El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) resolvió que en 2021, el boliche marplatense Bruto discriminó a una joven turista tucumana, Sofía Ortíz Andrada, cuando no se le permitió el ingreso debido a su aspecto físico y definió que “el derecho de admisión” en esos casos crea perfiles con “criterios discriminatorios”.

El Inadi tardó dos años en investigar y resolver la denuncia de la joven y atender los argumentos de los dueños del boliche de Mar del Plata, pero el dictamen publicado esta semana sienta un precedente histórico en lo que es la definición de lo que se llama “derecho de admisión”.

“El dictamen del INADI es muy importante porque es superador del caso concreto y manifiesta claramente cómo en nuestra sociedad existen mandatos estéticos que afectan el acceso a derechos y causan sufrimiento a aquellas personas que no encajan, o pueden encajar, en ellos”, dijo a LA NACION Greta Pena, interventora del INADI.

“El derecho de admisión debe ser ejercido con pautas objetivas y razonables. Sin embargo, detectamos que en muchos casos se utiliza para establecer ciertos perfiles de consumidores con criterios discriminatorios, como determinada vestimenta, características físicas, condición socioeconómica, entre otras”, destacó Pena.

Sofía, quien hoy tiene 27 años, estudia Recursos Humanos y es modelo plussize en su provincia natal, también sostiene una demanda contra Bruto frente a la Justicia.

En comunicación con este medio, dijo que se sentía feliz por la resolución ya que es objeto de prueba en el expediente que presentó por “Daños y Prejuicios” en el Juzgado en lo Civil y Comercial Común VII.

“El dictamen del Inadi es una comprobación de la veracidad de la denuncia, de que se discriminó. Con mi abogado vamos a seguir luchando, para que los boliches cumplan con no discriminar por el aspecto físico”, explicó la joven.

Eso es así ya que el instituto no tiene atribuciones punitivas, ya que a través de los dictámenes busca acompañar a las víctimas y lograr acuerdos que permitan instancias de reparación.

LA NACION quiso comunicarse con responsables del boliche pero aún no ha obtenido respuestas.

El hecho de discriminación

La tarde del 13 de enero de 2021, Sofía fue al boliche de Playa Grande con amigas. Había realizado una reserva previa por Whatsapp para estar en un sector del parador, ya que por esa época había cupos por la pandemia de coronavirus. También, de esa manera el grupo entraba con free pass (gratis) antes de determinada hora.

Mientras los porteros del lugar repartieron pulseras de ingreso a sus amigas, cuando llegó el turno de Sofía comenzaron a poner excusas. Le dijeron que era menor de edad y le pidieron su documento, luego de constatar que tenía 24 años, y a pesar de que la reserva por WhatsApp había sido aceptada por la cantidad de chicas que eran, le dijeron que había pasado el horario de ingreso con free pass.

Si bien Sofía comenzó a entender que no la querían dejar entrar, ella se ofreció a pagar la entrada. A pesar de que seguían ingresando más jóvenes al boliche, le contestaron que no podían venderle una entrada porque no había más lugar. Entonces, se puso a llorar desconsoladamente, sus amigas la contuvieron y enojadas con los porteros y la situación, decidieron irse del lugar.

“Pasé un momento horrible, me di cuenta de que me estaban discriminando cuando en Tucumán nunca me pasó”, dijo por esa época Sofía.

Ante lo vivido, decidió contar públicamente lo que le pasó e hizo una denuncia en el Inadi, “para que nadie pase más por lo que viví yo, fue muy injusto”, explicó desde sus redes sociales.

El caso tuvo gran repercusión e incluso el Concejo Deliberante de General Pueyrredon se pronunció en un comunicado en el que expresó su “enérgico repudio al acto discriminatorio sufrido por Sofía Ortiz en el boliche Bruto de Playa Grande donde no se le permitió el ingreso debido a su aspecto físico demostrando esto un claro acto de gordofobia”.

El dictamen del Inadi

Pasados dos años, y tras estudiar el caso, recibir testimonios de las partes involucradas, el fallo del Inadi indica que en el caso del boliche Bruto “el supuesto ejercicio del derecho de admisión”, que debe contemplar una “práctica correcta con criterios objetivos y razonables”, se desvirtúa y “se convierte en un ardid de empresarios que pretenden que a su local concurran únicamente cierto perfil de consumidores”.

Además, se destacó que “personas con determinada vestimenta, o de determinadas características físicas, o que pertenecen a ciertos grupos identitarios son rechazados en el ingreso, en virtud de criterios discriminatorios o evasivas como en el caso en cuestión”.

En ese sentido indicaron: “Resulta reprochable para este organismo que un espacio de acceso al público y vinculado sobre todo a las juventudes, refuercen como un valor, estereotipos de belleza que niegan la diversidad corporal, asociando a su vez la delgadez a la belleza lo que no solo resulta un hecho objetable sino una irresponsabilidad, en atención a las graves consecuencias que este mensaje genera en muchas personas, en su gran mayoría jóvenes y niños/as que crecen presionados por encajar en estos estereotipos”.

Al respecto, la interventora del Inadi, Pena, destacó a LA NACION: “Con estas decisiones buscamos promover un cambio que revierta la exclusión y discriminación por peso o talla, y reconocer la diversidad de nuestros cuerpos sin apuntar a un patrón único de belleza que, en verdad, resulta inalcanzable”.

Sofía festejó desde sus redes el dictamen del Inadi junto a su abogado, Miguel López. “Al principio pensé que no iba a llegar a ningún lado, pero cuando empecé a contarlo a otras personas me dieron el valor para seguir adelante”, dijo la joven desde un video de Tik Tok.

En tanto, López señaló: “Iniciamos un proceso que arrancó en 2021 fue un verdadero proceso, hubo demanda, contestación de demanda, etapa de prueba, el boliche Bruto siempre trató de tergiversar los dichos y anular los testigos”.

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