Israel sigue siendo una historia bonita en Clásicos Mundiales, Nicaragua aún espera por hacer la suya

Israel sigue siendo una historia amable y contable en Clásicos Mundiales. Nicaragua, por su parte, todavía deberá espera un poco más para hacer la suya, porque a solo seis outs de su primera victoria en esta clase de eventos, vio como se le escapaba ese resultado.

Después de haber sido sometidos durante siete episodios y de haber dejado escapar varias oportunidades tremendas, Israel vivió un gran momento ofensivo en la octava entrada para imponerse 3-1 a los pinoleros que encajaron su segunda derrota del grupo D en Miami.

Después de la locura de sábado en la fecha inaugural del Clásico, el loanDepot park vivió una jornada más calmada, pero los 19, 955 aficionados que alentaron a ambos conjuntos le dieron calor a un encuentro marcado por el dominio de los lanzadores abridores.

Ciertamente, ambos conjuntos tuvieron varias oportunidades de hacer carreras, pero les faltó el batazo oportuno al menos en las primeras cuatro entradas, porque tanto el nicaragüense Ronald Medrano como el israelí Dean Kremer supieron apretar el brazo a la hora buena.

La diferencia vendría en el quinto, cuando Brandon Leyton aprovecharía un envío del relevista Josh Wolf para envía le pelota contra la cerca entre los jardines central e izquierdo para traer al plato a Sandy Bermúdez con la única anotación de los centroamericanos.

Israel, que dejara una agradable impresión en la edición, fue la que más oportunidades dejó pasar, porque nueve de sus hombres se quedaron en las almohadillas en espera de ser remolcados, pero los lanzadores nicaragüenses no permitirían libertades...Hasta que llegó la octava entrada.

Todo cambiaría de manera radical, pues Israel no dejó pasar el que bien pudo ser su último chance con hombres en primera y segunda antes de que Spencer Horwitz empatara el encuentro con un sencillo y Sarrett Stubbs pegara un doble que limpiaría las bases y pondría destino definitivo al juego.

De modo que Israel, que tan cerca estuviera de esa primera victoria, se marchó del parque con el trago amargo de lo que pudo haber sido y no fue.