Por regresar a Saab, Washington logra liberación de 10 presos de EEUU y 20 de Venezuela

Un conocido hombre de negocios cercano al líder de Venezuela, acusado en un caso de corrupción masiva en Miami, fue liberado de la custodia federal el miércoles por la mañana en un canje por un fugitivo de la justicia estadounidense y 10 estadounidenses detenidos en Venezuela, dijo el gobierno de Biden.

La administración Biden consiguió la libertad de los estadounidenses, seis de los cuales Estados Unidos consideró que habían sido “detenidos injustamente”, a cambio de la liberación de Alex Saab, uno de los hombres de confianza del líder venezolano Nicolás Maduro, después de meses de negociaciones discretas entre ambos países, dijeron las fuentes.

Como parte del acuerdo, Maduro también aceptó la liberación de 20 presos venezolanos, así como de Roberto Abdul, acusado de traición a la patria luego de organizar unas recientes elecciones primarias que ganó la líder opositora María Corina Machado para ser candidata presidencial en 2024. Desde entonces, el gobierno de Maduro le prohibió a Machado presentarse el próximo año.

Maduro también entregó a las autoridades estadounidenses al ciudadano malasio Leonard Glenn Francis, conocido como “Gordo Leonard”, acusado de sobornar a oficiales de la Marina estadounidense y prófugo de la justicia estadounidense tras huir al país sudamericano.

En un comunicado, el secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken dijo que Estados Unidos celebra la liberación de los 20 presos políticos venezolanos y “la restitución de todos los candidatos políticos venezolanos”.

En una llamada con periodistas más temprano en el día, los funcionarios del gobierno de Biden se negaron a decir si Maduro había acordado dejar que Machado apareciera en la boleta electoral en 2024 como parte de las negociaciones secretas.

“En este momento, lo que estamos pensando es que María Corina Machado pudo presentar su apelación ante la Corte Suprema para su consideración y nuestra expectativa es que esa decisión se haga con prontitud”, dijo un alto funcionario de la administración.

El presidente venezolano Maduro (a la derecha) recibiendo a Alex Saab en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas, Venezuela, el miércoles 20 de diciembre de 2023. Estados Unidos liberó a Saab, quien fue arrestado por una orden judicial estadounidense por lavado de dinero en 2020, a cambio de la liberación de 10 estadounidenses encarcelados en Venezuela, dijeron el miércoles funcionarios estadounidenses.

El régimen de Maduro no mencionó a Machado en su propio comunicado, en el que confirmó el intercambio de prisioneros y anunció que Saab estaría pronto en suelo venezolano.

“El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela celebra con júbilo la liberación y regreso a su patria de nuestro diplomático Alex Saab, quien hasta hoy se encontraba injustamente secuestrado en una prisión de Estados Unidos”, dijo el régimen en un comunicado.

Saab, dijo el régimen, será recibido de vuelta “con orgullo después de haber sufrido tres años y medio de detención ilegal bajo tratos crueles, inhumanos y degradantes, violando sus derechos humanos y la Convención de Viena, que le otorga inmunidad diplomática”.

El equipo legal de Saab en Estados Unidos —los abogados Joseph Schuster, Neil Schuster, Celeste Siblesz Higgins y David Rivkin— emitieron un comunicado en el que expresaron su agradecimiento al presidente Biden y al presidente Maduro por “llegar a un acuerdo”.

“Ese acuerdo permite que un diplomático venezolano regrese a casa después de cumplir más de tres años y medio bajo custodia” en Miami y Cabo Verde, dijo el equipo. “Creemos que el enviado especial Saab habría sido declarado inocente si hubiera ido a juicio.

“Estamos encantados de que el enviado especial Saab se reúna por fin con su abnegada esposa y sus maravillosos hijos; también estamos muy contentos por los ciudadanos estadounidenses que podrán reunirse con sus familias por Navidad”.

Funcionarios de la administración Biden dijeron que el canje de prisioneros fue “el resultado de muchos, muchos meses de negociaciones,” consultas regulares con Biden y “una extensa cantidad de trabajo que involucró a nuestros altos dirigentes”.

“Estos individuos han perdido demasiado tiempo precioso con sus seres queridos y sus familias han sufrido cada día en su ausencia”, dijo Biden a última hora del miércoles después de que los ex rehenes estuvieran a salvo bajo custodia estadounidense. “Estoy agradecido de que su calvario haya terminado por fin y de que estas familias vuelvan a estar completas”.

Los acontecimientos, dijo, fueron “un paso adelante positivo e importante”, al tiempo que recordó a los estadounidenses que no deben viajar a Venezuela. A primera hora del día, a bordo del Air Force One, Biden dijo a los periodistas que “Parece que Maduro, hasta ahora, está cumpliendo su compromiso sobre unas elecciones libres, pero aún no está hecho. Queda mucho camino por recorrer, pero es bueno hasta ahora”.

Estados Unidos usó conexiones internacionales para lograr el canje de prisioneros, aprovechando su relación con otros países, en particular Qatar, que facilitó las conversaciones entre Maduro y Estados Unidos sobre despejar el camino hacia las elecciones presidenciales de 2024, dijo un funcionario.

“Esto es parte de la fuerte priorización de nuestro presidente, el presidente Biden: el retorno seguro de todos los estadounidenses que son rehenes y detenidos injustamente en el extranjero”, dijo otro alto funcionario.

“Las consecuencias de esta difícil decisión serán reunir a los padres con sus hijos y nietos”, dijo el funcionario, “y asegurar que uno de los más notorios fugitivos de la justicia, Gordo Leonard, sea devuelto y rinda cuentas por su fraude”.

A medida que se desarrollaba el intercambio el miércoles, los funcionarios subrayaron que seguía siendo “frágil” y mantuvieron la cautela, conscientes de que podía venirse abajo en cualquier momento.

El intercambio estuvo a punto de fracasar en múltiples ocasiones, según han podido saber McClatchy y Miami Herald. Estados Unidos buscaba la liberación de todos los ciudadanos estadounidenses detenidos en cárceles venezolanas —incluidos los designados como detenidos injustamente por el Departamento de Estado (DOS) y los que no lo están—, así como la extradición del “Gordo Leonard”.

El conocimiento de Saab sobre el funcionamiento interno del régimen de Maduro fue considerado una potencial mina de oro de información por funcionarios estadounidenses y las fuerzas de seguridad, lo que llevó a criticar el miércoles la decisión de liberarlo de la custodia de Estados Unidos.

“El presidente Biden le otorgó otra concesión a Maduro con la liberación de Saab”, dijo el senador republicano de la Florida Marco Rubio. “Como hemos sido testigos a lo largo de esta administración, esto solo alentará a los tiranos del mundo a seguir manteniendo a los estadounidenses como rehenes”.

“Saab es el arquitecto de la operación de corrupción y lavado de dinero de Maduro, un esquema que priva al pueblo de Venezuela de recursos”, dijo. “Desafortunadamente, este intercambio solo incentiva a los dictadores a secuestrar a más estadounidenses”.

Carrie Filipetti, ex subsecretaria de Estado adjunta para Cuba y Venezuela en la administración Trump, también criticó la directiva política de Biden sobre Venezuela, diciendo que “no hay nada públicamente” que sugiera que Maduro celebrará elecciones libres y justas el próximo año. Citó una Misión de Observación Electoral de la Unión Europea que enumeró 23 medidas que el régimen debe tomar —algunas de las cuales tardarían entre 18 y 24 meses en implementarse— para que las elecciones sean justas.

“No hemos visto ningún progreso al respecto, sino un empeoramiento de las condiciones para la sociedad civil, casi una criminalización de la sociedad civil en el país, un aumento de la censura. Hay casi 300 venezolanos que son presos políticos”, dijo. “Ninguna de las condiciones que se requerirían para que unas elecciones fueran libres y justas se dan actualmente en Venezuela y no parece haber una tendencia que sugiera que se estén acercando a ello”.

Filipetti dijo que Estados Unidos renunció a dos de las piezas clave de apalancamiento contra el régimen, que Maduro había estado persiguiendo: el regreso de Saab y el levantamiento de las sanciones sobre el petróleo, algunas de las cuales la administración había acordado previamente.

Saab, un empresario colombiano, reclamaba inmunidad diplomática como defensa en un caso de lavado de dinero por valor de $350 millones que aún no había llegado a juicio en Miami. Se le acusaba de pagar sobornos a funcionarios venezolanos para obtener contratos gubernamentales. Durante casi un año, había trabajado como informante confidencial para la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) y entregó $12 millones de sus ganancias a DEA antes de no entregarse en 2019, de acuerdo con lo que muestran los registros de la corte federal.

Su liberación marca un gran avance para Maduro, que buscó el regreso de su mano derecha y arreglador desde que fue detenido por las autoridades de Cabo Verde en 2020 por una notificación roja de Interpol. Tras su detención, Saab dijo ser un enviado especial que viajaba para Maduro a Irán en una misión comercial de oro por gasolina.

En ese momento, los funcionarios estadounidenses estaban tan preocupados por los extremos a los que llegaría Maduro para liberar a Saab que la administración Trump envió buques de la Armada estadounidense a patrullar frente a las costas de Cabo Verde. Saab fue extraditado a Estados Unidos en octubre de 2021 por cargos de lavado de dinero derivados de sus contratos de vivienda con el gobierno venezolano y la transferencia de millones a Estados Unidos y otros países. Saab, quien se enfrentaba a penas de hasta 20 años de prisión, permaneció detenido en Estados Unidos a la espera de juicio hasta su liberación el miércoles.

Antes de que se cerrara el acuerdo, los funcionarios del gobierno de Biden habían insistido en que no podían negociar sobre el destino de Saab, señalando que era objeto de un caso en curso del Departamento de Justicia (DOJ).

Saab es uno de las decenas de funcionarios venezolanos, empresarios y contratistas que han sido acusados en un tribunal federal de Miami de robar colectivamente miles de millones de dólares de su gobierno en esquemas de corrupción que presuntamente involucran a Maduro, el fallecido presidente Hugo Chávez y otros altos funcionarios de la compañía petrolera nacional de Venezuela PDVSA.

Pero la disposición de Maduro a negociar un acuerdo más amplio que asegurara la liberación de todos los estadounidenses detenidos en el país sedujo al presidente Joe Biden, el cual en estuvo íntimamente involucrado en el acuerdo final, dijeron dos funcionarios.

El miércoles, un alto funcionario de la administración insistió en que la Casa Blanca no interfirió con DOJ y que la liberación de Saab se hizo bajo la autoridad de Biden para conceder clemencia.

“El presidente tomó una decisión difícil, pero acertada, al conceder el indulto”, dijo el funcionario.

Saab es el único prisionero liberado por Estados Unidos como parte del canje y el acuerdo no implica exculpar a Maduro de cargos criminales que enfrenta actualmente en Estados Unidos ni el levantamiento de sanciones contra la empresa estatal de petróleo y gas de Venezuela, insistieron funcionarios estadounidenses.

“Para hacer este intercambio, el presidente tuvo que tomar la decisión extremadamente difícil de ofrecer algo que la contraparte venezolana buscaba activamente”, dijo el funcionario. “Y tomó la decisión de concederle clemencia a Alex Saab con un juicio pendiente por lavado de dinero y permitir su regreso a Venezuela en lo que fue esencialmente un intercambio de 10 estadounidenses y un fugitivo de la justicia por una persona devuelta a Venezuela”.

El acuerdo se produjo tres semanas después de que Maduro incumpliera el plazo del 30 de noviembre fijado por la Casa Blanca para empezar a liberar a todos los ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, a cambio de una asistencia limitada de las sanciones impuestas al sector petrolero venezolano semanas antes. A pesar de la promesa de volver a imponer sanciones si Maduro no cumplía, no se volvieron a imponer sanciones mientras proseguían discretamente las conversaciones sobre el canje.

Además de apoyarse en Qatar, Estados Unidos también parece haberse apoyado en San Vicente y las Granadinas, aprovechando las recientes conversaciones celebradas en este país del Caribe oriental. Las conversaciones estaban lideradas por la Comunidad del Caribe y Brasil y tenían que ver con las amenazas de Maduro de invadir un territorio rico en petróleo de la vecina Guyana. Luego de un día de negociaciones sobre la disputa fronteriza, Maduro aceptó retirar sus amenazas.

“Venezuela no avanza en las condiciones electorales. Han detenido a más estadounidenses, lo que por supuesto forma parte de su juego para que Estados Unidos haga tratos como el que estamos viendo hoy, pero también están amenazando con invadir una nación soberana y este es el momento en el que el gobierno estadounidense decide aliviar la presión sobre ese país”, dijo Filipetti, que dirige la Coalición Vandenberg, una organización sin ánimo de lucro conservadora centrada en la política exterior. “En todo caso, eso solo alienta el tipo de comportamiento que estamos viendo del régimen de Maduro y es por eso que creo que es una dirección política realmente defectuosa hacia la que nos dirigimos”.

Funcionarios de la administración dicen que Venezuela está ahora de vuelta en línea con los compromisos que Maduro hizo en Barbados sobre la liberación de los presos y las elecciones presidenciales de 2024, y el canje de prisioneros abre la “puerta para que sigamos participando en el diálogo para que cuando Venezuela celebre elecciones el próximo año, sean competitivas e inclusivas, y que permitan a los venezolanos determinar realmente el futuro del país”.

Funcionarios de la Administración se declinaron el miércoles a nombrar a los estadounidenses retenidos que están a la espera de que se notifique a sus familias y sean puestos en libertad bajo custodia estadounidense.

Geoff Ramsay, experto en Venezuela del Concejo Atlántico en Washington, dijo que sabe de al menos nueve estadounidenses que habían sido retenidos: los ex Boinas Verdes Luke Denman y Airan Berry, así como Jerrel Kenemore, Eyvin Hernández, Savoi Wright, Abraham Coakley III, Hamid Ortiz Dahud, Jason George Saad y Joseph Ryan Cristella.

Cristella, Hernández, Kenemore y Wright se encontraban entre las personas “detenidas injustamente”, según confirmó la administración en un comunicado en el que anunciaba su salida segura de Venezuela.

Hernández, un defensor público adjunto de Los Ángeles, había sido detenido injustamente en Venezuela desde que fue secuestrado por hombres armados en la frontera del país con Colombia mientras estaba de vacaciones en marzo, dijeron funcionarios estadounidenses y amigos de la familia Hernández a McClatchy y a Miami Herald.

Cristella, habitante de la Florida, también viajaba por Colombia a finales del año pasado antes de ser detenido en la región fronteriza del país y trasladado a una prisión dirigida por la unidad antiterrorista militar de Venezuela.

Elaine Cristella, madre de Cristella, dijo que el miércoles por la mañana recibió por primera vez la noticia de la liberación de su hijo a través de una llamada de las autoridades estadounidenses. Después de más de 15 meses esperando la noticia, se mostró sorprendida y agradecida, especialmente después de haber oído previamente que su hijo podría ser liberado el mes pasado.

“Estoy abrumada, la verdad. Yo estaba como ‘¿Qué?’”, le dijo a McClatchy el miércoles por la tarde desde su casa en Idaho. “Entre el 30 [de noviembre] y ahora fue como lo más estresante, porque nadie sabía si íbamos o veníamos”.

Dijo que su hijo estaba de camino a una base militar en San Antonio, en donde recibirá una evaluación médica y pasará hasta una semana allí para descomprimirse. Estaba buscando vuelos desde Boise para pasar la Navidad con su hijo.

Ni Denman ni Berry, ex Boinas Verdes, fueron designados como detenidos por error. Los dos se declararon culpables ante un tribunal venezolano de participar en un plan para derrocar a Maduro durante el gobierno de Trump conocido como Operación Gideón, un complot fallido que les valió a ambos sentencias de 20 años de prisión.

Los periodistas de Miami Herald Nora Gámez Torres y Antonio Maria Delgado contribuyeron a este reporte. Kevin Fixler, reportero del Idaho Statesman, contribuyó con el reportaje.