a todos los fanáticos de los Marlins.