Las inundaciones en Porto Alegre alcanzan un nuevo récord y Lula cancela un viaje por la crisis

Se ve un automóvil bajo el agua en el barrio de Arquipiélago en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, el 12 de mayo de 2024
Se ve un automóvil bajo el agua en el barrio de Arquipiélago en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, el 12 de mayo de 2024 - Créditos: @ANSELMO CUNHA

SAN PABLO.- El número de muertos por las inundaciones en Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, ascendió a 147, según informaron hoy las autoridades locales, mientras que 127 personas siguen desaparecidas y el estado continúa con alerta máxima de inundaciones severas.

Rio Grande do Sul continúa con alerta de inundaciones severas para Vale do Taquari y el Gran Porto Alegre. En Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul, el río Guaíba aún se encuentra por encima del nivel de inundación, y en los últimos días se ha visto afectado por un repunte, cuando el nivel que había bajado comenzó a subir nuevamente. Este lunes, en un registro de matutino, Guaíba había vuelto a alcanzar los 4,78 metros.

Las lluvias amainaron el lunes pero el gobernador del estado, Eduardo Leite, urgió a los evacuados a no regresar a las viviendas, en especial en Porto Alegre y sus alrededores. “No es momento de volver a las casas todavía en las zonas de riesgo”, alertó en una conferencia de prensa.

TOPSHOT - A sofa float in a flooded atreet at the historical city center of Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brazil on May 12, 2024. New rains in waterlogged southern Brazil are expected to be heaviest between Sunday and Monday, authorities have warned, bringing fresh misery to victims of flooding that has killed 136 people and left 806 injured and 125 missing so far. (Photo by Anselmo CUNHA / AFP)

El río Guaíba superó por segunda vez en apenas diez días la marca histórica de la inundación de 1941. La primera vez que se superó la marca fue la noche del 3 de mayo, cuando el nivel superó los 4,76 metros de altura. Guaíba alcanzó una altura sin precedentes de 5,35 metros el 5 de mayo.

Nueve de cada diez localidades monitoreadas por Defensa Civil se encuentran por encima del nivel de inundación, según datos hidrológicos del DRHS-SEMA. El nivel de inundación marca el nivel en el que se observan los primeros daños en la región afectada.

El repunte fue provocado por nuevas lluvias que llenaron los ríos que desembocan en Guaíba entre el viernes y el domingo. La previsión es que este lunes, martes, parte del miércoles y viernes lleguen vientos del sur, lo que podría provocar una fuerte suba del nivel del agua.

La agencia meteorológica MetSul alertó el lunes sobre la llegada de un frente frío a Rio Grande do Sul, que complicará la situación de los evacuados.

“Estamos viviendo la continuación de un drama sin fin aquí en Rio Grande do Sul desde finales de abril, cuando comenzaron estas lluvias torrenciales”, dijo el vicegobernador Gabriel Souza a la cadena Globo.

El desastre, que expertos y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático y al fenómeno El Niño, obligó a más de 600.000 personas a abandonar sus hogares. De ellas, casi 81.000 se encuentran en refugios montados en escuelas, clubes deportivos y otros establecimientos.

La cifra de fallecidos por la tragedia climática que se registra desde hace 13 días en el estado de Río Grande do Sul, sur de Brasil, aumentó a 147 con 125 desaparecidos y 339.925 evacuados, según el balance divulgado el sábado por la Defensa Civil. (Xinhua/Lucio Tavora) (lt) (oa) (ra) (da)
La cifra de fallecidos por la tragedia climática que se registra desde hace 13 días en el estado de Río Grande do Sul, sur de Brasil, aumentó a 147 con 125 desaparecidos y 339.925 evacuados, según el balance divulgado el sábado por la Defensa Civil. (Xinhua/Lucio Tavora) (lt) (oa) (ra) (da) - Créditos: @[e]LUCIO TAVORA

Este evento catastrófico ha tenido también repercusiones políticas. El presidente de Brasil, Lula da Silva, se vio obligado a cancelar su viaje programado a Chile -previsto para los días 17 y 18 de mayo- para centrarse en la respuesta del gobierno a las inundaciones.

La presidencia señaló en un comunicado “la necesidad de monitorear la situación de las inundaciones en Rio Grande do Sul y coordinar la atención a la población afectada y las tareas de reconstrucción”. Por el momento no hay una nueva fecha prevista para el viaje de Lula.

Respuesta y recuperación

La comunidad internacional y diversas organizaciones humanitarias han empezado a coordinar esfuerzos para apoyar a Brasil en esta difícil situación. Por su parte, la Argentina autorizó una operación conjunta de protección civil “con motivo de brindar asistencia humanitaria en el Estado de Rio Grande do Sul del citado país”, según anunció hoy el Ministerio de Defensa.

Mientras tanto, el gobierno brasileño y las autoridades locales continúan trabajando sin descanso para asistir a los afectados y restaurar la normalidad en las áreas más golpeadas por las inundaciones. Se trata de “la mayor operación logística de la historia del estado”, según Leite.

Un coche queda parcialmente sumergido en una calle inundada por las fuertes lluvias en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, el domingo 12 de mayo de 2024. (AP Photo/Andre Penner)
Un coche queda parcialmente sumergido en una calle inundada por las fuertes lluvias en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, el domingo 12 de mayo de 2024. (AP Photo/Andre Penner) - Créditos: @Andre Penner

Mientras el aeropuerto internacional de la ciudad de Porto Alegre, la capital del estado, sigue bajo agua, las lluvias e inundaciones sin precedentes afectaron también al menos a 80 comunidades indígenas, algunas de forma extremadamente grave, según el Consejo Indigenista Misionario de Brasil.

En consecuencia, Defensa Civil dijo el lunes que entregó kits de alimentos y agua potable a tres comunidades indígenas del Valle de Taquari para 240 familias, señaló en un comunicado.

El gobierno está realizando un grupo de trabajo para aprobar en un plazo de 24 horas los planes de emergencia presentados por los municipios de Rio Grande do Sul. En la práctica, esto acelera la liberación de recursos para acciones como la asistencia humanitaria.

El gobierno federal y los estados han anunciado un fondo de emergencia para asistir a las víctimas y reconstruir las áreas afectadas por el desastre. Sin embargo, las obras necesarias para prevenir futuras inundaciones se proyectan a largo plazo, extendiéndose hasta 15 años en al menos seis estados, con un presupuesto comprometido de R$ 7,3 mil millones. Esta inversión resalta la magnitud de la tarea por delante y no asegura una solución inmediata para la seguridad de los residentes en las zonas vulnerables.

Agencias Reuters, DPA y diario O Globo (GDA)