Irán liberó a la periodista italiana Cecilia Sala, detenida desde el 19 de diciembre

La periodista Cecilia Sala. (Photo by Ivan Romano/Getty Images)
La periodista Cecilia Sala. (Photo by Ivan Romano/Getty Images) - Créditos: @Ivan Romano

ROMA.- En lo que significa seguramente un gran éxito diplomático para Giorgia Meloni, después de 21 días de cárcel y angustia, fue liberada este miércoles la periodista Cecilia Sala, que se encontraba detenida en Irán desde el 18 de diciembre pasado y que el régimen de Teherán pretendía canjear con un ingeniero arrestado en Milán pocos días antes, a pedido de Estados Unidos.

“Ha despegado hace pocos minutos, desde Teherán, el avión que trae de vuelta a casa a la periodista Cecilia Sala. Gracias a un intenso trabajo a través de los canales diplomáticos y de inteligencia, nuestra connacional ha sido liberada por las autoridades iraníes y está volviendo a Italia”, anunció Meloni en X, a las 11.40 locales, sorprendiendo a todo el mundo. “La primera ministra expresa gratitud a todos aquellos que han contribuido a hacer posible el regreso de Cecilia, permitiéndole volver a abrazar a sus familiares y colegas”, indicó un comunicado del Gobierno difundido al mismo tiempo, que precisó que la premier fue quien llamó telefónicamente a los padres de la joven para darles la noticia.

En medio de un clima de gran alivio en el país, que vivió las últimas semanas pendientes del caso, Sala, periodista del diario Il Foglio y de Chora Media, de 29 años, llegó a Italia a bordo de un avión Falcon Jet de la aeronáutica italiana que aterrizó a las 16.15 locales en el aeropuerto romano de Ciampino. En medio de gran expectativa mediática, pero al mismo tiempo, gran reserva -lo mismo que reinó durante las últimas tres semanas de negociaciones para su liberación-, Sala fue recibida por sus padres, por su pareja, Daniele Rainieri, con quien se fundió en un primer abrazo y por Meloni y el canciller y vicepremier, Antonio Tajani.

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Fue Il Post, medio en el que trabaja Rainieri, también periodista, el que publicó la primera foto de Sala ya en Italia. En la imagen la joven aparece sonriente y en buen estado pese a tres semanas de cárcel durísimo. Junto a ella, de espaldas, se la ve a Meloni, que se anotó un gran triunfo porque el caso Sala era más que complejo e involucraba también a Estados Unidos, país al que la premier viajó para una misión relámpago el fin de semana pasado, en una visita que, evidentemente, destrabó negociaciones más que complejas.

Sala había ingresado a Irán el 13 de diciembre pasado con visa periodística para realizar unos podcasts sobre el patriarcado. Fue arrestada en su hotel el 19 de diciembre, justo un día antes del vuelo que tenía previsto para regresar a Italia; su detención se hizo pública el 27 de diciembre. Unos días después, Irán hizo saber que el motivo del arresto había sido “quebrantar las leyes islámicas de Irán”, una acusación muy genérica que, según medios italianos, ocultaba que en verdad tenía que ver con una represalia, dentro de una trama mucho más compleja.

Cecilia Sala. (Photo by Elena Di Vincenzo/Archivio Elena Di Vincenzo/Mondadori Portfolio via Getty Images)
Cecilia Sala. (Photo by Elena Di Vincenzo/Archivio Elena Di Vincenzo/Mondadori Portfolio via Getty Images) - Créditos: @Mondadori Portfolio

Teherán, en efecto, intentaba negociar con ella un intercambio con Mohammed Abedini Najafabadi, ingeniero iraní experto en drones que fue arrestado en el aeropuerto de Malpensa, Milán, el 16 de diciembre, tres días antes de la detención de la periodista en Teherán. Abedini fue demorado tras un pedido de Estados Unidos, que lo considera uno de los cómplices de un atentado contra soldados estadounidenses ocurrido en un ataque con drones en Jordania en enero de 2024.

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Al comenzar el Nuevo Año, Sala dio detalles del trato terrible que estaba padeciendo en una celda de la prisión de Evin, uno de los símbolos de la represión del régimen de los ayatollah, en llamados telefónicos que le permitieron hacer a sus padres y a su pareja. “Por favor, apúrense”, pidió la periodista, que contó que se encontraba aislada en una celda gélida, con tan solo una manta que utilizaba para apoyarse y dormir en el suelo y con una luz de neón prendida las 24 horas.

Al día siguiente, el jueves pasado, Meloni no sólo convocó a una reunión de ministros, sino que se reunió con los padres de la joven que pidieron “silencio stampa”, es decir, máxima reserva para que pudiera resolverse la cuestión. Ese mismo día, fiel reflejo de la complejidad de la situación, la embajada de Irán en Italia negó cualquier maltrato a Sala y dejó en claro que para resolver el caso apuntaba a un “canje” con el ingeniero iraní detenido.

Al día siguiente, en una movida que ni siquiera sabían varios miembros de su gobierno, según trascendió, Meloni se subió a un avión y viajó a Florida para reunirse en Mar-a-Lago con el presidente electo, Donald Trump, una misión relámpago que, evidentemente, fue exitosa.

Ayer, en un cambio de registro, de hecho, las autoridades de Teherán dijeron que el arresto de la joven no estaba relacionado con la detención de Mohammed Abedini y que auspiciaban “una rápida solución” del caso. Aunque ahora nadie lo dice, todo el mundo espera que en los próximos días, cuando baje la atención mediática, Abedini sea liberado o, al menos, no sea extraditado a Estados Unidos.

Como era de esperar, todo el arco político expresó gran satisfacción por la liberación de Cecilia, una preocupación nacional y cuando trascendió que estaba ya volando hacia Italia, estalló un aplauso apartidario en el Parlamento. “Estoy especialmente contento porque soy amigo personal de su padre, por lo que seguí con particular inquietud el tema y, además al deber de ministro, también puse un poco de afecto”, dijo el canciller, Antonio Tajani, entrevistado por el TG1, el principal noticiero de la RAI, que enseguida puso en marcha una edición extraordinaria para darle una gran cobertura a la liberación, que definió “un capolavoro diplomático de Meloni y de Italia. “Estoy feliz por este trabajo de equipo, desde el primer día hicimos todo lo que se podía hacer para traer de nuevo a casa una ciudadana italiana”, aseguró Tajani, que es también vicepremier y que subrayó que “su caso está separado del de Abedini”.

Más allá de su desmentida, tal como escribió el Corriere della Sera, se cree que antes del 20 de enero, el día de la asunción de Donald Trump en Estados Unidos, el caso del ingeniero iraní -que, todos los analistas coinciden, fue la verdadera causa del arresto de Sala-, deberá resolverse y de forma favorable para el experto en drones.

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Ranieri, la pareja de la periodista, por la mañana celebró en Instagram la liberación publicando un video del gol de Fabio Grosso en el Mundial de 2006: “Cecilia es libre. Un gran trabajo italiano. Gracias a todos”, escribió.

Elisabetta Vernoni, la madre, tampoco ocultó su inmensa emoción: “volví a nacer hoy”, dijo, en lágrimas. Su papá, Renato Sala, en tanto, no dudó en hablar del “día más lindo de mi vida”.