Ir a la playa ya no es lo mismo para Lily James

Ir a la playa ya no es lo mismo para Lily James. (Jim Stoten/The New York Times)
Ir a la playa ya no es lo mismo para Lily James. (Jim Stoten/The New York Times)

Los actores suelen hablar sobre lo emocionante que es adentrarse en un papel, el entusiasmo que sienten cuando al fin encuentran la clave de su esencia. Lily James no evoca esas emociones cuando se le pregunta sobre cómo canalizó a Pamela Anderson en la miniserie de Hulu “Pam & Tommy”, sino que siempre hay una pequeña sombra en su mirada.

Sintió miedo, confesó, y se volvió un poco obsesiva. Pasaba horas en la silla de maquillaje escuchando colecciones de entrevistas de Anderson y fragmentos de programas de televisión como “Stacked”, “VIP” y, por supuesto, “Guardianes de la bahía”.

“Estaba aterrada de no hacer un buen trabajo”, comentó James, quien es británica, en una conversación reciente en video. (Su acento fue una de las muchas transformaciones a las que tuvo que someterse para el papel). “Nunca había trabajado tanto, y es que era necesario”.

Su trabajo sí fue bueno: su actuación recibió no solo elogios universales —James Poniewozik de The New York Times la describió como “secretamente compleja” cuando la serie se estrenó en febrero— sino también la primera nominación de James al premio Emmy. (“Pam & Tommy” obtuvo 10 nominaciones en total, incluida una por mejor serie limitada).

Durante una conversación reciente en video, los autores-productores D.V. DeVincentis y Robert Siegel confirmaron que James estuvo siempre en el papel.

“Nunca se quedaba a chismear en el área de bocadillos, nada de eso”, relató DeVincentis, quien también fue guionista y productor ejecutivo del programa, para describir la ética de la actriz en el plató. “Cuando no estaba filmando una escena, siempre estaba escuchando entrevistas de Pamela Anderson para siempre tener su voz en la mente”.

“Pero también fue siempre amable, alegre y accesible”, se apresuró a añadir Siegel, quien también es el creador de la serie, para evitar que se piense que James había llegado a extremos antisociales de estilo diva. “Hubo tantos momentos en los que pudo haberse salido de sus casillas o ponerse furiosa, y habría estado completamente justificado y se lo habríamos perdonado. Pero nunca lo hizo”.

James, de 33 años, no pudo haber sido más cordial cuando hablamos, aunque tuvo que encontrar tiempo en sus últimos momentos de descanso en la Toscana italiana, donde se hospedaba antes de viajar a Roma y empezar el rodaje de una película de Saverio Costanzo, el director italiano detrás de la adaptación de la saga literaria de Elena Ferrante “La amiga estupenda” en HBO.

Ya había dominado la práctica de mover las manos al hablar, y se veía relajada y tranquila, con una excelente noción de cómo verse fabulosa incluso por Zoom. Proyectaba una mezcla adorable de seguridad discreta y autocrítica alegre, la cual incluyó una evaluación demasiado severa de su propia habilidad para dar entrevistas.

“Siento que no se me da hablar sobre mi trabajo”, señaló. “Siempre me recuerdo que soy actriz, entonces no tengo que ser buena para esta parte, está bien”.

Interpretar a Anderson es otro paso importante en la carrera de James, cuya actuación durante tres temporadas como Lady Rose MacClare en “Downton Abbey” la llevó a obtener papeles de perfil cada vez más alto, como la versión joven de Donna Sheridan, también interpretada por Meryl Streep, en “¡Mamma Mia! Vamos otra vez” y la novia de Ansel Elgort en la estilística película de acción de Edgar Wright “Baby: el aprendiz del crimen”.

Esta no es la primera vez que interpreta a un personaje de la vida real, aunque la secretaria de Winston Churchill en tiempos de guerra, Elizabeth Layton, quien falleció en 2007, no estuvo presente para escudriñar la manera en que James la personificó en el drama histórico “Las horas más oscuras” (2017). Por el contrario, los dos personajes protagonistas de “Pam & Tommy”, están muy vivos todavía.

Hubo un momento de titubeo durante nuestra conversación cuando le pregunté a James si ya había conocido en persona a Anderson, quien no participó en la producción de la serie y después declaró que no la había visto.

“Todavía no”, respondió James. “Y lo respeto muchísimo. Es su decisión. Es muy extraño porque la interpreté, y me siento muy apegada, pero…”. Se sumió en sus pensamientos. “Espero que, si alguna vez ve el proyecto, perciba que todos los involucrados buscamos cuidarla”.

Para desconectarse del ajetreo de la industria, a James le gusta estar en la naturaleza, lejos de las personas y las ciudades. “Cuando ves la perspectiva del océano y el horizonte frente a ti, confirmas que todo va a estar bien”, comentó.

Sin embargo, cuando le pregunté si todavía podía relajarse en las playas —o si ahora le venían a la mente imágenes de salvavidas corriendo en cámara lenta— recordó el rodaje de una escena importante de “Guardianes de la bahía” en “Pam & Tommy”.

“Ese día pasará a la historia como uno de los más locos de mi vida”, indicó, sacudiendo la cabeza. “Había paparazzi en el mar, tomándome fotos, y a mí nunca me ha gustado que me fotografíen en bikini, mucho menos en el traje de baño rojo de Pamela Anderson”.

Ese traje de baño ya es una parte fundamental del panorama cultural de los noventa. Y si “Pam & Tommy” ha logrado algo, es hacernos reconsiderar el papel de Anderson en esta década, sobre todo al inicio de su matrimonio con el baterista de Mötley Crüe Tommy Lee (interpretado por Sebastian Stan, quien también fue nominado al Emmy), cuando el video casero sexual de la pareja fue robado y comercializado.

Lee salió casi ileso del escándalo —típico comportamiento de roquero— pero Anderson fue blanco de burlas y calumnias incesantes. “La serie se trata de ver nuestra culpabilidad como seres humanos, nuestra falta de empatía”, expresó James. “Realmente sentí la responsabilidad de cómo sería recibida la serie, así que no podía soltarla, y no filmé nada por mucho tiempo después de eso”.

“No me sentía capaz”, agregó. “Seguía hablando con acento estadounidense”.

No puedes permitirte desaparecer en la vida, la psique —y la apariencia física— de otra persona como lo hizo James sin que te afecte. “Pam & Tommy” podrá percibirse como una gran fiesta desde fuera, pero la llevó a una profunda introspección.

“Me hizo querer seguir avanzando y hacer papeles de verdad desafiantes”, afirmó James y agregó: “Sentía que necesitaba un gran cambio en mi carrera y esto era, fue una especie de parteaguas”.

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