Jugadoras españolas pondrán fin al boicot tras comprometerse la federación a un cambio
Por Fernando Kallas y Marco Trujillo
OLIVA, 20 sep (Reuters) -La selección española de fútbol, vigente campeona del mundo, acordó este miércoles poner fin a su boicot a la selección después de que la Federación Española de Fútbol (RFEF) anunciara que iba a realizar "cambios inmediatos y profundos", incluida una remodelación de su cúpula directiva.
La decisión se tomó alrededor de las 5 de la mañana (0300 GMT) tras más de siete horas de reuniones en un hotel de Oliva, a una hora de Valencia, en las que participaron las jugadores, responsables de la RFEF, el Consejo Superior de Deportes (CSD) y el sindicato de jugadoras FUTPRO.
Como parte del acuerdo para poner fin al boicot, entre seis y nueve altos cargos de la federación de fútbol serán invitados a dejar sus puestos de trabajo o serán despedidos, dijo una fuente a Reuters el miércoles, poco antes de que la federación anunciara que había relevado de sus funciones a su secretario general Andreu Camps.
La lista de salidas de la RFEF se elaboró durante una maratoniana reunión entre las jugadoras, su sindicato FUTPRO, miembros del Consejo Superior de Deportes (CSD) y el responsable de fútbol femenino de la RFEF, Rafael Del Amo, que finalizó a primera hora del miércoles.
Algunos de los nombres fueron propuestos por las propias futbolistas, añadió la fuente.
Las jugadoras habían dicho que no representarían a España hasta que hubiera nuevos cambios en la federación, ahondando en una crisis que inició después de que el expresidente de la RFEF Luis Rubiales besara en los labios a Jenni Hermoso durante la ceremonia de presentación del Mundial.
"Se creará una comisión mixta entre la RFEF, el CSD y las jugadoras para hacer un seguimiento de los acuerdos, que se firmarán mañana", dijo a la prensa el presidente del CSD, Víctor Francos.
"Las jugadoras han expresado su preocupación por la necesidad de cambios profundos en la RFEF, que se ha comprometido a realizarlos de inmediato".
Más tarde, el miércoles, la RFEF anunció que la primera medida era eliminar el adjetivo "femenino" de la marca oficial de la selección de mujeres para armonizarla con la del combinado masculino. A partir de ahora, ambas serán conocidas como "selección española de fútbol".
"Más allá de que sea un paso simbólico, queremos que sea un cambio de concepto, y el reconocimiento de que el fútbol es fútbol, juegue quien juegue", dijo el presidente de la RFEF, Pedro Rocha, quien añadió que así se promoverá un concepto más igualitario de este deporte.
El resto de cambios aún no se han hecho públicos, aunque la federación emitió otro comunicado el miércoles por la noche en el que se comprometía a ofrecer a las jugadoras un "entorno seguro".
Después de que la mayoría de las ganadoras de la Copa Mundial Femenina fueran seleccionadas para los próximos partidos, las jugadoras afirmaron a principios de esta semana que tomarían la "mejor decisión" para su futuro y su salud y que, tras estudiar las implicaciones legales de ser incluidas en una lista de convocadas, habían solicitado quedar fuera.
También alegaron que la convocatoria no se había emitido dentro de los parámetros del organismo rector del fútbol mundial, la FIFA.
Las jugadoras podrían haberse enfrentado a sanciones que incluían multas de hasta 30.000 euros (32,000 dólares) y la suspensión de su licencia federativa de dos a 15 años si hubieran rechazado la convocatoria.
La nueva seleccionadora, Montse Tomé, convocó a veinte jugadoras que habían manifestado su intención de boicotear a la selección, y aunque todas ellas se presentaron el martes al entrenamiento, dos decidieron abandonar el equipo.
"ES UN PROCESO"
Mapi León y Patri Guijarro, que formaron parte de una revuelta previa al Mundial, aseguraron que no se sentían mentalmente preparadas para volver.
"La situación para mí y para Patri es diferente a la del resto de mis compañeras (...) Al final no estamos en condiciones de decir 'ahora vuelves', no, esto es un proceso", declaró León a los periodistas tras abandonar la concentración.
Francos aseguró que las jugadoras que abandonaran la concentración no serían sancionadas. La revuelta se desencadenó después de que Rubiales besara en los labios a la delantera Hermoso tras la victoria de España en el Mundial.
Ella refutó su insistencia en que el beso fue consentido, lo que desató un debate nacional sobre la cultura machista en el deporte y acabó provocando la dimisión del directivo.
Hermoso no estaba en la lista de convocadas anunciada el lunes y acusó a la RFEF de intentar dividir y manipular a las jugadoras.
España debutará el viernes en la Nations League femenina contra Suecia en Gotemburgo, antes de jugar contra Suiza en Córdoba el 26 de septiembre. El torneo determinará qué equipos de Europa se clasifican para los Juegos Olímpicos de París 2024.
(Reporte de Fernando Kallas y Marco Trujillo; Reporte adicional de Elena Rodríguez y David Latona; Escrito por Charlie Devereux; Editado en español por José Muñoz, Javi West Larrañaga y Raúl Cortés Fernández)