Un hombre de ID esperaba traer artículos peruanos para su tienda. Ahora lucha por su vida

Fredy Inca Cisneros, de 42 años, es padre, hermano, esposo y propietario de un negocio en Wood River Valley, Idaho. En enero, cuando visitaba Perú, su país natal, fue agredido y golpeado, según su familia. Le rompieron tres costillas, le fracturaron el cuello y la columna y le colapsaron un pulmón.

El accidente de Cisneros le dejó sin poder mover las piernas, dijo su hermana, Katia Inca Cisneros, por teléfono. El ataque también dejó a la familia Cisneros en Bellevue sola, y preguntándose cómo cuidar de él.

Kari Méndez, esposa de Fredy Inca Cisneros, trabaja limpiando casas en Bellevue, 18 millas al sur de Ketchum, en el condado de Blaine. Sola, ha estado cuidando de la hija de 8 años de la pareja, Arlet, y preocupándose por cómo cuidará de su marido una vez que esté en casa.

“Me siento muy triste por lo que está pasando mi marido”, dijo Méndez al Idaho Statesman en español. “Esta situación es un poco difícil prácticamente. Soy responsable de todo”.

Mendez está equilibrando su trabajo de limpieza mientras mantiene abierta la tienda peruana de la pareja, La Plazita Latino Market.

‘Fue como una pesadilla’

Fredy Inca Cisneros, ahora ciudadano estadounidense, se trasladó a Estados Unidos con Kari Méndez en el 2007, en busca de una vida mejor para su familia. En Bellevue, trabajó como carpintero y obrero de la construcción antes de crear su propia empresa de construcción. Fue entrenador de fútbol infantil durante los últimos 10 años y él mismo jugó al fútbol mixto. En agosto, abrió su primera tienda, La Plazita Latin Market.

En enero, se encontraba en un viaje de dos semanas en Perú con su hijo Guillermo, de 20 años. Ambos tenían previsto regresar a Idaho el 7 o el 8 de enero, según Katia Inca Cisneros, pero sus vuelos fueron cancelados.

Fredy Inca Cisneros decidió visitar la tumba de su madre en Huancayo. Salió del cementerio y decidió hacer unas compras para el mercado latino La Plazita. Cuando salía de una tienda, hablando por su iPhone, dos personas lo asaltaron y lo metieron en un taxi, dijo la familia Cisneros. En el taxi, los hombres le quitaron la ropa y le sustrajeron el teléfono, la tarjeta de crédito, el DNI y dinero en efectivo. Después lo arrojaron del taxi y lo abandonaron en un barranco, según la familia.

Finalmente, Guillermo Inca Cisneros y el resto de su familia en Perú lo encontraron en un hospital, solo.

“Fue como una pesadilla”, cuenta Katia Inca Cisneros.

A pesar de sus heridas, Katia Inca Cisneros dijo que los médicos de Perú no querían operar a su hermano de la columna ni del cuello porque les preocupaba deteriorar aún más su capacidad para moverse por sí mismo. El 17 de febrero, Katia Inca Cisneros y Méndez reunieron el dinero suficiente para llevar a Fredy Inca Cisneros a un hospital de Boise.

Ahora Fredy Inca Cisneros está ingresado en el Hospital de Rehabilitación San Lucas, pero Katia Inca Cisneros dice que no ve que mejore.

“Es como un bebé”, dijo Katia Inca Cisneros entre lágrimas. “Es duro verle así. Pero, ¿qué más puedo hacer?

Perú lucha contra el narcotráfico, el tráfico de personas y otros delitos, la corrupción, la agitación política y la desconfianza en el gobierno. Algunas guías de viaje en inglés afirman que Huancayo, capital de la región situada a 3.000 metros de altitud y con 450.000 habitantes, es relativamente segura, salvo por los hurtos y los robos de bolsos.

Pero Katia Inca Cisneros dice que Huancayo no es seguro. Dice que a menudo se ataca y mata a la gente si parece que tiene dinero, que es lo que cree que le ocurrió a su hermano.

La familia Inca Cisneros se preocupa por los próximos pasos

Katia Inca Cisneros está buscando médicos que ayuden a su hermano. Dice que la mayoría de los médicos que tiene no quieren hacerle más operaciones en un estado tan frágil. Pero Katia Inca Cisneros quiere tener la esperanza de que haya un médico por ahí que puede ayudar a su hermano a caminar de nuevo.

“Sé que hay otras cosas que pueden ayudar a mi hermano”, dijo Katia Inca Cisneros.

Fredy Inca Cisneros tiene un terapeuta que ha estado trabajando para ayudarlo a ejercitar y mover sus extremidades, dijo Katia Inca Cisneros.

A Katia Inca Cisneros Inca también le preocupa su capacidad para pagar los cuidados que necesitará Freddy Inca Cisneros.

“No tenemos dinero”, dijo Katia Inca Cisneros. Ella también tiene un servicio de limpieza, pero ha tenido que pagar a los trabajadores de la empresa de construcción de Fredy Inca Cisneros que no han tenido trabajo en los últimos meses.

Tanto a Katia Inca Cisneros como a Kari Méndez les preocupa cómo se las arreglarán económicamente cuando Fredy Inca Cisneros Inca regrese a casa en Bellevue dentro de dos o tres semanas.

“¿Quién va a cuidar a mi hermano en la casa?”. dijo Katia Inca Cisneros Inca. “¿Quién le va a cambiar el catéter? Su habitación está en el segundo piso y sólo hay un pequeño baño en el primero. ¿Cómo va a sobrevivir? Va a ser más estresante para él”.

Méndez también se pregunta cómo pueden asegurarse de que Fredy Inca Cisneros esté cómodo y atendido en casa.

“Aquí en casa no tenemos las cosas necesarias para él”, dijo en español. “No tenemos una rampa para la silla de ruedas ni el baño adecuado”.

‘Puede ocurrir un milagro’

Ambas mujeres esperan que se recupere.

“Tengo fe y esperanza en que pueda ocurrir un milagro”, dijo Katia Inca Cisneros.

La familia está pensando en la posibilidad de trasladar a Fredy Inca Cisneros a otro hospital de Utah una vez que le den el alta de rehabilitación.

“A veces no puedo aceptarlo, pero digo: ‘¿Qué puedo hacer?’”. dijo Kari Méndez. “Es parte de la vida, es lo que Dios quería”.

La familia está recaudando fondos para ayudar a pagar las facturas médicas de Fredy Inca Cisneros. El enlace al Go Fund Me de la familia es: gofundme.com/f/local-bellevue-resident-kidnaped-and-left-for-dead.

Translated by Clorinda Zea.

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