Hungría pide un nuevo plan para incrementar las donaciones de órganos

Hungría pide un nuevo plan para incrementar las donaciones de órganos

Europa tiene escasez de órganos y las listas de espera para transplantes no paran de crecer. Estos, además de mejorar la calidad de vida de sus receptores, suponen un ahorro para los sistemas de salud públicos. Por ejemplo, a España un trasplantado de riñón le cuesta 30.000 euros menos al año que un paciente que debe hacer diálisis según la Organización Nacional de Transplantes de España

Ahora la Presidencia húngara del Consejo de la UE ha puesto sobre la mesa una nueva propuesta con el objetivo de aumentar la "disponibilidad de órganos, una mayor eficiencia y accesibilidad de los sistemas de trasplante y la mejora de las normas de calidad y seguridad", apunta el Dr Péter Takács, secretario de Estado de Sanidad de Hungría.

La Unión Europea contó entre 2009 – 2015 con un plan para la donación y el transplante de órganos que incrementó en un 21% las donaciones a nivel europeo. "Con la Unión Europea en una encrucijada, el imperativo de un enfoque renovado y enérgico en materia de donación y trasplante de órganos nunca ha sido tan claro", cree Takács.

Una de las ideas podría ser incrementar los intercambios entre Estados miembros. "Una forma de hacerlo sería cruzar las fronteras e intentar comunicarse y organizar relaciones con otros países que permitan el intercambio de órganos, una vía rápida para el trasplante y la obtención de órganos", asegura Dimitri Mikhalkski, vicepresidente de la Sociedad Belga de Trasplantes. Pero también pide impulsar el transporte rápido de los órganos ya que "esto podría reducir su calidad".

Dentro de la Unión Europea ya existen organizaciones que coordinan su envío. Como por ejemplo Eurotransplant que une las necesidades de Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Eslovenia, Hungría, Luxemburgo y Países Bajos. Su colaboración conecta a todos los hospitales de trasplantes con los que realizan donaciones de órganos.

Un nuevo impulso

El porcentaje de donantes difiere mucho entre los países del bloque. Va desde una tasa anual por millón de habitantes de 47 en España o un 31.5 en Portugal hasta un 2,1 en Bulgaria y un 3,3 en Chipre. Para poder ser donante, el difunto debe cumplir con una serie de condiciones que dificultan que los números sean altos. Idealmente debe ser una persona joven fallecida por muerte encefálica y sin padecer enfermedades infecciosas de alto riesgo, por ejemplo, aquellos que hayan sufrido accidentes de tráfico.

Una de las opciones para incrementar el número de donantes es usar los conocidos como marginales, es decir, aquellos de más edad o con órganos que estan en peor estado. Podria ser una solución temporal para acortar las listas de espera y suplir la falta de órganos, apunta Mikhalkski.

"El donante clásico que existía antes ha casi desaparecido", relata el doctor. "Ahora es una excepción por la seguridad en las carreteras, la seguridad en los vehículos y la calidad de vida".

Además, otra de las propuestas húngaras pasa por que países como Alemania cambien la legislación para que todos sus ciudadanos sean donantes a no ser que indiquen lo contrario. Gran parte de los países europeos ya cuentan con una legislación que clasifica como potenciales donantes a todos los ciudadanos, por ejemplo, España o Portugal.

En los últimos años han sido varios los estados que ya han modificado sus leyes en este sentido, como Países Bajos (2020) o Grecia (2013).