Pudo haber sido mi hijo: cómo reaccionaron los padres ante el crimen de Gesell

Los padres de Fernando Báez Sosa durante el entierro

Nieves Madariaga sintió una punzada en el pecho al ver en televisión que Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años, había sido asesinado a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell el sábado por la madrugada. Inmediatamente tomó el celular y le envió un mensaje a su hija: "¿Estás bien?".

"Miedo. Esa fue mi primera reacción sabiendo que Paloma estaba vacacionando en la misma ciudad. Ya se maneja sola y me genera impotencia no poder protegerla", cuenta. Ella fue una de las tantas madres y también padres que ante la trágica noticia se vieron conmocionados.

Helena García es madre de Catalina, que como tantos jóvenes de 18 años optó por veranear en Villa Gesell junto a su grupo de amigas porque sus conocidos iban ahí. "Cata había salido a ese mismo boliche esa noche. En cuanto vi las noticias me asusté mucho. En ella confío porque mantenemos una comunicación fluida pero uno no sabe con quién se puede llegar a cruzar. En cuanto me dijo que estaban bien, lo comuniqué en el grupo de WhatsApp que tenemos entre las madres de las chicas que viajaron", dice.

En torno a la tragedia, Beta Suárez, la reconocida influencer @mujer.madre.y.argentina compartió en su cuenta de Instagram una publicación con la frase "Silencio" que despertó una ola de repercusiones: "El dolor de esos padres no permite excusas chiquitas ni resiste ninguna defensa personal ni egoísta sobre lo buena gente que somos cada uno en su casa, sobre clubes, deportes y clases sociales. Esos padres devastados solo admiten que nos quedemos en SILENCIO revisando quiénes somos, qué hacemos frente al dolor del otro y, si tenemos hijos, a quiénes criamos".

Me desespera que un pibe que hasta hace un par de años ni viajaba solo en bondi pueda pegarle en la cabeza a un otro hasta matarlo. Pero más me desespera el mundo de gente alrededor que, por infinidad de motivos, no se mete para frenarlo. Ese es el abismo más grande. Son pocos los asesinos pero qué multitud de tibios que somos los que los rodeamos. - Claro que nadie tiene hijos para que maten o para que nos los maten, pero siento tanto ruido sobre este tema en todos lados... El dolor de esos padres no permite excusas chiquitas ni resiste ninguna defensa personal ni egoísta sobre lo buena gente que somos cada uno en su casa, sobre clubes, deportes y clases sociales. Esos padres devastados solo admiten que nos quedemos en SILENCIO revisando quiénes somos, qué hacemos frente al dolor del otro y, si tenemos hijos, a quiénes criamos. - Solo después de ese silencio humilde tal vez podamos decir, valientes, algo que no tenga que ver con nuestro ombligo. - Ojalá en una semana no nos hayamos olvidado. Ojalá no pensemos que "no tenemos nada que ver". Ojalá cada uno se haga cargo no solo de lo que le toca, sino de lo que, además, puede sumar. Ojalá no nos gane el miedo. Ojalá nos duela tanto que no perdamos la esperanza. Ojalá, rebeldes y amorosos, firmes y combativos, seamos todos más amables con los corazones y las causas de los que tenemos al lado. - #Argentina #justiciaporfernando #justiciaporfernandobaezsosa #fernandobaez #fernandobaezsosa #duelo

Una publicación compartida de Beta Suárez (@mujer.madre.y.argentina) el 20 Ene, 2020 a las 5:10 PST

Tras la cantidad de réplicas que tuvo el posteo, Beta Suárez dijo a LA NACION: "Me resultaba violento que cuando había padres velando a su hijo otros, padres estaban defendiendo el deporte que hace su hijo. Por eso sentí la necesidad de hablar del silencio. Por otro lado, el acto de mantenerse al margen ante hechos de violencia es un problema de fondo que nos invita a pensar. Lo mismo sucede en las escuelas cuando hay bullying y nadie interfiere. El texto se compartió mucho y no me asombra. Creo que Instagram puede ser un espacio de reflexión si uno se lo propone y se anima. Quienes tenemos voz más alta como comunicadores podemos iluminar algunos temas".

La terrible sensación de que "le podría haber pasado a su propio hijo" despertó innumerables reacciones a través de las redes sociales que se manifestaron en Twitter con el hashtag #justiciaxfernando. "Soy padre y la verdad esto que pasó con Fernando me está haciendo mal. No puedo imaginar el dolor de los familiares y amigos, lo que deben estar pasando, la desazón a la espera de que pasará. Ojalá vayan presos como tiene que ser y paguen por lo que hicieron", publicó a través de su cuenta @Luciano99782000.

En esa misma línea, @RebecaSlech escribió: "Que se haga viral esta mirada... Es la que tenemos cuando miramos a nuestros hijos con orgullo y amor, cuando los criamos y protegemos. Y un día te llaman y te dicen que lo mataron. Que se haga justicia! Arruinaron una familia".

Eduardo Arcangeli Arias agregó al respecto, a través de su cuenta: "No podemos seguir permitiendo que nuestros jóvenes sean asesinados".

"Lo que más me dolió es que Fernando Báez Sosa era de los nuestros. Chico de los que se arremangan si a la gurisada pobre le falta algo. Dicen que hasta los ayudaba con los deberes. Me hizo acordar a mi hijo, que quería ser misionero en África", escribió @RumbalPodio. Y la lista continúa.

Con un tono de indignación, que se evidencia en su voz, Nieves Madariaga agrega: "No puedo ni pensar en ponerme en los zapatos de esos padres que perdieron a su hijo ni tampoco en el lugar de los padres de los victimarios. Vivimos en una sociedad muy violenta y eso me entristece mucho. Se perdieron muchos valores que hacen a la convivencia. Cuando suceden cosas extremas como esta se toma algo de conciencia, pero creo que es un trabajo diario".

Para Susana Kuras Mauer, psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (Apdeba) y especialista en adolescencia, existe una falta de control en relación a lo que sucede en los espacios geográficos que funcionan como entornos de los boliches, por lo que la responsabilidad es, según explica, en gran parte social.

En el mismo sentido, opina que hay ciertos recaudos que los padres pueden tomar para evitar que sus hijos se expongan a situaciones de violencia. "Es fundamental que los jóvenes se críen con bordes claros e instituidos. Es muy distinto a lo que se conoce como "límites", que actúan como punitorios. Las reglas son ordenadoras de la vida mental y psíquica y habilitan a que los jóvenes internalicen hábitos responsables. Por eso los padres deben actuar como modelo y no transgredirlos tampoco. Esto no es algo puedan enseñarle de la noche a la mañana sino que se va construyendo desde el comienzo".

Las reglas son ordenadoras de la vida mental y psíquica y habilitan a que los jóvenes internalicen hábitos responsablesSusana Kuras Mauer

Asimismo, la especialista agrega que este hecho no debe caer en generalizaciones en torno al adolescente: "No todos los jóvenes son proclives a estos actos de violencia. Es importante que los padres mantengan una actitud de cuidado, contención y diálogo continuo con sus hijos. Deben estar atentos a los indicios que estos les transmiten para evitar que se vean envueltos en situaciones de agresión".

La marcha de velas que se hizo en Villa Gesell el lunes a la noche

"Mi hijo se fue a Gesell con sus amigos de rugby y me comentó que las situaciones de violencia son una constante en los boliches. La falta de controles y los desbordes son algo que se fue naturalizando en el ámbito de la noche por eso no me gustaría que vuelva a vacacionar ahí", dice Lucila Berretta.

En el posible caso de que los jóvenes se encuentren frente a una situación violenta, la especialista recomienda: "Un buen consejo es que los padres les digan a sus hijos que no busquen tener razón ante estas circunstancias, sino preocuparse por preservar su vida porque nunca se sabe como puede reaccionar otra persona".