Intriga, morbo y sangre, ¿cómo la UFC rescató de las arenas del desierto una velada en problemas?

La UFC nunca suele perder.

Ni en dinero, ni en atención, ni en darle a los aficionados lo que desean ver. La cartelera que tendrá lugar este sábado en Abu Dhabi, (ESPN PPV) es un claro ejemplo de cómo el alto mando de la empresa suele actuar en cuestión de horas para salvar lo que parecía un naufragio seguro.

Cuando se anunció desde hace meses la velada UFC 294 se entendía que el evento en los Emiratos Árabes Unidos llevaba implícito una tremenda carga de calidad y emoción.

Después de todo, se esperaba la revancha por el título mundial ligero entre Islam Makhachev y Charles Oliveira, pero quizá más emoción rodeaba el choque entre Khamzat Chimaev y Paulo Costa.

A 11 días de que llegara la hora de entrar en la jaula, Dana White y sus lugartenientes enfrentaron un verdadero dilema: en menos de 24 horas de diferencia Costa salió de circulación debido a una infección en el codo, mientras que Oliveira sufría una lesión encima de un ojo que requería varios puntos de sutura. Todo se venía abajo.

Pero el presidente de la UFC y sus matchmakers, como suelen hacer, sacaron conejos del sombrero y en un acto de ilusionismo propusieron dos figuras que no llegaban en las mejores condiciones temporales ni físicas, pero que el gran pública aceptaría sin rechistar.

PRIMER CAMBIO RADICAL

Con Oliveira fuera debido a una lesión en la parte superior de un ojo, White anunció que ahora Makhachev enfrentaría a Alexander Volkanovski, confirmando una revancha que la gente esperaba, pero no con tanto apuro ni en estas circunstancias.

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Pero White sabía que muchos querían ver una segunda entrega entre ambos, luego de una tremenda batalla el pasado febrero en Australia, aunque Volkanovski llega con menos de dos semanas de campamento para un hombre que le supera en estatura, alcance y se encuentra en su peso natural.

Así las cosas, Volkanovski intentará vengar una derrota ante Makhachev cuando se enfrentaron por primera vez, dejando una tremenda impresión el actual campeón de las 145 libras, sobre todo en un asalto final donde derribó al rey ligero y le propinó un fuerte ground and pound.

Volkanovski defendió su título de peso pluma con una victoria aplastante sobre Yair Rodríguez en julio pasado y ahora se preparaba para enfrentar en enero a Ilia Topuria, pero esos planes han cambiado por completo ante el apremio por salvar la noche en Abu Dhabi.

SEGUNDO CAMBIO RADICAL

Cuando White anunció que Costa no podría competir contra Chimaev y que en su lugar entraba Kamaru Usman fue como si los aficionados dejaran escapar un gesto de alivio, porque el brasileño -aunque era un rival de mucha calidad- siempre dejaba un rastro de duda desde su derrota ante Israel Adesanya.

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Otro elemento que no se puede pasar por alto es que White reveló que el ganador de este choque será calificado como retador obligatorio del campeón mediano Sean Strickland, quien venció en septiembre a Adesanya, quien anunció que se alejaba por un buen tiempo de los deportes de combate.

Ciertamente, no son condiciones ideales porque Usman aceptó el combate contra Chimaev con menos de dos semanas de anticipación, para no hablar que el excampeón del peso welter sube a las 185 libras por primera vez en su carrera y contra un tipo muy fuerte.

Tomando el pulso a la afición muchos estiman que Usman dará una pelea mejor que un Costa que siempre tiene problemas a su alrededor y no cuenta con la hoja de servicios de un hombre que durante un tiempo fue considerado el rey libra por libra.

Usman es uno de los mejores pesos welter de la historia de la UFC que durante su carrera encadenó 15 victorias consecutivas antes de perder dos combates seguidos contra Leon Edwards, quien en diciembre defenderá su faja con el controversial Colby Covington.

CARTELERA DE BUENA A MEJOR

Probablemente, Costa y Oliveira hubieran dado dos combates inolvidables, pero no parece que la afición esté molesta con los cambios y, por el contrario, se palpa que el nivel de interés ha crecido en parte por ver si los recién llegados pueden lograr sorpresas ante los claros favoritos.

De manera importante, aceptar estas peleas con solo 11 días y campamentos a media máquina son retos para Usman y Volkanovski, pero Chimaev y Makhachev corren riesgos enormes de perder y serán cuestionados fuertemente si por alguna razón terminan con el brazo abajo.

Existe un grado de intriga y morbo que la UFC está explotando de manera inteligente y los fanáticos han invertido sus emociones y, con mucha probabilidad sus dólares, en una velada que parecía condenada al fracaso y que en poco tiempo pasó de buena a mejor.