Japón reabrirá las fronteras para los turistas, pero deberán contratar un tour a una agencia de viajes local

Chureito Pagoda en Fujiyoshida, Japón
Chureito Pagoda en Fujiyoshida, Japón - Créditos: @Japan Travel

Japón es uno de los pocos países que, después de la pandemia por coronavirus, todavía no acepta la llegada de turistas de todo el mundo con libertad. Desde el 7 de septiembre, los viajeros extranjeros pueden ingresar, si bien aún no son bienvenidos los pasajeros independientes. Para poder ser recibido, es necesario gestionar el paseo con una agencia de viajes.

Entre junio y el último martes, para ingresar al país era obligatorio comprar un paquete turístico en una agencia de viajes, y esto debía incluir un guía que acompañe a los viajeros durante todo su recorrido. Esta medida estuvo vigente desde junio.

Japón reabre de a poco para los turistas internacionales
Japón reabre de a poco para los turistas internacionales - Créditos: @Koji Sasahara

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo el pasado miércoles que el país también aumentará su límite de llegadas diarias a 50.000, mientras que antes el límite era de 20.000. Además, advirtió que, en un futuro, prevé facilitar todavía más las restricciones fronterizas.

“En países de todo el mundo, el intercambio internacional está en aumento”, sostuvo el mandatario. “Para participar en estos intercambios y beneficiar al yen que se encuentra débil, aumentaremos las llegadas permitidas diarias a 50.000 y aceptaremos a turistas con tours sin guías de todos los países”, agregó.

La ciudad de Osaka, Japón
La ciudad de Osaka, Japón

A partir de ahora, los turistas no necesitarán más estar acompañados por un guía. De todos modos, es obligatorio organizar el viaje con una agencia que se encargue de obtener el certificado para poder ingresar al país.

A principios de septiembre, Japón eliminó su requisito de presentar una prueba negativa de Covid, realizada hasta 72 horas antes, previa a la salida para los viajeros que recibieron al menos tres dosis de una vacuna.

Producto de estas restricciones, el turismo japonés atraviesa una época difícil. Hasta fines de julio, habían recibido poco más de 8000 viajeros extranjeros desde su reapertura.