Huelga en Italia: el ministro del gobierno de Meloni que logró poner un freno a un paro de transporte

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de pie junto al ministro de Infraestructura, Matteo Salvini, en el Parlamento de Italia, en Roma el 23 de octubre de 2022. (Foto AP/Alessandra Tarantino)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de pie junto al ministro de Infraestructura, Matteo Salvini, en el Parlamento de Italia, en Roma el 23 de octubre de 2022. (Foto AP/Alessandra Tarantino)

ROMA.- Manifestaciones, escuelas cerradas, retrasos y cancelaciones de algunos colectivos, polémicas, pero ninguna parálisis ni caos del país provocó este viernes en Italia una huelga de ocho horas en los sectores de sanidad y educación, y de cuatro horas en transportes. La huelga fue convocada por CGIL y UIL, dos de los sindicatos mayoritarios -no se sumó la CISL-, para protestar en contra de la ley de presupuesto aprobada por el gobierno de derecha de Giorgia Meloni, que, según los gremios, castiga a la salud pública, los salarios y las pensiones.

La movilización le devolvió visibilidad a Matteo Salvini, aliado de Meloni, líder del partido derechista Liga, vicepremier y ministro de Transportes, que en los últimos días en cierta forma se anotó una victoria: tras una pulseada con los sindicatos en pie de guerra, en efecto, logró una “precettazione”, es decir, a través de una autorización del ente que maneja estos temas, obtuvo el visto bueno para que la huelga quedara limitada a cuatro horas –de 9 a 13- en lugar de 24, en el sector de los transportes. Algo que significó una ruptura con los gremios, que durante las manifestaciones no ocultaron su furia.

“Todas las plazas están llenas como no se veía desde hace años y esta jornada es la respuesta más linda, fuerte, inteligente y firme que le podían dar a quien pensó en poner una ‘precettazione’ y en discusión el derecho a la huelga, un verdadero ataque a la democracia”, clamó, refiriéndose a Salvini, el secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, desde un palco levantado en la emblemática Piazza del Popolo de esta ciudad.

La protesta contra el gobierno de Meloni en la Piazza del Popolo
La protesta contra el gobierno de Meloni en la Piazza del Popolo - Créditos: @ANDREAS SOLARO

Allí, unas 60.000 personas, según los organizadores, con globos rojos y azules –los colores de los dos sindicatos-, banderas y pancartas, se manifestaron en contra del gobierno de Meloni bajo la consigna de “¡Ahora basta!”. Otras manifestaciones similares, con estudiantes que se sumaron a la protesta y marcharon por Milán y Florencia, tuvieron lugar en diversas ciudades de Italia.

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Los trabajadores protestaron no sólo en contra de la ley de presupuesto, considerada “pobre” de recursos hacia sectores clave como educación, salud, bienestar social y salarios, sino también por la falta de seguridad en el trabajo. En la Piazza del Popolo, de hecho, desplegaron decenas de cruces blancas, junto a cascos de trabajo y dos rosas, para recordar a los trabajadores muertos en los puestos de trabajo, una verdadera plaga en Italia, donde se estima que el año pasado murieron tres personas por día, según Inail (la agencia de seguros contra accidentes de trabajo).

Una pancarta gigante con la palabra
Una pancarta gigante con la palabra "Paz" en la protesta en la Piazza del Popolo de Roma - Créditos: @Roberto Monaldo

“Este gobierno no hizo nada en cuanto a la seguridad en el trabajo”, denunció el secretario general de la UIL, Pierpaolo Bombardieri, quien en su intervención también atacó a Salvini, que en días pasados acusó a los gremios de haber planteado la huelga justo un viernes para tomarse un fin de semana largo. “Salvini, mirá esta plaza, estudiala bien y respetá a quien está aquí y paga con una jornada de trabajo. Quien está no se toma un fin de semana largo, aquí hay gente que trabaja mientras usted se toma los fines de semana”, denunció Bombardieri desde el palco. Al margen de agaradecer a los asistentes por “una jornada de democracia” y reclamar respeto por las organizaciones sindicales y por los trabajadores, Bombardieri también desafío al gobierno de Meloni. “Si quieren sindicatos silenciosos, se equivocaron, no nos vamos a doblegar”, advirtió.

“No vamos a detenernos hasta traer a casa resultados”, le hizo eco Landini, en una manifestación que concluyó en Roma poco después de las 13 (hora local) con “Bella Ciao”, la canción de los partisanos que se volvió célebre con la serie española La Casa de Papel.

Acatamiento

Si bien los sindicatos involucrados decían que la adhesión a la huelga ación había sido “altísima”, con “puntas del 100% en algunos sectores como los puertos y hasta el 80% en la logística”, desde el gobierno relativizaban las cifras.

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“Mientras una parte de los sindicatos [de izquierda] cree que es útil hacer huelga insultando, oponiéndose al gobierno en lugar de discutir sobre las cuestiones, los números -con pocas adhesiones, sobre todo en el sector de los transportes-, nos dice que, gracias a nuestra intervención, millones de italianos han podido viajar, trabajar, cuidar su propia salud y la de sus seres queridos sin molestias”, celebró Salvini en la red social X (ex Twitter).

Salvini, que destacó “el pragmatismo que los italianos esperan de parte de instituciones serias”, sumó a su posteo fotos de las manifestaciones de protesta de este viernes, en las que muchas pancartas le lanzaron dardos por haber logrado la “precettazione”, es decir, la limitación de la huelga, algo que no ocurría desde hace tiempo, según los sindicatos.

Aunque es aliado del gobierno de coalición de Meloni, Salvini internamente es un rival y está intentando volver a levantar de la debacle a su partido también de derecha, la Liga, que perdió miles de votos ante Hermanos de Italia, de la premier. Salvini apunta a recuperar consensos en vista de las elecciones para renovar el Parlamento europeo del año que viene.

Desde Zagreb, Croacia, donde se encontraba de gira, Meloni aseguró que respetaba el derecho a la huelga de los trabajadores y, consciente de las polémicas, constató que no había requisitos para una huelga general. Se manifestó satisfecha con la ley de presupuesto aprobada por su gobierno más allá de los recursos limitados, según admitió, y subrayó que “los sindicatos comenzaron atacarla ya en el verano, cuando aún ni siquiera estaba preparada”.