Israel se dispone a ampliar ofensiva contra Hamás tras ataques aéreos que mataron a decenas de personas

El humo se eleva después de una explosión en Gaza, vista desde el sur de Israel, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo palestino Hamás

Por Nidal al-Mughrabi y James Mackenzie

JAN YUNIS, Gaza/JERUSALÉN, 19 nov (Reuters) - Israel se preparaba el domingo para ampliar su ofensiva contra los militantes de Hamás al sur de Gaza, después de que ataques aéreos mataron a decenas de palestinos, entre ellos civiles que, según informes, se refugiaban en dos escuelas.

Tras el lanzamiento de panfletos a previamente en la semana, Israel volvió a advertir el sábado a los civiles de algunas zonas del sur de Gaza que se reubicaran, ya que se prepara para una ofensiva en esa parte del pequeño enclave costero, tras someter al norte.

El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (UNRWA), Philippe Lazzarini, dijo en la plataforma de redes sociales X que Israel bombardeó dos escuelas de la agencia en el norte. Más de 4.000 civiles estaban refugiados en una de ellas, dijo.

"Se informa de docenas de muertos, incluidos niños", dijo. "Segunda vez en menos de 24 horas que las escuelas no se salvan. BASTA, estos horrores deben terminar".

Un portavoz de las autoridades de Hamás en Gaza dijo que 200 personas habían muerto o resultado heridas en la escuela. El ejército israelí no hizo comentarios.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, cuyo gobierno controla partes de la Cisjordania ocupada por Israel, declaró el sábado: "Cientos de personas desplazadas por la fuerza murieron" en las dos escuelas de Gaza.

Israel prometió destruir a Hamás tras la incursión del grupo militante en Israel el 7 de octubre, en la que sus combatientes mataron a 1.200 personas y tomaron 240 rehenes, según los recuentos israelíes.

Al entrar el conflicto en su séptima semana, las autoridades de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, elevaron el número de muertos a 12.300, entre ellos 5.000 niños.

El sábado, Abbas hizo un llamamiento al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que intervenga a fin de detener la operación israelí en Gaza.

En un discurso emitido por la televisión palestina, Abbas dijo que "cientos de personas desplazadas a la fuerza fueron asesinadas" en las dos escuelas de Gaza y exigió "que usted y los líderes mundiales asuman la responsabilidad de detener esta agresión y genocidio contra nuestro pueblo".

Biden, que se opone a un alto el fuego, se mostró partidario del fin del conflicto, afirmando en un artículo de opinión publicado en el Washington Post que la Autoridad Palestina debería gobernar en última instancia tanto Gaza como Cisjordania.

Preguntado por la propuesta de Biden, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró a la prensa en Tel Aviv que la Autoridad Palestina en su forma actual no era capaz de responsabilizarse de Gaza. Israel no ha revelado una estrategia para Gaza después de la guerra.

SE AVECINA UN ASALTO AL SUR

Mientras el ejército israelí se disponía a avanzar hacia el sur, las autoridades palestinas acusaron al ejército israelí de evacuar por la fuerza a la mayoría del personal, los pacientes y los desplazados del hospital Al Shifa, el mayor de Gaza, y obligarlos a emprender peligrosos viajes a pie hacia el sur.

Las fuerzas israelíes negaron la acusación, afirmando que las evacuaciones eran voluntarias. El portavoz militar, contralmirante Daniel Hagari, afirmó que Israel abrió un corredor seguro para que los civiles que se encontraban en el hospital pudieran dirigirse hacia el sur, a petición del director del hospital.

Las fuerzas israelíes se apoderaron de Al Shifa en su ofensiva por el norte de Gaza a principios de semana, alegando que ocultaba un centro de mando subterráneo de Hamás.

Una ofensiva israelí en el sur podría obligar a cientos de miles de palestinos que huyeron de la ciudad de Gaza en el norte a desarraigarse de nuevo, junto con los residentes de Jan Yunis, una ciudad de más de 400.000 habitantes, lo que agravaría una grave crisis humanitaria.

El conflicto ya ha desplazado a cerca de dos tercios de los 2,3 millones de habitantes de Gaza.

Sin embargo, un avance en el sur de Gaza podría resultar más complicado y mortífero que en el norte, ya que los militantes de Hamás se han atrincherado en la región de Jan Yunis, según una fuente israelí de alto nivel y dos exoficiales de alto rango.

ATAQUES AÉREOS

A primera hora del sábado, un ataque aéreo en un concurrido barrio residencial de Jan Yunis causó 26 muertos y 23 heridos entre la población palestina, informaron fuentes sanitarias.

Eyad Al-Zaeem dijo a Reuters que había perdido a su tía, a los hijos de ésta y a sus nietos en el ataque aéreo contra Jan Yunis. Todos ellos habían sido evacuados del norte de Gaza por orden del ejército israelí, pero murieron donde el ejército les dijo que podían estar a salvo.

"Todos ellos fueron martirizados. No tenían nada que ver con la resistencia (de Hamás)", afirmó Zaeem, frente al depósito de cadáveres del hospital Nasser, donde se depositaron los 26 cuerpos antes de que sus seres queridos los llevaran a enterrar.

A unos pocos kilómetros al norte, seis palestinos murieron al ser bombardeada desde el aire una casa en la ciudad de Deir Al-Balah, informaron las autoridades sanitarias.

Un tercer ataque aéreo israelí mató el sábado por la tarde a 15 palestinos en una casa al oeste de Jan Yunis, cerca de un refugio para desplazados, según testigos y médicos.

Israel afirma que Hamás suele ocultar combatientes y armamento en edificios residenciales y otros edificios civiles, lo que Hamás niega.

Un comunicado militar israelí se limitó a decir que en las últimas 24 horas su fuerza aérea había alcanzado decenas de objetivos en Gaza, incluidos militantes, centros de mando, puntos de lanzamiento de cohetes y fábricas de municiones.

Israel declaró que cinco de sus soldados habían muerto en Gaza desde el viernes, lo que eleva a 57 sus bajas en el territorio.

(Reporte de Nidal al-Mughrabi, James Mackenzie, Henriette Chacar y redacciones de Reuters; Escrito por Doina Chiacu; Editado en Español por Ricardo Figueroa)