Por qué Indonesia ha decidido cambiar su capital en favor de una ciudad completamente nueva
El plan de Indonesia de cambiar la ubicación de su capital y dejar a un lado la abarrotada Yakarta ha dado un paso más al frente tras el nuevo anuncio del Gobierno del país del nombre y la aprobación por parte del Parlamento de la decisión. A través de un proyecto que llevará varios años y que se ha visto retrasado por la pandemia, la nueva capital del país será Nusantara, una ciudad de nueva construcción que se levantará en Bormeo, informa CNN.
Las razones que han llevado al gobierno indonesio a tomar esta decisión están basadas en el crecimiento desproporcionado de Yakarta, su actual capital, y la situación medioambiental en la que se encuentra actualmente. “La reubicación de la capital en Kalimantan [Bormeo] se basa en varias consideraciones, ventajas regionales y bienestar. Con la visión del nacimiento de un nuevo centro de gravedad económico en medio del archipiélago”, ha declarado Suharso Monoarfa, Ministro de Asuntos Exteriores.
El plan para este cambio, aprobado esta misma semana en el Parlamento, fue anunciado por las autoridades en abril de 2019. Con la decisión de mover la capital administrativa de Indonesia a 2.000 kilómetros de su ubicación actual se pretende dar cierto desahogo a Yakarta, que no ha dejado de crecer y de ver cómo su población se disparaba a un ritmo muy superior a sus infraestructuras, pocas y deficientes.
Actualmente 10 millones de personas viven allí. Un censo que se dispara hasta los 30 millones si se tiene en cuenta todo el área metropolitana. Responsable de una quinta parte del PIB nacional, el de la superpoblación no es el único problema de Yakarta. Según señalan en La Vanguardia, el tráfico en sus calles es una pesadilla y sus atascos son una razón más para la mala calidad del aire.
Por otro lado, las inundaciones son continuas, sobre todo en la temporada de lluvias. Algo que tiene que ver, en parte, con el hecho de haber sido levantada sobre un terreno pantanoso muy cerca del mar y contar con mas de una decena de ríos atravesándola. También es una de las ciudades del mundo que se hunde más rápido, como recogía ya en 2018 la BBC. Se calcula que a un ritmo de 7,5 centímetros por año, aunque en las zonas más afectadas se pueden rondar hasta los 20 centímetros. Según los expertos, de no tomarse medidas, para 2050 podría desaparecer.
Para hacerse una idea de lo que eso supone, el caso más conocido de una ciudad que se hunde es el de Venecia que, según datos de la NASA de 2019, lo hace a razón de 3,4 milímetros anuales, aunque se está acelerando.
Joko Widodo ya dijo en 2019, cuando anunció su plan de mover la capital, que “el peso que Yakarta soporta como centro de gobierno, servicios, finanzas y comercio es demasiado”. Ahora él mismo ha sido el encargado de anunciar el nombre de la capital de nueva construcción a cientos de kilómetros de allí. Había varias decenas de posibilidades sobre la mesa, pero al final se decidieron por Nusantara, que traducido significa “archipiélago”. Un término que describe a la perfección la particularidad del país y con el que muchos ciudadanos se refieren ya al mismo. No en vano, Indonesia está formada por alrededor de 17.000 islas.
“Es icónico internacionalmente, simple y describe nuestro archipiélago. Creo que todos estamos de acuerdo con el nombre”, añadió el ministro encargado de hacer pública la decisión. Para levantar Nasuntara han elegido la isla de Bormeo, una zona con un terreno más seguro y donde no son habituales las catástrofes naturales como terremotos o erupciones de otras regiones. Además, se localiza en el centro geográfico del archipiélago. Widodo ha avanzado que “no solo tendrá oficinas del Gobierno. Queremos construir una metrópolis inteligente que pueda ser un imán para el talento global y un centro de innovación”.
En cuanto a ese plan de construcción, Sri Mulyani, Ministro de Finanzas de Indonesia, ha explicado que consta de cinco etapas. La primera esperan que pueda comenzar este mismo año y se prolongue hasta 2024. El plan de desarrollo se extenderá hasta 2045. La nueva capital ocupará una extensión de 560 kilómetros cuadrados y cuenta con un presupuesto de unos 30.000 millones de euros.