La investigación sobre el manejo de material clasificado por parte de Trump es solo una de varias que enfrenta

El allanamiento del FBI de la residencia del expresidente Donald Trump el lunes en Florida fue un sorprendente paso del Departamento de Justicia en su aparente investigación de los materiales que fueron tomados de manera indebida por el expresidente, incluidos documentos clasificados, al momento de dejar el cargo.

Pero es solo una de las varias investigaciones activas de las que Trump es sujeto mientras insinúa la posibilidad de un anuncio inminente de una campaña presidencial para 2024.

“Creo que esto solo va a hacer que mi suegro tenga más energía, en caso de que decida postularse a la presidencia en 2024”, dijo Lara Trump, su nuera, en Fox News en respuesta a la noticia del registro de su mansión.

Parte del atractivo de otra contienda presidencial de Donald Trump, según ha dicho gente cercana a él, es que también funcionaría como una estrategia de defensa, ya que le permitiría argumentar que las investigaciones tienen motivos políticos y, en su mayoría, corren por cuenta de demócratas en un intento por derrotarlo en 2024.

Echemos un vistazo a las investigaciones que enfrenta, además de la investigación sobre su manejo de material clasificado y otros materiales del gobierno:

— En Nueva York, la fiscal general del estado Letitia James está realizando una Investigación civil sobre Trump y su negocio familiar, cuyo resultado podría conducir a una demanda o multas. Se espera que la fiscalía de James interrogue al expresidente y a su hija mayor, Ivanka Trump, como parte de la investigación sobre si la Organización Trump infló de manera fraudulenta el valor de los activos de Donald Trump. Se espera que Trump declare esta semana.

Además, el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, ha dicho que continuará con la investigación penal de las prácticas empresariales de Trump, a pesar de las renuncias en febrero de dos fiscales veteranos que, según gente que conoce la situación, mencionaron dudas que Bragg había manifestado sobre seguir adelante con el proceso penal.

— En Georgia, Fani Willis, la fiscal de distrito de la zona metropolitana de Atlanta, encabeza una investigación penal de amplio alcance sobre todo lo que hicieron Trump y sus aliados para revertir su derrota electoral en 2020 en Georgia. La investigación parece apuntar a múltiples acusados de asociación delictuosa para cometer fraude electoral o cargos relacionados con la delincuencia organizada por participar en un esquema coordinado para socavar las elecciones.

— En Washington, la comisión de la Cámara de Representantes que investiga la incursión al Capitolio el 6 de enero de 2021, ha utilizado ocho audiencias públicas para exponer una narrativa completa de los esfuerzos de Trump para anular las elecciones de 2020. El panel promete más pruebas y más audiencias en otoño. No tiene poder para procesar, pero está considerando la posibilidad, en gran medida simbólica, de solicitarle al Departamento de Justicia que tome medidas penales. Aunque hay importantes obstáculos legales para cualquier posible acusación, los miembros de la comisión y los expertos jurídicos han dicho que Trump podría ser investigado por obstruir un procedimiento oficial del Congreso, defraudar a Estados Unidos y cometer el delito de conspiración sediciosa. También han planteado en repetidas ocasiones la preocupación por la manipulación de testigos, que es un delito.

—El Departamento de Justicia investiga los esfuerzos de Trump para permanecer en la presidencia a pesar de su derrota en las urnas en 2020, como parte de esta investigación, abogados interrogan a los testigos directamente ante un gran jurado sobre las acciones de Trump y algunos de sus principales asesores. En fechas recientes, los fiscales federales preguntaron directamente a los testigos sobre su participación en los actos para revertir la derrota electoral de Trump. Los fiscales han hecho especial énfasis en el llamado “plan de falsos electores” llevado a cabo por Trump y sus aliados, en el que sus partidarios en estados clave de la contienda se presentaron como listas alternativas de electores, con la esperanza de retrasar o bloquear la certificación del Colegio Electoral de la victoria de Joe Biden.

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