¿Por qué impugnan al cubanoamericano de más alto rango en el gobierno? Política barata | Opinión

En un esfuerzo por normalizar la multitud de encausamientos penales, cargos por delitos graves y juicios políticos del ex presidente Donald Trump, los republicanos van tras un funcionario público que es el cubanoamericano de más alto rango en el gobierno de Estados Unidos.

Entre quienes forman parte de la turba partidista que constantemente habla mal y busca impugnar al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, sin evidencia de delitos impugnables están los miembros del Congreso cubanoamericanos hiperpartidistas y predecibles de Miami.

Es vergonzoso que no estén dispuestos, al menos, a no participar en este circo de Washington.

Pero, a pesar de la trayectoria como funcionario de Mayorkas y de sus logros profesionales, nunca lo han valorado.

El senador Marco Rubio, quien abandonó la reforma migratoria cuando el tema se volvió políticamente inconveniente, no votó a favor de la confirmación de Mayorkas y tampoco lo hizo el otro senador de la Florida, Rick Scott.

Solo hubo una razón entonces, y una razón ahora, para que, en lugar de apoyar y defender a un compatriota cubanoamericano, los republicanos de Miami estén encantados con el proceso de juicio político que ha emprendido el Partido Republicano.

Mayorkas es demócrata.

Aun cuando otros republicanos no están tan entusiasmados con que el Congreso haga mal uso del poder constitucional de controles y equilibrios y se burle de la democracia estadounidense, estos cubanoamericanos siguen la línea de Trump cueste lo que cueste.

El problema no es la seguridad fronteriza

Extralimitarse para apoyar un castigo mal concebido, inmerecido, y alimentado por prejuicios es una nueva bajeza para los representantes federales Carlos Giménez, María Elvira Salazar y Mario Díaz-Balart.

A la cabeza de la acusación está Giménez, quien forma parte de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, que tiene previsto votar sobre los artículos de juicio político el próximo martes. Él ha acusado a Mayorkas de “negarse a hacer cumplir nuestras leyes en la frontera sur” y de “no proteger nuestra patria”, así como de otros argumentos propagados por Fox News sobre la “invasión” de la frontera.

Una evaluación ridícula de su trabajo, sobre todo teniendo en cuenta que Mayorkas ha sido objeto de duras críticas por parte de los activistas de inmigración, que piensan que ha ido demasiado lejos con las deportaciones, la nueva política de asilo y la aplicación de las leyes fronterizas.

“Es irónico que se investigue al supervisor de las deportaciones más masivas de la historia de Estados Unidos”, dijo María de los Ángeles Torres, profesora de Estudios Latinoamericanos y Latinos en la Universidad de Illinois en Chicago.

De hecho, los republicanos de Miami no quieren que nadie lo recuerde, pero el apodo de Obama entre los latinos era “Deportador en Jefe”.

Del mismo modo, las organizaciones de activistas de inmigración han pasado los últimos dos años enviando comunicados de prensa en los que critican a Biden y Mayorkas por mantener algunas políticas de Trump y abrir vías a la inmigración legal que obstaculizan los derechos de los que llegan a la frontera sur y por mar a la Florida.

El caso contra Mayorkas, por supuesto, no tiene que ver con la seguridad fronteriza ni con arreglar el sistema de inmigración de la nación, un trabajo que corresponde al Congreso.

Se trata de garantizar que los problemas fronterizos y de asilo no se resuelvan antes de las elecciones de 2024 con Trump como candidato. De hecho, si alguien está ayudando e instigando la carrera hacia la frontera, son los republicanos que insisten en promulgar la falsa idea de que Biden y Mayorkas están operando una frontera abierta.

Si alguien le dijera a usted que hay un plazo hasta noviembre antes de que Trump sea elegido, ¿qué haría cualquier inmigrante desesperado en busca de una salida de la pobreza, la represión y la violencia?

Apoyo de Miami a Mayorkas

Giménez y compañía pueden engañar a los partidistas, pero no todos los cubanoamericanos en el sur de la Florida creen en su retórica.

Nueve líderes cívicos y empresariales bipartidistas y sin afiliación partidista en Miami —que ven claramente el juego político que los republicanos de Trump han armado con Mayorkas— emitieron una carta pidiendo al Partido Republicano que ponga fin a la farsa del juicio político. Entre los firmantes está Mike Fernández, el cubanoamericano presidente de MBF Healthcare Partners y ex republicano.

“Cuando miramos al secretario Mayorkas, vemos a alguien que encarna los sueños de nuestros antepasados, quienes solo podían imaginar lo que lograrían sus descendientes”, comienza la carta.

A continuación, equilibran las acusaciones de Giménez con una necesaria dosis de realidad sobre los retos y el desempeño del trabajo de Mayorkas.

“Incluso mientras enfrenta niveles sin precedentes de migración mundial, ha trabajado para modernizar el Departamento de Seguridad Nacional triplicando los esfuerzos para detener la entrada en el país de drogas como el fentanilo, ampliando los esfuerzos de ciberseguridad de nuestra nación y lanzando nuevos esfuerzos intergubernamentales contra contrabandistas, pandillas y cárteles”, dice la carta.

“Trátenlo como a un aliado, no como a un adversario”, piden.

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Pero los republicanos han creado una atmósfera tan estridente en torno al secretario de Seguridad Nacional, miembro del gabinete de Biden, que lo más buscado sobre Mayorkas en Google cuestiona su estatus migratorio: “¿Es Alejandro Mayorkas ciudadano estadounidense?”.

Sí, los estadounidenses son lo suficientemente crédulos como para cuestionarse si Biden ha convertido a un no ciudadano en uno de sus altos funcionarios. Y, si los republicanos de Trump se salen con la suya abusando del sistema, Mayorkas podría convertirse en el segundo miembro del Gabinete impugnado en los últimos 150 años.

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El primero, William Worth Belknap, secretario de Guerra del presidente Ulysses S. Grant, fue impugnado tras dimitir ante acusaciones de corrupción, olvidando su heroísmo durante la Guerra de Secesión.

Los republicanos de la Cámara de Representantes están impulsando el juicio político del secretario de Seguridad Nacional , Alejandro Mayorkas, quien sería el segundo funcionario del gabinete destituido por la Cámara.
Los republicanos de la Cámara de Representantes están impulsando el juicio político del secretario de Seguridad Nacional , Alejandro Mayorkas, quien sería el segundo funcionario del gabinete destituido por la Cámara.

Mayorkas, de 64 años e hijo de un sobreviviente del Holocausto que trajo a su hijo de un año y a su esposa a Estados Unidos en 1960 tras la toma del poder por parte de los Castro, no ha hecho nada ilegal que merezca un juicio político.

“Es un buen hombre”, me dijo Fernández el jueves. Conoció a Mayorkas en la Casa Blanca durante el gobierno de Obama, y se ha empeñado en visitar Miami para explicar la política de inmigración de Biden.

Que los cubanoamericanos republicanos en el Congreso no estén dispuestos a conceder a Mayorkas el respeto que se merece no es un reflejo del carácter de Mayorkas. Es cuestión de que la política barata es lo primero en su agenda.

El único problema real con Mayorkas es que no es un republicano lamebotas de Trump.