Intérprete mantiene informados a hispanohablantes del Valle Central. Así lo hace

El intérprete Roberto Radrigan es un puente que mantiene informada a la gran comunidad hispanohablante del Valle Central.

A menudo se le ve en las reuniones comunitarias de la región, hablando por los auriculares mientras se pasea por el fondo de la sala.

A menudo es el único intérprete presente. En medio de conversaciones que se traslapan y comentarios simultáneos, se las arregla para que todo el mundo se sienta incluido y comprendido.

“Es una tarea desafiante”, dice Radrigan sobre traducir cuando la gente habla por encima de los demás.

Entre la interpretación en persona o virtual y la traducción de documentos, este hombre de 67 años calcula que trabaja unas 60 horas.

En el Condado de Stanislaus, donde el 36% de los habitantes habla español, los intérpretes en directo son a menudo el único medio que tienen para mantenerse informados en tiempo real de lo que hacen el gobierno y las organizaciones locales.

Cerca de dos décadas de experiencia como intérprete en el Valle Central han hecho que Radrigan esté profundamente informado y comprometido con los asuntos locales.

Su trayectoria no empezó con la interpretación. Radrigan, formado en arquitectura y diseño, emigró a Stockton como refugiado desde Chile cuando tenía 22 años.

A su llegada, su dominio del inglés se limitaba a lo que había aprendido en las clases obligatorias de inglés de la preparatoria en Chile. Como ávido lector, se propuso aprender inglés leyendo mucho. Dice que tardó unos seis meses en dominar el inglés hablado.

Más tarde, Radrigan empezó a trabajar en el periódico The Stockton Record. Al principio solo se encargaba del diseño gráfico, pero más tarde amplió sus funciones para incluir la traducción y el apoyo a los periodistas en las entrevistas.

“Cuando estaba en la calle con los periodistas, me sentía útil”, afirma Radrigan.

En 2000, el Distrito Escolar Unificado de Stockton le contrató para traducir al español el Código de Conducta de los Alumnos, luego su boletín mensual, y más tarde lo patrocinó para que obtuviera su Certificado de la Asociación Americana de Traductores.

“Mi mayor recompensa es ver las sonrisas de las personas a las que he ayudado cuando me devuelven los auriculares”, dice. “Esa es la enorme distancia que hay entre leer subtítulos y que te narren el guión”.

Construir entendimiento

Como intérprete, Radrigan se ha especializado en educación especial, transporte y calidad del aire. Subraya la importancia de que los intérpretes especializados en áreas concretas se familiaricen con la terminología y el vocabulario, lo que les permitirá ofrecer traducciones precisas.

“Traducir requiere muchos conocimientos”, afirmó.

El intérprete de habla hispana Roberto Radrigan en Stockton, California, el viernes 12 de abril de 2024.
El intérprete de habla hispana Roberto Radrigan en Stockton, California, el viernes 12 de abril de 2024.

Cuando traduce para los padres, de vez en cuando pregunta a la escuela si prefiere que se limite a traducir sus declaraciones al español o que las transmita de una manera que los padres puedan comprender fácilmente.

Por ejemplo, en educación especial, el personal de la escuela suele usar siglas o lenguaje técnico que los padres pueden tener dificultades para comprender. Cuando se invita a los padres a hacer preguntas, Radrigan se da cuenta de que a menudo permanecen en silencio por miedo a no entender del todo.

Intenta explicar los conceptos con ejemplos para garantizar la comprensión. Cuando habla del trastorno por déficit de atención con hiperactividad de un alumno, por ejemplo, lo simplifica explicando que el niño tiene problemas de concentración.

Después, cuando los padres dicen que en esta ocasión la reunión sí les fue útil, se animan a implicarse más y hacer preguntas. Dice que ha habido padres que han solicitado sus servicios de interpretación para futuras reuniones.

“Sienten que pueden hablar porque ahora entienden lo que pasa”, dice Radrigan. “Me enorgullezco de hacerlo realmente comprensible”.

Durante una sesión informativa comunitaria en marzo sobre pruebas de pesticidas, que Radrigan estaba interpretando, el habitante de Grayson John Mataka comentó que la presentación del Departamento de Regulación de Pesticidas de California estaba cargada de tecnicismos, incluso para los angloparlantes.

Mataka sugirió que los presentadores tuvieran más en cuenta la elección de palabras para garantizar una mejor comprensión de las comunidades a las que sirven.

Radrigan señaló que el uso excesivo de lenguaje técnico parece a veces intencionado, quizá para excluir a comunidades específicas o para hacer inaccesible la información.

El impacto de la tecnología en la interpretación

Los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial, han facilitado enormemente la traducción a través de aplicaciones como Google Translate y, más recientemente, ChatGPT.

Sin embargo, Radrigan subraya que los conocimientos lingüísticos especializados siguen siendo esenciales para la interpretación, ya que permiten a los intérpretes aplicar el contexto y el conocimiento humano a sus interpretaciones.

“Google hace un buen trabajo, pero cuando se trata de usar modismos concretos, puede ser absurdo”, dijo Radrigan.

En un acto reciente, se usó Google para traducir al español una presentación de diapositivas.

Radrigan se echó a reír porque el sistema tradujo “Paradise Road and Crows Landing” a algo así como “Los cuervos van a ir al paraíso para ayudar con esta carretera”.

Mantener informada a la comunidad

Radrigan hizo hincapié en la importancia de mantener a la comunidad comprometida e involucrada.

Cuando su hija, licenciada por la Universidad Estatal de San Francisco, le pregunta por qué se queda en el Valle Central en lugar de trasladarse a la zona de la Bahía, donde las convicciones políticas coinciden más con las suyas, él le explica su deseo de tener un impacto significativo en la región.

“Si no te gusta, puedes cambiarlo”, dice sobre la zona.

Durante una reunión sobre vivienda en la que hacía de intérprete, Radrigan se sintió profundamente involucrado debido a su formación en arquitectura.

Más tarde, se dirigió a la persona que le había contratado y le preguntó si su participación y sus comentarios eran excesivos. Para su sorpresa, le dijeron: “No, a la gente le encantó. Es la primera vez que la gente se involucra tanto”.

“Eso es muy gratificante porque en eso consiste mi trabajo”, dijo Radrigan. “Consigues que la gente se involucre de verdad”.