Historia de dos países: el auge inmobiliario agranda la brecha social en Reino Unido

Por Andy Bruce

LONDRES, 30 sep (Reuters) - Claire Tomlinson sueña con comprar una casa de tres habitaciones en la arbolada localidad inglesa de Sandbach, pero los precios actuales la impiden cumplirlo, una historia que se está volviendo demasiado familiar en el Reino Unido de la era de la pandemia.

Tomlinson, que trabaja en el sector del comercio electrónico y tiene 28 años, ahorró diligentemente junto a su pareja mientras vivían de alquiler en Sandbach con vistas a poder comprar su propia casa este año, una ambición que se ha visto frustrada por fuerzas que escapan a su control.

La estampida posterior al confinamiento en busca de casas más grandes fuera de las zonas urbanas y el teletrabajo han desencadenado un nuevo auge en el mercado inmobiliario británico, especialmente en zonas como Sandbach, una pequeña ciudad rural rodeada por las ondulantes llanuras de Cheshire.

Aunque esta huida hacia el mundo rural no es un fenómeno exclusivo de Reino Unido, la decisión gubernamental de suspender los impuestos a la compra de propiedades residenciales hasta abril de 2021 ha revolucionado el mercado.

Ahora los precios de la vivienda han aumentado hasta niveles récord, alrededor de un 3-4% por encima de su nivel prepandémico. Esta tendencia contrasta con el maltrecho estado de la economía, que va camino de su mayor contracción anual en unos 100 años.

El mercado de la vivienda ha sido una de las manifestaciones más duras de la desigualdad social y económica en Reino Unido durante muchos años, y los compradores primerizos como Tomlinson ya se enfrentaban a una tarea difícil a la hora de ascender en el escalafón inmobiliario.

Ahora, la intensificación de la competencia y el aumento de los precios durante la pandemia, que coinciden con una reducción inminente de un antiguo plan de apoyo estatal para los compradores nuevos, hacen casi imposible que muchas personas puedan permitirse ser propietarios de su casa.

"Es muy decepcionante", dijo Tomlinson.

"Intentas seguir las recomendaciones, ser responsable financieramente y ahorrar suficiente dinero para pagar la entrada. Pero cuando intentas comprar una casa en cualquier lado, te das cuenta de que el sistema está roto."

La semana pasada el sitio web inmobiliario Rightmove dijo que los precios promedio de las casas de tres o cuatro dormitorios alcanzaron un récord en Reino Unido durante el mes de septiembre.

"Necesitar más espacio siempre ha sido la razón más popular para mudarse, pero ahora hay una nueva urgencia de espacio extra para poder trabajar desde casa", dijo Tim Bannister, director de datos de inmuebles de Rightmove.

"Los compradores (están) compitiendo por el mismo tipo de propiedad."

TENER O NO TENER

El mercado inmobiliario británico ha sido desde hace mucho tiempo una historia de ganadores y perdedores. Ahora es probable que la pandemia de coronavirus profundice el papel del sector como factor de desigualdad.

La tasa de viviendas en propiedad entre las personas de 25 a 34 años de edad ha disminuido drásticamente en las últimas décadas, del 67% en 1991 a alrededor del 40% en la actualidad, según datos oficiales.

Hace seis años, Reino Unido trató de impulsar la propiedad de la vivienda a través de un programa de préstamos avalados por el Estado, denominado "Help to Buy", para viviendas de nueva construcción con un valor de hasta 600.000 libras (770.000 dólares).

Tomlinson consideró seriamente recurrir a "Help to Buy", pero descubrió que el programa iba a ser recortado significativamente en marzo, cuando el tope de precio de 600.000 libras se reducirá a solo 224.400 libras para el noroeste de Inglaterra.

Dado que el precio medio de una casa nueva en Cheshire East es de unas 330.000 libras, las posibilidades de encontrar una casa en Sandbach con derecho a recibir la ayuda parecen escasas.

En la actualidad, es cada vez más probable que los compradores de viviendas provengan de familias ya acomodadas.

Un estudio reciente de la compañía de seguros Legal and General mostró que el 33% de los británicos que probablemente compren una casa en los próximos cinco años planean hacerlo con el respaldo financiero de sus padres, muy por encima del 19% de 2019.

Neil Wilson, director ejecutivo de Legal and General, dice que esto es un "síntoma de nuestro mercado inmobiliario roto".

"Desafortunadamente, no tenemos el lujo de contar con unos padres ricos para ayudarnos a comprar una casa", dijo Tomlinson.

El portal inmobiliario Zoopla dice que la proporción de casas compradas por compradores primerizos cayó en septiembre por primera vez en cinco años, probablemente debido a que las entidades crediticias comenzaron a retirar a principios de junio los productos hipotecarios en los que los compradores aportan una parte más baja de la compra y dependen en gran medida de la hipoteca.

FUTURO INCIERTO

Las perspectivas del mercado inmobiliario para el próximo año son difíciles de predecir, dadas las grandes incertidumbres que rodean a la pandemia de COVID-19.

Pero está claro que se está produciendo un aumento del desempleo. La tasa oficial en Reino Unido subió ligeramente al 4,1% en el periodo mayo-julio, y el Banco de Inglaterra ha pronosticado que alcanzará el 7,5% a finales de este año tras la finalización de las bajas temporales cubiertas por el Estado, equivalentes a los ERTE en España.

Los anteriores picos de desempleo, a principios de los años 90 y en la crisis financiera, provocaron fuertes caídas en los precios de la vivienda, y hay pocas razones para pensar que esta vez será una historia diferente.

El Banco de América apuntaba a una caída del 7% en los precios de la vivienda el próximo año, mientras que una encuesta de Reuters publicada el martes mostraba que los analistas esperaban que el aumento de este año se convirtiera en un estancamiento de los precios en 2021.

Sin embargo, una caída o una estabilización de los precios de la vivienda no necesariamente haría que el mercado fuera más igualitario y accesible.

Es probable que muchos trabajadores de los sectores de la alimentación, el alojamiento y la cultura se queden pronto sin empleo, ya que hay más probabilidades de que estos sectores contraten a gente más joven con salarios más bajos, muchos de los cuales ya han tenido dificultades para comprar una casa.

Por ahora, los posibles compradores de vivienda como Tomlinson se enfrentan a una larga espera para comprar su propia casa.

"Parece que estaremos alquilando durante algún tiempo", dijo.

(1 dólar = 0,7781 libras esterlinas)

(Información de Andy Bruce; editado por Mark John y Pravin Char; traducido por Tomás Cobos)