Historiadores negros, sobrevivientes del Holocausto: Escuelas de Miami piden consentimiento de padres para esto

Hace dos años, cuando el historiador Marvin Dunn quiso hablar en una clase de Pinecrest sobre la historia negra, su visita no requirió mucha planificación. Pero cuando regresó la semana pasada para dar una conferencia sobre su experiencia personal con la segregación, solo los estudiantes de la Escuela Intermedia Pines con permisos firmados pudieron asistir.

El cambio es un crudo ejemplo de cómo una ley estatal promulgada por el gobernador Ron DeSantis en 2022 está impactando al menos a un distrito escolar en la Florida –las Escuelas Públicas del Condado Miami Dade–, mientras funcionarios escolares locales intentan cumplir con las amplias regulaciones estatales que buscan dar a los padres un mayor control sobre la educación de sus hijos.

Para cumplir con la ley de Derechos de los Padres en la Educación, el distrito escolar desde al menos noviembre ha exigido a las escuelas que obtengan el consentimiento de los padres para las actividades, incluyendo reuniones y eventos de clubes, oradores invitados, visitas de asesores universitarios, tutorías o sesiones de enriquecimiento y bailes escolares.

Anteriormente, esos formularios se usaban solo con moderación. Ahora, incluso para escuchar hablar a un sobreviviente del Holocausto se requiere la firma de los padres.

“Es lamentable que los distritos escolares tengan que pasar por esto con las nuevas leyes porque tienen miedo de que alguien como un político o un padre los persiga por ser anfitriones de lo que consideran un orador o tema o evento controvertido”, dijo Richard Ocampo, maestro de Estudios Sociales e Historia Mundial de noveno grado en Adult Education William H. Turner Technical, ubicado en West Little River.

Un portavoz del Departamento de Educación de la Florida subrayó que las escuelas no necesitan el permiso de nadie para enseñar la historia negra, y describió el impacto de la ley de Derechos de los Padres en la Educación de la Florida como una “mentira impulsada por los medios.”

El portavoz no respondió cuando se le preguntó específicamente sobre la política de permisos del distrito, que se aplicó en respuesta a la ley estatal. En una declaración emitida el jueves al Miami Herald, el distrito dijo que “hay preocupaciones sobre si el distrito está yendo demasiado lejos y los funcionarios del distrito están planeando pedir al estado una aclaración”.

Marvin Dunn, renombrado autor de historia negra, profesor emérito de la FIU y líder del Center for Racial Justice, habla durante su presentación sobre El Movimiento por los Derechos Civiles en la Florida a los estudiantes de Historia de Estados Unidos y a los estudiantes de Educación Cívica de séptimo grado en la Escuela Intermedia Palmetto, en Pinecrest, el jueves 1º de febrero de 2024.

Se amplía la política de permisos

La ley de la Florida requiere que los distritos escolares adopten procedimientos que notifiquen a los padres sobre cualquier cambio en los servicios de los estudiantes y la “capacidad de la escuela para proporcionar un ambiente de aprendizaje seguro y de apoyo para el estudiante”.

También dice que esos procedimientos escolares “no pueden prohibir a los padres el acceso a cualquier parte de la educación de su estudiante”.

En otros distritos escolares, se ha pedido a los padres que firmen un formulario de consentimiento antes de que sus hijos en edad escolar puedan ser llamados por un nombre distinto al que figura en su certificado de nacimiento. Esos cambios también fueron en respuesta a la ley de Derechos de los Padres en la Educación, a la cual los críticos han llamado “no digas gay”.

Este año, legisladores de la Florida están considerando una ley que restringiría la forma en que los aspirantes a maestros aprenden a educar a los niños sobre el racismo o el sexismo en los programas de formación de docentes.

En Miami-Dade, los educadores están empezando a tomar nota del impacto que la política de permisos está teniendo en su trabajo diario.

Hace un par de años, Ocampo invitó a un maestro a hablar sobre temas medioambientales y de salud, como el calentamiento global. Para ello, dice, rellenó un único papel y consiguió que su director y el director de actividades del centro lo aprobaran al día siguiente. Si tuviera que repetirlo ahora en el futuro, dice que tendría que hacer más de 150 copias de un formulario para distribuirlo entre sus alumnos y luego recoger y verificar cada firma.

“Todo ese proceso llevaría mucho tiempo”, dice Ocampo, que lleva 15 años dando clases. “Es mucho más trabajo, así que creo que disuadirá a los maestros de organizar esas actividades”.

Mayade Ersoff, la maestra de Estudios Sociales de octavo grado en la Escuela Intermedia Pines que invitó a Dunn a presentarse hace dos años y de nuevo este año, dijo que notó por primera vez un uso más amplio de los permisos a finales de mayo.

Una de sus colegas, la maestra de Lengua y Literatura de la Escuela Intermedia Pines, invitó a un sobreviviente del Holocausto a hablar a sus alumnos, que acababan de aprender sobre el Holocausto. La maestra animó a Ersoff y a un tercer maestro a que llevaran también a sus grupos a la presentación.

Pero cuando Ersoff se disponía a ir con sus alumnos, dice que el director anunció por megafonía que solo podían asistir los alumnos que hubieran entregado un permiso firmado por sus padres o tutores.

Ersoff no sabía que tenía que hacerlo, así que no pudo llevar a sus alumnos.

“Estaba furiosa”, dijo.

Ersoff decidió enviar un correo electrónico a Lourdes Díaz, directora académica del distrito escolar, preguntando por la norma. Díaz nunca respondió, dijo Ersoff.

Casi seis meses después, el 30 de noviembre, el director de Ersoff envió una guía oficial sobre el tema en la que decía al personal que, “con efecto inmediato”, tenían que usar un papel llamado Formulario 2424 “para cualquier actividad o evento programado por la escuela durante o fuera del horario escolar”.

La maestra Mayade Ersoff y Marvin Dunn posan juntos después de la presentación de Dunn sobre El Movimiento por los Derechos Civiles en la Florida a los estudiantes de Historia de Estados Unidos y a los estudiantes de Educación Cívica de séptimo grado en la Escuela Intermedia Palmetto, en Pinecrest, el jueves 1º de febrero de 2024.
La maestra Mayade Ersoff y Marvin Dunn posan juntos después de la presentación de Dunn sobre El Movimiento por los Derechos Civiles en la Florida a los estudiantes de Historia de Estados Unidos y a los estudiantes de Educación Cívica de séptimo grado en la Escuela Intermedia Palmetto, en Pinecrest, el jueves 1º de febrero de 2024.

Después de conseguir los formularios para la presentación de Dunn este año, Ersoff preguntó a otros maestros si también aplicaban la nueva política. Dice que un colega le dijo: “El año próximo pondré toda una lista de las cosas que quiero hacer para no tener que hacer esto una y otra vez”.

“Después de la primera semana en que entregamos los formularios para el Dr. Dunn, solo me devolvieron unos pocos”, dijo Ersoff. “Los niños no paraban de decirme: ‘Oh, no, a mi madre se le olvidó’, o ‘está encima de la mesa. ¿Cuál es el plazo?’”.

“Realmente, es muy disuasorio”, añadió. “No hay movimiento que podamos hacer sin un permiso; le juro que eso es lo que se siente, como si tuviera esos ojos mirándome todo el tiempo. Es horrible”.

¿Existe un efecto amedrentador en la educación?

Esta semana, en la iPrep Academy en Miami, el personal de la escuela distribuyó un formulario a todos los alumnos solicitando su aprobación para participar en todos los actos escolares que estaba planeando para el Mes de la Historia Negra con el fin de mostrar las “diversas tradiciones, historias e innumerables contribuciones de la comunidad negra”. Solo uno de los padres dijo que no quería que su hijo participara en los actos, dijeron funcionarios del distrito.

Algunos miembros de la comunidad no estuvieron de acuerdo con el planteamiento y se preguntaron si tenía connotaciones discriminatorias.

Cuando se le preguntó el jueves, Dunn dijo que no considera discriminatorias los formularios de iPrep para el Mes de la Historia Negra porque se enviaron en virtud de una política generalizada del distrito. Sin embargo, dijo que la escuela fue probablemente extra temeroso porque la historia negra se ha convertido en un tema muy divisivo en el estado.

“En Tallahassee se ha establecido el tono de que la historia negra debe ser menospreciada, por lo que los programas de historia negra son más vulnerables a este tipo de intrusión que cualquier otro tipo de programa”, dijo. “No esperaría el mismo nivel de interferencia de los padres durante el Mes de la Historia Hispana”.

También le preocupaba que la decisión de un solo padre de no permitir la asistencia de su hijo a una presentación pudiera tener un “impacto desproporcionado”.

En una reunión de comité de la Junta Escolar de Miami-Dade el miércoles, el miembro de la Junta Steve Gallon III expresó preocupación de que pudiera haber una “desconexión” en la forma en que el distrito está aplicando la ley de la Florida, que argumentó puede conducir a la desigualdad entre los estudiantes si sus padres no pueden firmar los permisos porque tienen varios empleos o se ocupan de otros asuntos.

“Esto es algo más que la Historia Negra, se trata de la igualdad de acceso a la plenitud de lo que representa la educación”, dijo Gallon.

Para otros, no es sorprendente ver la política escolar local en el punto de mira de las políticas educativas de DeSantis.

“Eso es lo que sucede cuando se aprueban tipos ambiguos de legislación como esa; se deja a la interpretación y, a veces, eso garantizará eliminaciones donde los estudiantes se perderán la educación de estudiosos e historiadores increíbles”, dijo el senador estatal Shevrin Jones, demócrata de West Park, sobre el impacto del estado en las políticas educativas locales.

Jones también cree que los esfuerzos en la Legislatura que restringen cómo las escuelas enseñan sobre el racismo y otros aspectos de la historia están “interconectados” con otros esfuerzos afuera de las escuelas.

El martes, por ejemplo, un emotivo debate sobre el racismo y la historia blanca estalló en el capitolio estatal mientras los legisladores consideraban un proyecto de ley que impediría a las ciudades y condados retirar o reubicar monumentos confederados.

Un partidario del proyecto de ley calificó los esfuerzos por retirar monumentos históricos de “guerra cultural contra la sociedad blanca”, lo que llevó a una legisladora demócrata a preguntarse cuál es el enfoque integral del estado en la enseñanza de la historia.

“¿Qué estamos enseñando realmente a nuestros hijos?”, dijo en la reunión la senadora Rosalind Osgood, una demócrata de Tamarac que fue durante mucho tiempo miembro de la Junta Escolar del Condado Broward. “¿Estamos siendo realmente auténticos en nuestros esfuerzos por preservar la historia en todas partes? No puedo hacerlo solo en los monumentos y restringirlo en la educación cuando quiero silenciar algo que no me gusta”.