Irán ejecuta a otro prisionero detenido durante las protestas de 2022

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Irán ahorcó el martes a otro prisionero por crímenes cometidos durante las protestas nacionales que estallaron en 2022 tras la muerte de una joven detenida por no llevar el cabello adecuadamente cubierto.

El reo, Mohammad Qobadlu había sido condenado por matar a un policía y herir a otros cinco al atropellarlos con su auto durante una marcha en la localidad de Parand, cerca de la capital, Teherán, indicó un reporte en la televisora estatal.

Qobadlu, de 23 años, había confesado el crimen y tuvo acceso a un abogado durante el juicio, según el reporte. El preso había apelado la pena de muerte impuesta por una corte menor, pero la Corte Suprema respaldó el veredicto original.

Se trata de la novena ejecución reportada por las autoridades desde que comenzaron las protestas en el otoño de 2022, según un conteo de The Associated Press.

Los meses de disturbios estallaron tras la muerte de Mahsa Amini, una mujer de 22 años que falleció aún bajo custodia el 16 de septiembre de 2022 tras ser detenida por la policía de la moral iraní, supuestamente porque no llevaba bien colocado el hiyab, una prenda que cubre el cabello.

Al menos 529 personas murieron y decenas de miles fueron detenidas en las manifestaciones. Las protestas remitieron de forma gradual a principios del año pasado.

Irán ejecutó en diciembre a un vigilante de banco condenado por matar a tiros a un religioso importante el pasado abril. El ayatolá Abbas Ali Soleimani, de 77 años, era el clérigo más destacado asesinado desde las protestas y la posterior represión contra los manifestantes. No se explicó el motivo del tiroteo.

Aunque el clero chií juega un importante papel en Irán desde hace mucho, en especial desde la Revolución Islámica de 1979, el descontento ha crecido en los últimos años durante oleadas de protestas por cuestiones económicas, políticas y de derechos civiles.

Irán ahorcó en noviembre a Milad Zhohrevand, de 21 años, en la población occidental de Hamadan por matar a tiros a un miembro de la Guardia Revolucionaria, un cuerpo paramilitar, durante las protestas.