Un homenaje a la arquitectura de los pasteles de quinceañera

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 13 (EL UNIVERSAL).- Sofía Elías, arquitecta por profesión, pero artista por vocación, lleva a cabo su primera exposición "Corinthianopodus: La quinceañera en el balneario corintio, S. XXI", en la galería Pamela Weissenberg, ubicada en el jardín de la galería LABOR.

La fundadora de la popular marca de diseño Blobb -favorita de celebridades como Dua Lipa y Bella Hadid- presenta un diálogo entre sus dibujos de pasteles de quinceañera y sus sillas esculturales -y esponjosas- "Pofi Chairs".

En entrevista, Elías cuenta que su pasión por las columnas corintias fue lo que la orilló a estudiar arquitectura. Su obsesión era tal que dibujaba estos elementos arquitectónicos en gran formato y con gran detalle, pues dedicaba horas a este pasatiempo. Sin embargo, en la búsqueda de su camino artístico, Elías entraba en conflicto porque como mexicana no encontraba una justificación para relacionarse con ese estilo arquitectónico.

"En algún momento de mi carrera pensé que los griegos y los italianos tienen una relación muy directa con las columnas. Como mexicana no hay esa relación, pero tampoco me atraía dibujar pirámides prehispánicas o algo tan literal con México", cuenta.

En la búsqueda de Elías de cómo relacionar su mexicanidad con las columnas, tuvo una revelación en la pastelería La Ideal: los pasteles de quinceañeras.

“Vi que cada piso estaba sostenido por columnas. Los pasteles de quinceañeras tienen muchos elementos arquitectónicos, tienen betún, tienen merengue y es muy kitsch. Ahí surgió la idea de los pasteles", cuenta Elías.

Bajo la misma premisa con la que maneja Blobb, de divertirse como niña, Sofía Elías mezcló sus elementos preferidos en estos pasteles y jugó con las proporciones. Aunque claro, nada es a la ligera, pues realizó una investigación sobre los elementos que dibuja.

En contraste con estos pasteles bien estructurados y detallados, en una esquina de la galería se encuentra una montaña de 20 "Pofi Chairs", sillas sin estructura, pero cuya textura recuerda al betún de los pasteles. Las sillas apiladas también invitan al juego, pues no sólo son para su contemplación, sino también para que el público las toque, lanzándose sobre ellas.

"Está lo lúdico de las sillas, pero también están estos dibujos inspirados en (arquitecto y arqueólogo) Giovanni Battista Piranesi, que al agregarles estos toques de color se vuelven kitsch, porque al final hablamos de merengue y betún", dice Elías sobre la forma en que se conecta su exposición.

La exposición estará abierta al público hasta el 15 de noviembre.