Al interior del ejército de troles a cargo de la campaña de Trump en internet

Donald Trump saluda a los asistentes tras una aparición de campaña en Fort Dodge, Iowa, el 18 de noviembre de 2023. (Jordan Gale/The New York Times)
Donald Trump saluda a los asistentes tras una aparición de campaña en Fort Dodge, Iowa, el 18 de noviembre de 2023. (Jordan Gale/The New York Times)

El video, llamado “Let’s Get Ready to Bumble” [en español, listos para trastabillar], es una hábil mezcla de los traspiés verbales y corporales del presidente Joe Biden al ritmo de una canción movida de los años 90. Y cuando se reproducía en una pantalla gigante en los mítines de Trump a finales del año pasado, provocaba risas y abucheos constantes entre la multitud.

Pero Donald Trump pensó que podía mejorarlo.

Así que el expresidente le pidió a un asesor que le hiciera comentarios a uno de los creadores del video: debería incluir un corto del presidente cayéndose de una bicicleta, sugirió, y otro en el que se equivoca en un discurso reciente.

El cocreador del video —Bryan Heestand, ingeniero de productos de Ohio conocido como C3PMeme— se apresuró a incorporar las ediciones del expresidente, quien quedó encantado, dijo después en la entrevista para un pódcast, en la que se ve a Trump reproducir la nueva versión en su mitin más reciente antes de las elecciones de medio mandato.

“Hizo algunas sugerencias. Las hicimos realidad”, afirmó Heestand.

Heestand no trabaja para Trump, pero pertenece a un pequeño círculo de creadores de memes en video que ha fungido como una agencia de publicidad en la sombra para su campaña presidencial en línea. Este equipo de creadores, encabezado por el conductor de un pódcast y asesor de vida poco conocido, ha pasado gran parte del año inundando las redes sociales con contenidos que ensalzan al expresidente y denigran a sus opositores.

Casi todos en el grupo, que se autodenomina Máquina de Guerra Online de Trump, actúan de forma anónima, con una estética caricaturesca y la crueldad implacable de los troles de internet.

Animado por Trump, el grupo trafica sin restricciones con desinformación y noticias falsas. Sus memes están plagados de estereotipos racistas, tropos denigrantes sobre las personas LGBTQ y humor escatológico.

Sus diatribas más vulgares suelen ir dirigidas sobre todo a las mujeres, en especial a aquellas que se consideran enemigas de Trump. En un video, el rostro de la exembajadora ante las Naciones Unidas Nikki Haley aparece pegada en el cuerpo de una mujer casi desnuda, que le propina una patada en la ingle a un hombre con la cara del gobernador de Florida, Ron DeSantis. Otro representa a Casey DeSantis, la esposa del gobernador, como una estrella porno.

El expresidente y su círculo interno celebran el trabajo del grupo y lo difunden entre millones de personas. Dan Scavino, asesor de redes sociales de Trump, Steven Cheung, vocero de la campaña, y Donald Trump Jr. suelen compartir los memes en sus cuentas de redes sociales.

Desde marzo, el expresidente ha publicado al menos dos docenas de veces videos hechos por el equipo en sus cuentas de Truth Social e Instagram, las cuales suman más de 30 millones de seguidores.

Pero Trump y su campaña también tienen una participación más activa en los quehaceres del grupo, según un análisis de The New York Times. En el último año, él y su campaña se comunicaron en privado con miembros del equipo de memes, para darles acceso y hacer peticiones específicas de contenido. En al menos un caso, la campaña compartió imágenes detrás de las cámaras para utilizarlas en videos, según miembros del equipo.

A fines del mes pasado, Trump envió notas personalizadas a varios de los miembros del grupo, agradeciéndoles su trabajo. Cuando el Times les preguntó por el grupo, el equipo de campaña de Trump los calificó de meros voluntarios.

“Todas las campañas políticas tienen voluntarios y se les muestran agradecimiento” comentó Cheung, quien agregó que el grupo había hecho un “trabajo magistral” para señalar las “inseguridades y tropiezos” de DeSantis.

En una era de las redes sociales, el poder de los memes aumenta a medida que la influencia de los anuncios televisivos tradicionales. Los memes, cuya factura es barata y su distribución gratuita, no se ven limitados por las normas que se aplican a la publicidad televisiva y radiofónica.

“Es siniestro”, comentó Saurav Ghosh, antiguo abogado de la Comisión Federal de Elecciones quien ahora trabaja en Campaign Legal Center, una organización sin fines de lucro de control gubernamental.

Ghosh dijo que las actividades del equipo de los memes parecían ajustarse a la definición de un super PAC, una entidad que puede recaudar y gastar sumas ilimitadas para apoyar a un candidato o un tema. Sin embargo, como el grupo opera al margen del sistema de financiamiento de campañas, se desconoce quiénes lo financian y cuánto dinero tienen.

La falta de transparencia “crea una vía para que se gasten grandes cantidades de dinero en coordinación con una campaña y tenga un serio impacto en las contiendas sin que el público esté consciente de lo que en realidad está pasando”, afirmó Ghosh.

‘No tiene que ser cierto’

En el centro del ejército de memes de Trump está Brenden Dilley, conductor de pódcast de 41 años, candidato fallido al Congreso y autodenominado influente político y de las redes sociales.

“No tiene que ser cierto, solo tiene que hacerse viral”, ha dicho en su pódcast.

Los más de dos docenas de miembros del grupo, que publican con la etiqueta #DilleyMemeTeam, se reúnen en un canal privado de Telegram para compartir ideas y elegir objetivos. Muchos también sintonizan fielmente el pódcast diario de Dilley.

La mayoría de los creadores de memes publican de manera anónima. Aunque algunos de sus miembros tienen un gran número de seguidores, también se han visto amplificados por figuras destacadas de la derecha. El conductor de pódcast Jack Posobiec y el trol de internet conocido como Catturd, cada uno con más de 2 millones de seguidores en X, antes conocida como Twitter, comparten el trabajo del grupo con regularidad.

Pero nadie se ha llevado la peor parte de los ataques del grupo más que DeSantis. El equipo de memes ha producido cientos de mensajes burlones atacando la masculinidad, la conducta, el matrimonio y la paternidad del gobernador de Florida, así como su estatura.

Un video en el que se calificaba a Biden de “candidato marioneta” y estaba lleno de teorías conspirativas se hizo viral en julio después de que Frank Luntz, encuestador republicano, publicó su crítica, llamándolo “el anuncio político más alarmante que he visto este año”.

Luntz dijo que le preocupaba que este tipo de anuncios se volvieran habituales. “A decir verdad, no les importan las consecuencias”, aseveró

Dilley no aceptó ser entrevistado para este artículo y después el equipo creó un video en el que se burlaba de The New York Times.

Un plan para evitar ‘un montón de supervisión’

Desde hace años, Dilley es seguidor de Trump y en 2018 contendió sin éxito al Congreso de Arizona como “firme creyente en el movimiento para Hacer a Estados Unidos Grandioso de Nuevo”.

Hoy, Dilley, quien ahora vive al norte de Atlanta, afirma que en el último año ha visitado el resort de Mar-a-Lago de Trump en tres ocasiones. Él y su equipo han publicado varias fotografías de sí mismos en compañía de Trump.

Al igual que muchos otros influentes, Dilley parece recibir la lista de los temas de los que hay que hablar de la campaña de Trump. También dice tener un acceso más exclusivo, pues afirma recibir llamadas telefónicas de asesores de Trump para hablar de los memes.

Como el contenido del equipo de memes de Dilley se comparte en internet, en lugar de en televisión o radio, no suele estar sujeto a las leyes según las cuales se debe informar quién pagó los anuncios.

“Si sale en internet, en esencia, no hay regulación”, comentó Richard L. Hasen, experto en derecho electoral de la Universidad de California en Los Ángeles.

Dilley y otros miembros del equipo de memes a menudo afirman que no reciben ninguna compensación económica por su trabajo.

Dilley, de quien en 2019 se descubrió que había dejado de pagar más de 24.000 dólares en manutención infantil e intereses, dice que ahora gana “varias cifras de seis dígitos” al año. Esos ingresos, según dijo en su pódcast el mes pasado, provienen de una combinación de fuentes: suscripciones al pódcast y patrocinadores, ventas de ropa, su negocio como asesor de vida e ingresos por transmisiones en directo de la plataforma de video Rumble.

En octubre, Dilley explicó a la audiencia de su pódcast que quería utilizar sociedades de responsabilidad limitada para recibir dinero de donantes de Trump con el fin de financiar el trabajo de su equipo. La idea, dijo, es evitar “un montón de burocracia” y “un montón de supervisión” que conlleva operar como un super PAC o ser pagado por la campaña.

“Necesitamos que la gente que iba a dar grandes cantidades de dinero a los super PAC y a las campañas nos lo dé directamente a nosotros”, dijo Dilley en su pódcast.

Brett Kappel, abogado especializado en financiamiento de campañas que asesora tanto a demócratas como a republicanos, calificó ese plan de “problemático” porque implica un claro objetivo de eludir la divulgación pública que exige la Comisión Federal de Elecciones.

En su pódcast, Dilley dio a conocer su visión para el equipo y dijo que esperaba contratar a los 27 miembros del equipo de memes a tiempo completo hasta las elecciones de 2024.

“Necesitamos que todo el mundo trabaje 12 meses tiempo completo para que los memes de Donald Trump lo hagan regresar a la Casa Blanca mientras destruimos a Joe Biden”, dijo.

c.2023 The New York Times Company