Cómo influyen la personalidad y la situación socioeconómica en la obesidad

<a href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/man-big-belly-obesity-disease-overeating-2129063003" rel="nofollow noopener" target="_blank" data-ylk="slk:Shutterstock Potashev Aleksandr;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas" class="link ">Shutterstock Potashev Aleksandr</a>

<p>La alimentación no es solo nutrición: es también un acto social. Basta pensar en cuántas comidas familiares, de amigos o de negocios tenemos al año. Eso implica que este acto (comer) puede verse influido por factores psicológicos individuales como el grado de extroversión o la mayor o menor tendencia a la sociabilidad. </p> <p>Pero además, en gran medida, la situación socioeconómica también influye en qué, dónde y con quién comemos.</p> <h2>¿El riesgo de obesidad depende de la personalidad?</h2> <p>El modelo de personalidad más ampliamente utilizado es el conocido como <a href="https://twitter.com/ManuelRuizAdame/status/1406148458596208640?s=20&t=qUIi1w1z0Riu9WwOE7dqdQ"><em>Big five</em></a>. Como su propio nombre indica, considera que la personalidad puede explicarse mediante <a href="https://psicologiaymente.com/personalidad/5-grandes-rasgos-de-personalidad">5 grandes factores</a> (OCEAN, según sus siglas en inglés)</p> <p>· Apertura (<em><strong>O</strong>penenss</em>)</p> <p>· Responsabilidad (<em><strong>C</strong>onciousness</em>)</p> <p>· Extraversión (<em><strong>E</strong>xtraversion</em>)</p> <p>· Conformidad (<em><strong>A</strong>greableness</em>) </p> <p>· Neuroticismo (<em><strong>N</strong>euroticism</em>) </p> <p>De todos ellos, el factor <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/08870446.2015.1082561">neuroticismo</a> es el que acumulaba hasta ahora <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/08870446.2015.1082561">más evidencias</a> de estar relacionado con un aumento del riesgo de problemas de peso. En el otro extremo, un alto nivel del factor <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jopy.12143">responsabilidad</a> parece tener una función protectora sobre el aumento de peso y nos aleja de las dietas poco saludables.</p> <h2>Las mujeres más obesas que los hombres</h2> <p>No obstante, buscar la relación entre personalidad y riesgo de obesidad sin considerar el perfil socioeconómico tiene poco sentido. Por eso los autores de este artículo nos propusimos hacer un estudio que también <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/pmh.1575">tuviera en cuenta las características demográficas y económicas del individuo</a>. Para ello utilizamos una muestra de 6.562 personas de las olas 5 y 6 del Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento (<a href="https://www.elsa-project.ac.uk/">ELSA</a>, por sus siglas en inglés). </p> <p>¿<a href="https://twitter.com/ManuelRuizAdame/status/1606583308418023424?s=20&t=Qi6tBk1e_oodMPF8dFQY5A">Qué encontramos</a>? Según el análisis estadístico realizado, un alto nivel del factor responsabilidad hace menos probable la obesidad. Por el contrario, cuanto más altos son los niveles en conformidad y apertura a nuevas experiencias, mayor tendencia a la obesidad.</p> <p>En cuanto a la relación entre otras variables demográficas y obesidad, en la muestra británica llegamos a varias conclusiones:</p> <ul> <li><p>A mayor edad, la tendencia a la obesidad es menor.</p></li> <li><p>Las mujeres tienden más a ser obesas que los hombres (un 2,6 % más).</p></li> <li><p>Las personas de familias numerosas tienden más a la obesidad . La probabilidad sube un 2,5 % más por cada miembro adicional de la familia.</p></li> </ul> <p>Los estilos de vida también influyen en el exceso de peso. El estudio indica que la obesidad es menos probable entre fumadores y bebedores, pero más probable entre personas sedentarias, como era de esperar.</p> <h2>Los empleados y los jubilados, menos obesos</h2> <p>Del estudio también se desprende que el nivel educativo alto reduce el riesgo de ser obesos en un 4,4 %. Unos ingresos elevados en el hogar se asocian asimismo con menos probabilidad de obesidad: entre las familias de altos ingresos el riesgo es menor.</p> <p>Estar empleado y estar jubilado reducen la probabilidad de ser obeso en un 33 % y un 48 % respectivamente. Por otro lado, cuando se analizó la relación entre factores de personalidad y situación laboral, el único factor que mostró un claro efecto fue la conformidad: aquellos con mayor nivel de conformidad y que estaban activos laboralmente mostraron más riesgo de ser obesos. En la población jubilada, la conformidad y la apertura a nuevas experiencias también eran factores de riesgo.</p> <p>Por el contrario, como ya avanzamos, la responsabilidad reduce el riesgo de desarrollar obesidad, con un efecto más intenso en hombres que en mujeres. </p> <p>En cuanto al factor neuroticismo, su influencia resultó ser moderada y en diferente sentido en función del sexo: incremento del riesgo de obesidad para hombres y reducción en el caso femenino.</p> <h2>Los costes de la obesidad</h2> <p>Estudiar todas las dimensiones de la obesidad es importante porque hablamos de un trastorno metabólico asociado a un aumento importante de la tasa de mortalidad así como a otras alteraciones que llevan a <a href="https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/485135">una mayor resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, hipertensión e hipercolestirolemia</a>. De hecho, hay cálculos de que el ahorro de tratar la obesidad es <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1467-6494.00127">comparable al de otras enfermedades crónicas como las coronarias o la diabetes</a>.</p> <p>Y no solo nos sale caro a nivel sanitario: la obesidad tiene costes sociales importantes. Por ejemplo, los relativos a pérdidas de productividad como el <a href="https://ijbnpa.biomedcentral.com/articles/10.1186/1479-5868-8-98">absentismo</a> por enfermedad y el <a href="https://journals.lww.com/joem/Abstract/2008/01000/Obesity_and_Presenteeism__The_Impact_of_Body_Mass.12.aspx">presentismo</a> (reducción de rendimiento por no poder trabajar en su total capacidad), ambos <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/1733119/">más elevados en personas obesas</a>. Además de que hay más <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1467-789X.2008.00472.x">muertes prematuras</a> entre los obesos. </p> <p>El estudio que hemos llevado a cabo muestra que hay variables demográficas como el sexo, la edad o el tamaño de la unidad familiar que, unidos a los factores de personalidad, reducen o aumentan la probabilidad de que se desarrolle sobrepeso y obesidad. Pero también ciertos condicionantes económicos como el nivel de ingresos que afectan a lo que nos llevamos a la boca. Sin olvidar el estilo de vida. </p> <p>En cualquier caso debemos subrayar que este estudio no permite alcanzar explicaciones a las correlaciones y probabilidades encontradas. Hay que recordar que correlación no implica causalidad.</p> <p>Lo que sí parece indiscutible es que analizar estas variables conjuntamente ayudará a combatir con más eficacia un problema de salud pública tan grave que la Organización Mundial de la Salud lo ha bautizado como <a href="https://www.who.int/activities/controlling-the-global-obesity-epidemic">globesidad</a> (epidemia de obesidad mundial).</p><p>Este art&#237;culo fue publicado originalmente en <a href="http://theconversation.com/es?utm_source=Yahoo&utm_medium=related-link&utm_campaign=related-link-0&utm_content=article-197077">The Conversation</a>, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos acad&#233;micos.<p> <p><strong>Lee mas:</strong><br><ul><li><a href="http://theconversation.com/se-puede-estar-delgado-y-tener-obesidad-163199?utm_source=Yahoo&utm_medium=related-link&utm_campaign=related-link-1&utm_content=article-197077">¿Se puede estar delgado y tener obesidad?</a></li><li><a href="http://theconversation.com/por-nuestro-bien-medidas-para-empujarnos-a-tomar-decisiones-mas-sanas-195817?utm_source=Yahoo&utm_medium=related-link&utm_campaign=related-link-2&utm_content=article-197077">Por nuestro bien: medidas para empujarnos a tomar decisiones más sanas</a></li></ul></p>