Los incendios provocan muerte y destrucción en un Mediterráneo abrasado por el sol

Por Fedja Grulovic y Lamine Chikhi

RODAS, Grecia/ARGEL, 25 jul (Reuters) - Un avión que combatía los incendios forestales en Grecia se estrelló el martes, provocando la muerte de dos aviadores, mientras amplias zonas del Mediterráneo se sofocaban bajo una intensa ola de calor estival y Argelia luchaba por controlar un infierno en el que han muerto al menos 34 personas.

El avión, que había estado lanzando agua, cayó sobre una ladera cerca de la ciudad de Caristo, en la isla griega de Eubea, al este de Atenas. El capitán y el copiloto, de 34 y 27 años, fallecieron, informó la Fuerza Aérea.

Grecia se ha visto especialmente afectada por los incendios, y en los últimos días las autoridades han evacuado a más de 20.000 personas de viviendas y complejos turísticos del sur de la isla turística de Rodas.

Cerca de 3.000 turistas habían regresado a sus hogares en avión hasta el martes, según cifras del Ministerio de Transportes, y los operadores turísticos han estado cancelando viajes.

Italia sufrió un doble azote de los elementos cuando fuertes tormentas azotaron el norte, matando a una mujer y a una niña exploradora de 16 años, mientras las regiones del sur se abrasaban. Un hombre de 98 años, que estaba postrado en cama, murió cuando un incendio arrasó su casa.

Las temperaturas récord en China, Estados Unidos y el sur de Europa provocaron incendios forestales, escasez de agua y un aumento de los ingresos hospitalarios relacionados con el calor.

Sin el cambio climático inducido por el hombre, los sucesos de este mes habrían sido "extremadamente raros", según un estudio de World Weather Attribution, un equipo mundial de científicos que examina el papel desempeñado por el cambio climático en el tiempo extremo.

El calor, con temperaturas que superan los 40 grados, es muy superior al que suele atraer a los turistas que acuden en masa a las playas del sur de Europa.

Las altas temperaturas y el suelo reseco provocaron incendios forestales en países a ambas orillas del Mediterráneo.

Varias docenas de bomberos combatieron con aviones un incendio forestal declarado cerca del aeropuerto internacional de Niza, en el sur de Francia.

En el norte de África, Argelia luchaba por contener devastadores incendios forestales en su costa mediterránea, uno de los cuales ya ha causado la muerte de al menos 34 personas. Avivados por fuertes vientos, los incendios también obligaron a cerrar dos pasos fronterizos con la vecina Túnez.

También se declararon incendios forestales en los alrededores de Latakia, ciudad portuaria mediterránea de Siria, y las autoridades usaron helicópteros del Ejército para intentar apagarlos.

GOLPE AL TURISMO

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, afirmó que su país es uno de los que están en primera línea contra el cambio climático, y que no tiene una solución fácil.

"Voy a decir lo obvio: ante lo que está afrontando todo el planeta, especialmente el Mediterráneo, que es un punto caliente del cambio climático, no hay ningún mecanismo mágico de defensa, si lo hubiera ya lo habríamos puesto en marcha", dijo Mitsotakis.

Los incendios asestarán un duro golpe al sector turístico, un pilar de la economía griega que representa el 18% del producto interior bruto y uno de cada cinco puestos de trabajo, con una contribución aún mayor en islas como Rodas.

Lefteris Laoudikos, cuya familia es propietaria de un pequeño hotel en la localidad costera de Kiotari, en Rodas, uno de los epicentros del incendio del fin de semana, dijo que sus 200 huéspedes -principalmente de Alemania, Gran Bretaña y Polonia- fueron evacuados en vehículos de alquiler.

Los científicos han descrito el calor extremo como un "asesino silencioso" que se cobra un alto precio entre los pobres, los ancianos y las personas con problemas de salud.

Según un estudio publicado este mes, 61.000 personas podrían haber muerto en las sofocantes olas de calor del verano pasado en Europa, lo que sugiere que los esfuerzos de preparación se están quedando cortos.

El calor también ha causado daños a gran escala en las cosechas y pérdidas de ganado, según los científicos de la Atribución Meteorológica Mundial. Las cosechas estadounidenses de maíz y soja, el ganado mexicano, las aceitunas del sur de Europa y el algodón chino se han visto gravemente afectados.

Los habitantes de Milán inspeccionaban el desastre tras una dramática tormenta nocturna con vientos de más de 100 kilómetros por hora.

"Todo ocurrió sobre las 4 ó 5 de la madrugada (0200-0300 GMT) de hoy, fue muy corto pero muy intenso, derribó varios árboles (...) con las ráfagas de viento despegaron y se partieron", dijo a Reuters el testigo Roberto Solfrizzo, de 66 años.

(Reporte de Angeliki Koutantou, Renee Maltezou, Federico Maccioni, Alvise Armellini, Lamine Chikhi, Jana Choukeir, Tarek Amera, Nayera Abdalla, Augustin Turpin y David Stanway; Editado en español por Javier López de Lérida)