¿Quién es Hope Hicks, la joven asesora que dio positivo alertando del ahora confirmado contagio de Trump?
El positivo por coronavirus de Hope Hicks, parte del equipo más cercano de Donald Trump y que viaja constantemente junto al presidente, obligó a que quienes habían estado en contacto estrecho con ella recientemente a ponerse en cuarentena y hacerse la prueba. El resultado para el matrimonio Trump: positivo en ambos casos. Ahora todos deberán guardar la cuarentena establecida y habrá quién se pregunte quién es esta joven asesora del inquilino de la Casa Blanca que desapareció hace un tiempo y ha vuelto de nuevo a la actualidad política en mitad de una pandemia y de una campaña electoral.
Según cuenta medios estadounidenses, Hicks, de 31 años, lleva años vinculada a la carrera política de Trump. Fue él mismo quien la fichó como jefa de prensa para su primera campaña en 2016 sin que tuviese experiencia alguna ni en un terreno ni en otro. Nacida en el seno de una familia acomodada de Greenwich (Connecticut) el 21 de octubre de 1988, tiene una hermana.
Consultora de relaciones públicas según su titulación, en su adolescencia se dedicó a practicar deporte (lacrosse) durante su etapa escolar y al modelaje. Ha sido imagen de varias campañas y no solo relacionadas con la moda. También ha sido portada de algún libro, como recuerdan perfiles sobre su persona como el de Town&Country.
Su puerta de entrada en el círculo de confianza de la familia Trump fue a través de la hija del todavía presidente de los Estados Unidos, Ivanka, y gracias a su vinculación al mundo de la moda. En agosto de 2014 comenzó a trabajar para The Trump Organization. Lo hacía en la Trump Tower, ayudaba a Ivanka con su firma de moda y se prestaba como modelo de sus diseños para la tienda online. Fue solo durante unos meses, ya que en otoño empezó a responder directamente ante cabeza de familia.
i think i can honestly say this is the first time i've heard hope hicks speak pic.twitter.com/HuidZhCNVk
— David Mack (@davidmackau) December 17, 2016
En 2016 ha contado que este la llamó a su despacho, le contó sus intenciones de presentarse como candidato a la Casa Blanca y que la quería a ella como secretaria de prensa y directora de comunicación de su campaña. Aceptó y comenzó su carrera política. De ahí, una vez ganadas las elecciones, pasó a ser la secretaria de prensa del equipo de transición presidencial y después, hasta marzo de 2018, Directora de Comunicaciones Estratégicas de la Casa Blanca.
Durante ese tiempo, Hicks era la encargada de filtrar toda las solicitudes que llegaban por parte de medios y periodistas que querían entrevistar al presidente. Era como su portero. Ella decidía quiénes accedían al mandatario y quienes no. Abandonó su puesto después de testificar ante el Congreso en febrero de 2018 que alguna vez había tenido que decir “mentiras blancas" para el presidente. Fue en el marco de un comité que se encargó de investigar si Trump había obstaculizado a la justicia.
No dijo mucho más y tampoco fue la única citada. Poco después presentaba la renuncia y desaparecía del panorama político, en el que se había visto salpicada por algún que otro asunto relacionado con su vida privada y sus relaciones personales.
A comienzos de este año Hicks fue ‘repescada’ por Trump fichándola de nuevo, pero esta vez como asesora senior y nada que ver con trabajar de cara a los medios. Como parte del círculo más cercano del presidente, a la joven asesora se la vio el miércoles en el Air Force One de camino a Minesota y también fueron juntos al debate presidencial del martes en Cleveland y a un mitin el pasado sábado en Pensilvania.
En todos esos viajes hubo quien les observó, tanto a Hicks como a su asesorado, sin mascarilla en algunos momentos. Ahora, tanto ella como el matrimonio Trump han dado positivo en los test. La asesora fue la primera en hacérselo, pero es difícil saber quién contagió a quién.