Improbable rival político de Putin crea dilema para el Kremlin

Boris Nadezhdin, un político liberal ruso, aspirante a las elecciones presidenciales del 17 de marzo en Rusia, en una entrevista con The Associated Press en Moscú, el 24 de enero de 2024.(Foto AP/Alexander Zemlianichenko)

Miles de personas han hecho filas en toda Rusia en los últimos días pese al frío glacial para tener la oportunidad de firmar peticiones para apoyar a un inesperado rival del presidente Vladímir Putin.

Boris Nadezhdin se ha convertido en un dilema para el Kremlin al buscar presentarse a las elecciones presidenciales del 17 de marzo. La pregunta ahora es si las autoridades rusas le permitirán estar en la boleta.

El legislador local y académico de 60 años, fornido y con gafas, ha resonado con el público al llamar abiertamente a detener el conflicto en Ucrania, poner fin a la movilización de hombres rusos para el ejército e iniciar un diálogo con Occidente. También ha criticado la represión del país contra el activismo LGBTQ+.

“La recolección de firmas nos ha ido inesperadamente bien”, dijo Nadezhdin a The Associated Press en una entrevista el miércoles en Moscú. “No esperábamos esto, para ser honestos”.

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El nombre “Nadezhdin” es una forma de la palabra rusa “esperanza”, y aunque es muy poco probable que derrote al aún popular Putin, las filas son una inusual señal de protesta, desafío y optimismo en un país que ha sufrido una dura represión contra la disidencia desde que sus tropas entraron en Ucrania hace casi dos años.

Nadezhdin se presenta como candidato del Partido Iniciativa Cívica. Como el partido no está representado en el Parlamento, no tiene garantizado un lugar en la boleta electoral y debe recolectar más de 100.000 firmas, con un límite de 2.500 de cada una de las docenas de regiones del vasto país, no sólo de las ciudades más grandes y progresistas.

Putin, que se presenta como independiente y no como candidato del partido gobernante Rusia Unida, ha recolectado más de 3 millones.

Mientras esperaba firmar una petición en San Petersburgo, Alexander Rakityansky dijo a la AP que pasó por un “período de apatía cuando pensé que no podía hacer nada”. Ahora, sin embargo, ve la campaña de Nadezhdin como una oportunidad para ejercer sus derechos civiles.

Originario de Belgorod, la ciudad fronteriza rusa afectada por repetidos ataques ucranianos, Rakityansky dijo que respaldaba a Nadezhdin para que su ciudad natal “no sea bombardeada y la gente no muera en las calles”.

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Videos en internet muestran filas de personas que lo apoyan no solamente en Moscú y San Petersburgo sino también en Krasnodar, en el sur, Saratov y Voronezh, en el suroeste, y en Ekaterimburgo, más allá de los Montes Urales.

Incluso en la ciudad de Yakutsk, en el Oriente Extremo, a 450 kilómetros (280 millas) al sur del círculo polar ártico, el equipo de Nadezhdin dijo que hasta 400 personas por día desafiaban temperaturas que caían a menos 40 grados Celsius (-40 Fahrenheit) para firmar peticiones.

“Nuestras condiciones climáticas no son perfectas y en general se acepta que es difícil involucrar a la gente del norte en algún tipo de actividad, pero las personas vienen todos los días”, dijo Alexei Popov, jefe del equipo electoral de Nadezhdin en Yakutsk. Añadió que inicialmente esperaban alrededor de 500 firmas en total para toda la región.

En un sitio de recolección de firmas en Moscú, Kirill Savenkov, de 48 años, dijo que apoyaba a Nadezhdin por su postura sobre Ucrania y las negociaciones de paz.

Otros dijeron que querían una alternativa real a Putin, de quien sugirieron que había llevado al país a un callejón sin salida.

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“La economía está realmente cayendo, la gente se está empobreciendo y los precios están subiendo”, dijo Anna, de 21 años y de San Petersburgo, quien se negó a dar su nombre completo porque temía por su seguridad. Putin, agregó, no ha hecho “nada bueno por el país”.

La campaña de Nadezhdin recibió un impulso después de que los líderes de la oposición en el extranjero, incluido el exmagnate Mijaíl Jodorkovsky, y los partidarios de Alexei Navalny, el político opositor encarcelado, instaron a los rusos a apoyar a cualquier candidato que pudiera negarle a Putin una parte de los votos.

El activista opositor exiliado Maxim Katz dijo en YouTube que cualquiera que sea el resultado, la candidatura de Nadezhdin demuestra que “hay una cosa que sabemos ahora mismo: las conversaciones sobre la apatía cívica en Rusia están muy lejos de la realidad. Lo que tenemos no es apatía cívica sino una hambruna cívica, un enorme potencial oculto”.

Algunos analistas dicen que el aumento del apoyo a Nadezhdin ha sorprendido incluso al Kremlin, aunque el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, declaró el jueves que “no lo consideramos un rival”.

Los analistas dicen que el resultado de la elección es una conclusión predeterminada y que Putin permanecerá en el poder otros seis años, pero algunos también sugieren que todavía es un momento de riesgo político genuino para el Kremlin, que debe proyectar un aura de legitimidad para que la elección se vea como una disputa genuina.

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Para que Putin obtenga una victoria convincente, necesita que sus partidarios acudan a las urnas y sus críticos se queden en casa sin “un rayo de esperanza”, dijo Ekaterina Schulmann, politóloga y académica no residente del Centro Carnegie Rusia Eurasia de la Fundación Carnegie por la Paz Internacional, un grupo de expertos sobre asuntos globales, en Berlín.

“Por eso Nadezhdin es un problema tan grande”, agregó Schulmann en entrevista. “Da un rayo de esperanza”.

Los partidarios de Nadezhdin que hicieron fila en Moscú y San Petersburgo dijeron a la AP que les dio la inusual oportunidad de estar con personas de ideas afines que quieren un líder que no sea Putin, de 71 años, quien ha gobernado Rusia durante 24 años.

“Entendí que estas son las personas que quieren cambiar al gobierno actual y yo quiero ser parte de esto”, dijo Margarita, una estudiante de 28 años, quien tampoco dio su nombre completo por temor a represalias.

Hasta ahora, la Comisión Electoral Central de Rusia ha aprobado a tres candidatos nominados por partidos representados en el Parlamento que apoyan en gran medida las políticas del Kremlin: Nikolai Kharitonov, del Partido Comunista; Leonid Slutsky, del nacionalista Partido Liberal Democrático; y Vladislav Davankov, del Partido Pueblo Nuevo. Kharitonov se postuló contra Putin en 2004 y terminó en un distante segundo lugar.

En diciembre, las autoridades excluyeron la candidatura de Yekatarina Duntsova, una exlegisladora regional que pide la paz en Ucrania. La comisión citó errores técnicos en su documentación.

Duntsova probablemente fue excluida porque las autoridades “no la conocen, por lo que, en sus términos, es impredecible. Y, por encima de todo, les disgustan las cosas impredecibles”, dijo Schulmann.

Aunque ha habido afirmaciones de que Nadezhdin cuenta secretamente con la aprobación del Kremlin para postularse y es visto como una especie de candidato sin probabilidades de ganar, podría ser declarado inelegible.

Ha aparecido como experto en la televisión rusa e incluso criticó el conflicto en Ucrania durante un programa de entrevistas en la cadena estatal NTV en septiembre de 2022, un inusual nivel de visibilidad del que no gozaron otros políticos de la oposición como Navalny y Vladímir Kara-Murza, ambos ahora encarcelados.

En esa aparición, Nadezhdin dijo que Putin fue engañado por los servicios de inteligencia que aparentemente le dijeron que la resistencia ucraniana sería breve e ineficaz.

En su entrevista con la AP, Nadezhdin dijo que cree que se le ha permitido postularse porque es una entidad conocida y no ha criticado específicamente a Putin.

“Conozco personalmente a Putin”, dijo, y contó que lo conoció antes de que asumiera la presidencia en 2000. Agregó que, en la década de 1990, él fue asistente del entonces primer ministro Serguéi Kiriyenko, quien es ahora subdirector del gabinete presidencial de Putin.

Schulmann dijo que, si bien las autoridades podrían permitir que Nadezhdin se presente, es una “apuesta peligrosa”.

“Creo que lo eliminarán en la próxima etapa, cuando traiga esas firmas”, agregó, e insinuó que la Comisión Electoral Central podría declarar inválidas algunas de ellas y excluirlo de la boleta, y que las autoridades también podrían amenazarlo a él y a su equipo con ir a prisión si luego insta a sus seguidores a protestar.

La elección es la primera desde que Putin anexó cuatro regiones ucranianas y la primera en la que se utilizará la votación en internet en todo el país. Los críticos sugieren que ambas son oportunidades para manipular los resultados a favor de Putin, algo que el Kremlin ha negado que hará.

Independientemente del resultado real, algunos analistas y opositores políticos señalaron que ver a quienes hacen fila en el frío por Nadezhdin revela más sobre la Rusia actual que la votación en sí.

Aunque Nadezhdin opina que el equipo de Putin inicialmente no lo percibió como un riesgo, dijo que “en el Kremlin se encuentran ahora en una posición difícil”.

Si estuviera en su lugar, agregó, “ahora estarían pensando: ‘¿Por qué le dejamos hacer esto?’”.

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Anatoly Kozlov, en Moscú, contribuyó.