“La primera infección es la más grave”: la vacuna clave que protege en hasta un 80% a los bebés de la hospitalización

La bronquiolitis es más riesgosa en los primeros seis meses de vida del bebé, advierten los especialistas
La bronquiolitis es más riesgosa en los primeros seis meses de vida del bebé, advierten los especialistas - Créditos: @Arnaud BRUNET

Se repite cada otoño-invierno: las guardias pediátricas públicas y privadas atestadas de bebés y niños pequeños con fiebre y respirando con dificultad a la espera de ser atendidos por bronquiolitis, una infección respiratoria cuya causa más frecuente es el virus sincicial respiratorio (VSR).

Como su nombre permite arriesgar, la bronquiolitis es una infección que se aloja en los bronquiolos, las vías aéreas más pequeñas, que se inflaman y llenan de mucosidad. Los bebés menores de tres meses, los prematuros y aquellos con enfermedades pulmonares o cardíacas crónicas están en mayor riesgo. Pero hasta ahora no se dispone de una vacuna que proteja en forma directa contra este cuadro, que tiene baja mortalidad pero que puede manifestarse con severidad y requerir hospitalización. No en vano, el VSR es la primera causa de bronquiolitis y neumonía en lactantes y niños pequeños de todo el mundo y también la primera causa de mortalidad en menores de seis meses. También está disponible por primera vez en el país una vacuna contra el VSR para adultos mayores de 60 años, no contemplada en el calendario oficial. La monodosis cuesta alrededor de 185.000 pesos. Junto con los bebés, se los considera un grupo de riesgo para esta infección.

¿Cómo proteger a un bebé pequeño de esta infección amenazante? Una estrategia es hacerlo a través de la inmunización materna. Y este es precisamente el objetivo que persigue la reciente incorporación al Calendario Oficial del suero contra el VSR que deben recibir todas las personas gestantes entre la semana 32 y 36 del embarazo para proteger indirectamente al bebé durante el período más riesgoso: los primeros seis meses de vida. Y esto supone una interacción más sólida y comunicativa entre dos actores fundamentales de la salud materno infantil: obstetras e infectólogos.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, en las primeras ocho semanas desde que se implementó la estrategia de inmunización se vacunaron 45.595 embarazadas. Es decir, el 64,2% de la población prevista.

El primer vacunatorio

Leonardo Mezzabotta, jefe de la Unidad de Obstetricia del hospital Argerich y vicepresidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (Sogiba), dice que la capacidad de un agente vacunal para atravesar la placenta es clave en la elección de esta estrategia. “La placenta, este órgano tan importante, nos genera el enorme beneficio de dar una ventana de oportunidad para transferir, como si fuera una operación bancaria, el mismo mecanismo de inmunización que ya conocemos para generar anticuerpos que van a pasar al bebé y en este caso protegerlo contra el VSR. A la transferencia de anticuerpos se le llama ‘inmunización pasiva’, pero en este caso la placenta tiene un rol muy activo. Y esto la transforma en el primer vacunatorio”.

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El obstetra, que ejerce práctica pública y privada, afirma que cuando se indica a la embarazada recibir una vacuna y el agente de salud (médico y obstétrica) le dice que además de protegerla a ella va a proteger a su hijo o hija, cualquier posible resistencia se desploma. “Cuando comprende que el beneficio es para el bebé, ellas mismas y también sus parejas las piden”.

Vanesa Castellano, médica pediatra, integrante de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (Slipe) y de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), explica que “la primera infección por bronquiolitis ocurre generalmente entre los seis meses de vida y los dos años de edad. Más del 50% de los casos son causados por el VSR y es la principal causa de bronquiolitis en menores de cinco años. Entre estos, los menores de un año y de seis meses son los que tienen más riesgo de hospitalización y muerte. La bronquiolitis no tiene tratamiento específico, sino medidas de sostén. El 97% de las muertes ocurren en países subdesarrollados, porque están ligada con la calidad y el desarrollo del sistema de salud.”

Además de los bebés más pequeños, existen otros grupos de riesgo: prematuros, chicos con enfermedades crónicas como cardiopatías congénitas, enfermedades respiratorias o neurológicas, inmunocomprometidos, desnutridos, entre quienes se acentúa el riesgo de enfermar y morir. “La tasa de letalidad entre nosotros es del 1,7%, es una tendencia que ha ido disminuyendo”, agrega Castellano.

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Desde 2014 la protección contra el VSR del bebé recién nacido expuesto a mayores riesgos (prematuros extremos y con cardiopatías congénitas) ha sido cubierta por un anticuerpo monoclonal, el Palivizumab. “Se aplica una vez por mes durante la temporada del VSR sincicial y el problema es la adherencia –aclara la pediatra–. Hay otro anticuerpo aprobado por Anmat, pero no comercializado aún en nuestro país, el Nirsevimab, que se da al recién nacido de riesgo antes de la temporada de circulación del virus y protege aproximadamente seis meses. Lo incorporó Chile a su calendario oficial”.

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Castellano añade que “podemos tener infecciones por VSR toda la vida, pero el primer episodio es el más grave –advierte–, y el que marca la diferencia. Los estudios clínicos sobre la estrategia de inmunización materna muestran que hasta los seis meses la vacuna protege un 50% de la infección, pero (y esto es lo más importante) entre un 70% y 80% de la hospitalización.”

La nueva vacuna se incorpora a un calendario para embarazadas que ya contiene la triple bacteriana acelular, que protege contra difteria, tétanos y coqueluche (pertussis, tos convulsa); la antigripal y la del Covid-19. “La vacuna contra la coqueluche en las embarazadas disminuyó drásticamente la mortalidad en los bebés por esa causa –afirma la pediatra–. La vacuna contra el Covid también mostró reducción de las hospitalizaciones para los bebés menores de seis meses, que no podían ser vacunados. Y la antigripal, que se incorporó en 2009, reduce los casos severos y la mortalidad durante la gestación y protege a los bebés antes de poder recibir ellos mismos la vacuna”.

En 2023, se registraron 224.513 casos de bronquiolitis en menores de dos años y, en la última década, el año con más afecciones fue 2015, con casi 345.000, con 40.324 infecciones en la semana 21 de ese año. El año pasado el brote superó en más del 70% los niveles prepandémicos de la enfermedad, que durante la circulación del SARS-CoV-2 descendió en forma abrupta porque el nuevo coronavirus dominaba el escenario epidemiológico. En lo que va de este año, cuando aún no ha comenzado el pico de circulación, se han registrado hasta ahora (semana 1 a 14) 13.578 casos en menores de dos años.

Actualmente, más de 6000 bebés y niños de seis a 22 meses participan de un ensayo clínico en fase III de desarrollo de una vacuna pediátrica en spray nasal contra el VSR. El estudio también se realiza en nuestro país y reclutó participantes hasta fines del mes pasado. Para más información, acceder a este sitio: https://vacunamos.com/.

Un vínculo fundamental

“En función de alcanzar anticuerpos que protejan al recién nacido, la vacuna contra el VRS se indica entre la semana 32 y 36 de la gestación –afirma Mezzabotta–. Es que existen algunos datos que asociaron la vacuna con el riesgo de prematurez: si bien no hubo diferencia significativa eso llevó a que se estableciera un momento determinado para su aplicación”. El especialista puntualiza que la sociedad científica de la que es vicepresidente difundió la incorporación de la vacuna contra el VSR en el embarazo a través de sus redes sociales, en señal de total coincidencia con la política pública adoptada.

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“Algunos estudios habían mostrado un leve ascenso del riesgo de prematurez en el ensayo clínico de fase 3, el Matisse que llevó a la aprobación del VSR para embarazada. Se hizo en varios países pero en Sudáfrica se vio a una mayor predisposición de adelantamiento del parto. Para las mujeres argentinas y países del primer mundo esta diferencia, que no fue significativa, no se observó”, aclara Castellano.

La infectóloga dice que si se logra una alta tasa de cobertura de la vacunación contra el VSR en las embarazadas, “es muy probable que veamos rápidamente el impacto en nuestras salas de internación. Somos el país pionero en América Latina: tenemos uno de los mejores calendarios vacunales del continente y esperamos mostrar un modelo para ser adquirido por otros países”.

Mezzabotta afirma que la existencia de este calendario vacunal para las embarazadas genera un vínculo que crece entre obstetras y pediatras, que se extiende a lo largo de un recorrido lineal que comienza con el embarazo y continúa con el recién nacido, el bebé y el niño. “Los médicos tenemos que atender la continuidad de la vacunación. Y las vacunas que se aplican durante el embarazo nos da la oportunidad, como médicos de atención primaria, de proteger no solo a la mujer sino también al bebé”.

Vacunas durante el embarazo

  • Antigripal: una dosis en cualquier trimestre de la gestación (en temporada de gripe)

  • Covid-19: una dosis en cualquier trimestre de la gestación y del año.

  • Triple bacteriana acelular: una dosis en cada embarazo, a partir de la semana de 20 de gestación en cualquier momento del año.

  • Virus Sincicial respiratorio (VSR): una dosis en cada embarazo, entre las semanas 32 y 36 de gestación (en temporada de VSR)