La Iglesia en Sri Lanka celebra un Domingo Negro por los atentados de Pascua

Colombo, 7 mar (EFE).- La Iglesia católica en Sri Lanka celebró hoy un Domingo Negro para reclamar justicia por las víctimas de los atentados de Pascua de 2019, cuando varios islamistas se inmolaron en tres iglesias y tres hoteles de lujo, matando a 269 personas, entre ellas 40 extranjeros y 45 niños, e hiriendo a más de 400.

Las campanas del Santuario de San Antonio en Kochchikade, a las afueras de Colombo, replicaron a las 8.45 de la mañana, marcando la hora exacta en la que el 21 de abril de 2019 uno de los atacantes suicidas detonó una bomba en el templo, dejando un rastro de sangre.

Los feligreses, y miembros de otras religiones en señal de solidaridad, acudieron al templo de negro para reivindicar que casi dos años después no se ha castigado a todos los culpables ni hecho lo suficiente para evitar que una tragedia así se repita.

Los atentados fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y perpetrados por la agrupación islamista local National Thowheed Jamaat, y aunque muchos de sus miembros fueron arrestados, no se ha llevado ante la justicia a personal de las fuerzas de seguridad y el Gobierno que desoyeron las alarmas sobre un atentado islamista inminente en la isla.

"¿Quién dirigió la operación detrás del telón?" "¿Se hará cumplir la ley a los que fueron encontrados negligentes?", rezaban algunos de los carteles que portaban frente a la iglesia los manifestantes, que también llevaban mascarillas negras con el lema "justicia".

"No estamos protestando. Estamos manifestando nuestra decepción. Estamos manifestando nuestro anhelo de justicia", afirmó a Efe el sacerdote Joy Mariaratnam, presente en el acto.

El padre Mariaratnam explicó que aunque la manifestación está organizada por la archidiócesis de Colombo, hablan por todas las víctimas de los atentados que no están "contentos con los avances de la investigación".

INFORME SOBRE LOS ATENTADOS

Una comisión especial designada por el Gobierno de Sri Lanka presentó la semana pasada ante el Parlamento un informe sobre los atentados en el que afirmaba que el expresidente Maithripala Sirisena y otros funcionarios de alto nivel durante su legislatura fueron "declarados responsables de negligencia criminal y falta de acción decisiva y cumplimiento de sus funciones".

Los autores del informe recomendaron la creación de un Tribunal Superior especial para llevar a cabo audiencias en relación a esos atentados, pidieron regular las redes sociales e Internet para evitar que se propaguen ideologías extremistas, y el arresto sin orden judicial de aquellos que incitan al odio étnico y religioso.

El arzobispo de Colombo, el cardenal Malcolm Ranjith, lamentó sin embargo durante una rueda de prensa esta semana que "el requisito más importante de la comisión" no se cumplió y dejó "muchas preguntas sin respuesta", llamando a celebrar este Domingo Negro.

"Si no se encuentra a los autores y responsables detrás de esto, mañana podría volver a suceder. Por tanto, este Gobierno tiene una gran responsabilidad. No pueden lavarse las manos", afirmó el cardenal Ranjith, que subrayó que "este no es el momento para pensar que todo se acabó y barrerlo debajo de la alfombra".

La comunidad musulmana en Sri Lanka, una de las más señaladas tras la tragedia, mostró también esta semana su apoyo al cardenal y su solidaridad con las víctimas, y pidió que se "investigue y procese a aquellos que planearon los crueles atentados".

Pedimos "una investigación inmediata e imparcial para encontrar a las personas responsables de planificar y llevar a cabo los ataques terroristas y que sean llevados ante la justicia", concluyó en un comunicado el Consejo Musulmán de Sri Lanka (MCSL).

Aanya Wipulasena

(c) Agencia EFE