Un posible indulto a los independentistas catalanes tensa el debate en España

Madrid, 29 may (EFE).- La posibilidad de que el Gobierno español indulte a los líderes independentistas de Cataluña, presos por el intento secesionista de 2017, enfrenta en España a quienes defienden la media de gracia, como algo necesario para reconducir las relaciones entre el Estado y esta región, con los que la consideran una cesión ante los separatistas.

El Ejecutivo de coalición entre el socialista PSOE y la formación de izquierda Unida Podemos deja ver que está a favor, frente a las voces críticas dentro de los propios socialistas, la oposición conservadora que ya anuncia protestas en la calle y la Justicia contraria al indulto.

Esta medida de gracia corresponde constitucionalmente en España al Gobierno, pero puede ser recurrida en los tribunales si se considera que incumple los requisitos, recogidos en una ley que data de 1870.

El Gobierno que preside el socialista Pedro Sánchez mantiene que "hará lo que corresponde", aunque asume que la decisión implicará riesgos y es consciente de la dificultad de reconstruir puentes de convivencia entre los propios catalanes, y entre Cataluña y el resto de España.

Las palabras de esta semana de Sánchez fueron elocuentes de que se dispone a aprobarlo, aunque no quedó despejado el momento en que hará pública la decisión.

El Tribunal Supremo español emitió el informe preceptivo, aunque no vinculante, que considera el indulto como "una solución inaceptable".

Fuentes socialistas señalaron a Efe que lo previsible es que el Gobierno se tome aún unas semanas, pero en cualquier caso será antes del paréntesis político veraniego.

Por su parte, fuentes del conservador Partido Popular (PP), principal grupo de oposición, esperan que se desvele en julio, cuando gran parte de españoles esté de vacaciones.

Desde el Gobierno, sin ratificar el sentido favorable de la decisión, se asegura que siempre han sido muy honestos con su opinión sobre la situación en Cataluña, para recalcar, como asegura Sánchez, que van a trabajar por la concordia.

Lo que no quiere de ningún modo, afirman fuentes del Ejecutivo, es que se vuelvan a repetir hechos como los que llevaron a la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, para suspender temporalmente la autonomía de la región de Cataluña (noreste) tras la declaración unilateral de independencia en 2017 tras convocar un referendum ilegal.

Mirar para otro lado es lo que creen que hizo el PP, que gobernaba entonces, partido al que están convencidos de que se le fue de las manos la situación y no la supo controlar.

Lamentan que este partido siga haciendo bandera del enfrentamiento "y no proponga nada más que castigo, venganza, revancha y que se pudra Cataluña".

"Pero si se pudre Cataluña, se pudre España", advierten, que insisten en la necesidad de reconstruir lazos pese a reconocer que es difícil y que los pasos para lograrlo tienen sus pros y sus contras.

El PP, que además ha anunciado que lo recurrirá en los tribunales si el Gobierno lo concede, el ultraderechista Vox, tercera fuerza en el Congreso o Cámara baja del Parlamento español, y los liberales de Ciudadanos respaldan un protesta convocada para dentro de quince días en Madrid en contra de un posible indulto.

Doce líderes independentistas catalanes fueron condenados por delitos como sedición, malversación y desobediencia, por los que cumplen penas de entre 9 y 13 años de prisión.

El Supremo y también la Fiscalía están en contra del indulto al entender que incumpliría condiciones como el necesario arrepentimiento, pues varios de los condenados insisten en que retomarían la senda independentista, es una medida individual y no colectiva, y supondría que el Gobierno corrija la sentencia en los tribunales.

Tradicionalmente, el Supremo ha tenido escaso margen de maniobra al revisar un indulto, limitándose a ver si cumple requisitos de forma, pero sí puede controlar que no sea arbitrario por motivos ilógicos.

(c) Agencia EFE