Las huelgas contra la reforma de las pensiones paralizan trenes y colegios en Francia

Andenes vacíos en la estación de tren de Saint-Lazare durante una jornada nacional de huelgas y protestas contra el plan de reforma de las pensiones del Gobierno francés, París

Por Dominique Vidalon y Forrest Crellin

PARÍS, 7 mar (Reuters) - Los sindicatos franceses intensificaron su lucha contra los planes de reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron el martes, cuando la mayoría de los trenes se detuvieron, se interrumpió el suministro de combustible y las escuelas cerraron en un sexto día de huelgas en todo el país.

Se trata de un momento crítico para el Gobierno, que espera que la reforma pueda ser aprobada por el Parlamento a finales de marzo.

Para aumentar la presión sobre los parlamentarios con el fin de que no aumenten la edad de jubilación en dos años, hasta los 64, los sindicatos dijeron que esta vez habría huelgas continuas, que podrían prolongarse durante días, incluso en las refinerías de petróleo y los ferrocarriles.

"Seguiremos hasta que se retire la reforma", declaró a la radio RTL el jefe del sindicato FO, Frédéric Souillot.

Los basureros y los camioneros se sumaron a la huelga, en una señal de que las protestas se extendían a más sectores. Como en huelgas anteriores, se redujo la producción de electricidad, se interrumpió el suministro de combustible y el refinado y muchos profesores abandonaron sus puestos de trabajo.

Están previstas concentraciones en toda Francia, después de que más de 1,27 millones de personas participaran en las protestas del 31 de enero.

El canal de televisión BFM TV mostró imágenes de trabajadores abandonando sus coches a un lado de la carretera cerca de Amiens, en el norte de Francia, mientras otros bloqueaban el acceso a una zona industrial.

"¡Juntos... paremos Francia!", dijeron los principales sindicatos del país en un comunicado conjunto.

UN VERDADERO PROBLEMA

Los sondeos de opinión muestran desde hace semanas que la mayoría de los votantes rechaza la reforma, pero el Gobierno insiste en que es esencial para garantizar que el sistema de pensiones no quiebre.

"Puedo entender que no mucha gente quiera trabajar dos años más, pero es necesario para garantizar la viabilidad del sistema", declaró la primera ministra, Élisabeth Borne, a France 5 TV.

Aunque el grupo de Macron no tiene mayoría absoluta en el Parlamento, puede contar con el apoyo de al menos una parte de los conservadores Les Republicains.

"Le digo a Emmanuel Macron que aguante", ha dicho el senador de LR Bruno Retailleau. "Si cede, no podrá llevar a cabo más reformas, sería el final de su (segundo) mandato".

Aún no está claro si los cambios serán aprobados por el Parlamento antes de finales de mes o si el Gobierno tendrá que forzar su aprobación utilizando poderes constitucionales especiales.

El ministro de Transportes, Clément Beaune, declaró que la huelga del martes será "una de las más difíciles" para los viajeros. "Para muchos será una verdadera molestia", dijo.

"Vamos a una marcha más", declaró el jefe del sindicato CGT, Philippe Martinez, al semanario JDD. "La pelota está ahora en el tejado del presidente (Macron). De él depende retirar esta reforma".

(Reportaje de Forrest Crellin, Benjamin Mallet, Ingrid Melander, Benoit van Overstraeten, Blandine Henault, Dominique Vidalon, Marc Leras, Redacción de Ingrid Melander; editado en español por Tomás Cobos)