La izquierdista Piedad Córdoba recibe homenaje póstumo en el Congreso colombiano

ARCHIVO - La entonces senadora colombiana Piedad Córdoba habla con periodistas en Bogotá, Colombia, el 28 de septiembre de 2010. La congresista de izquierda murió el sábado 20 de enero de 2024. Tenía 68 años. (AP Foto/Fernando Vergara, Archivo)

BOGOTÁ (AP) — El féretro de Piedad Córdoba, una reconocida senadora de la izquierda liberal en Colombia, llegó el lunes al Congreso para recibir un homenaje póstumo antes del sepelio en su natal Medellín.

Córdoba falleció el sábado en Medellín a los 68 años. Al ser recibida en el hospital sin signos vitales, los médicos realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar sin éxito.

Su hija Natalia Castro, quien la acompañó en sus últimas horas de vida, dijo a The Associated Press que la senadora estaba “muy bien” de salud. “No entiendo qué pasó”, aseguró con la voz quebrada.

Custodiado por policías, el féretro ingresó al Salón de la Constitución, donde fue recibido por políticos de izquierda y allegados con rosas blancas y amarillas.

“Yo vi a Shangó llorando y entre rayos y centellas Shangó estaba con ella”, coreaban mujeres afrodescendientes entre lamentos, en referencia al dios de la fuerza y la alegría de su propia mitología.

Con tambores que acompañaban el luto, evocaban la relación entre los vivos y los muertos, explicó a la AP Esperanza Biohó Perea, amiga de Córdoba y directora de la Fundación Colombia Negra.

De raíces afrocolombianas que exaltaba con turbantes en su cabeza, Córdoba se hizo célebre por su estrecha amistad con el presidente venezolano Hugo Chávez y sus gestiones para liberar a los secuestrados en poder de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Clara Rojas, quien permaneció durante seis años secuestrada por las FARC, envió condolencias a la familia de la senadora el día de su muerte a través de un mensaje de X, antes Twitter, en el que le agradeció que hubiese ido a la selva a recogerla el día de su liberación, así como por sus “incansables gestiones y esfuerzos para la libertad de tantos”.

Córdoba nació el 25 de enero de 1955. Fue la mayor de los 12 hijos que tuvieron los educadores Zabulón Córdoba y Lía Ruiz.

Tras terminar sus estudios de abogada en la Universidad Pontificia Bolivariana, Córdoba inició su carrera política en los barrios populares de Medellín, siempre con el Partido Liberal. Por esa misma época se casó con Luis Castro, con quien tuvo cuatro hijos: tres hombres y una mujer.

Córdoba labró una fructífera carrera política que pasó todas las etapas de los cargos de elección popular, siendo desde edil hasta senadora. Fue elegida cinco veces al Congreso, desde 1998 hasta 2022, siempre en defensa de las minorías étnicas, de género y las salidas negociadas al conflicto interno.

“Es una mujer que le apostó todo a la paz, al cambio, que trabajó por los distintos sectores populares, las comunidades negras, mujeres, minorías sexuales”, señaló Biohó Perea.

Su intermediación con los armados le valió críticas de sus detractores que la señalaban de presuntos vínculos con las FARC, los cuales siempre negó.

En 2010 el entonces procurador conservador Alejandro Ordóñez la destituyó e inhabilitó para ejercer cargos públicos por supuestamente intentar favorecer al grupo subversivo basado en documentos que incautó el ejército durante una operación contra la guerrilla. Seis años después, el Consejo de Estado anuló la decisión al encontrar que eran ilegales las pruebas recabadas en la operación.

“Se lo quitaron de una manera infame (su cargo en el Senado), no importa que después digan que fue ilegal, el mal estaba hecho”, subrayó la senadora de izquierda Aída Avella, quien conoció a Córdoba hace tres décadas. “A ella le dolió muchísimo, sobre todo que lo hiciera un procurador”, lamentó.

En el 2022 volvió a ser elegida senadora por la lista del movimiento político de Petro, el primer presidente de izquierda en la historia del país.

En sus últimos días de vida Córdoba lidió con la captura y extradición de su hermano Álvaro Córdoba a Estados Unidos por cargos federales relacionados con narcóticos. El 2 de enero se declaró culpable y su sentencia fue programada para abril.