La hazaña de Costa de Marfil en la Copa África: clasificación agónica, DT despedido, victoria por penales ante el vigente campeón y... futuro rival de Argentina
“No teníamos nada que perder”, dice Franck Kessié. El capitán de Costa de Marfil es casi un héroe nacional. Unos minutos antes, el mediocampista cuyo currículum incluye pasos por Atalanta, Milan y Barcelona había acertado el penal con el que su país, organizador de la Copa África, se clasificó para los octavos de final del torneo. Un pasaje con tintes heroicos: Los Elefantes habían perdido dos de los tres partidos de la etapa de grupos y se instalaron en la etapa eliminatoria sólo por haber sido uno de los mejores terceros. Les tocaba Senegal. Y Kessié anotó los dos disparos desde el manchón blanco que sellaron la historia: el primero, a cinco minutos del final que sirvió para igualar el marcador en uno. El segundo, para sentenciar la definición desde los doce pasos (5-4), luego de un alargue en el que no pasó nada.
Sí pasó, en cambio, en la sede de la Federación Marfileña de fútbol. En los últimos días, y sobre todo después de la estrepitosa caída por 4-0 ante Guinea Ecuatorial, sus dirigentes tomaron la decisión de despedir al entrenador Jean-Louis Gasset en medio del torneo y pese a que el equipo, aunque in extremis, estaba clasificado para la fase eliminatoria del torneo que organizaba. Sin miramientos, definieron su salida. Y el nombre de su supuesto reemplazante retumbó en todo el continente: Hervé Renard. Campeón africano con Zambia, primero (2012), y con la propia Costa de Marfil, después (2015), el rubio DT es invitado de honor en los partidos del actual torneo. Pero tiene trabajo en la selección femenina de Francia, que se prepara para los Juegos Olímpicos de París y la Liga de las Naciones. Por más que Renard (también ex DT de Arabia Saudita en Qatar 2022) luciera dispuesto a hacerse cargo del seleccionado marfileño, las autoridades francesas respondieron con un “no” rotundo.
La agencia AFP confirmó que el “préstamo” del DT sólo por la Copa África no corría. Entonces, los dirigentes marfileños debieron buscar contrarreloj un sustituto de Gasset, que se hiciera cargo del equipo y, sobre todo, de las críticas por la -a esa altura- más que probable eliminación ante la Senegal de Sadio Mané, vigente monarca del continente. El elegido fue Emerse Faé, de 40 años, un ex jugador de Niza y Nantes, en Francia, y de Reading, en Inglaterra. Contra todos los pronósticos, Faé lo hizo posible: Costa de Marfil se cargó al campeón y está entre los ocho mejores. Espera ahora por el ganador de Mali y Burkina Faso, que jugarán este mismo martes.
Kessié recuerda lo que ocurrió tras esa traumática fase de grupos: dos derrotas, apenas una victoria. Una vergüenza deportiva para un país que había invertido millones de dólares en la competencia. “Cuando terminás un partido como el de Guinea Ecuatorial, en el que te hacés insultar delante de tu público, en el que el estadio lleva el nombre del presidente... ahí es cuando lo sentimos. Es como si fuéramos los vendidos de la nación”, dice ante los micrófonos de BeIN Sports.
Y evoca lo que sintió el plantel marfileño tras la victoria -balsámica, necesaria- de Marruecos ante Zambia (1-0, resultado que les sirvió a los locales para clasificarse a la etapa eliminatoria del torneo): “Después de ver ese partido... no teníamos nada que perder. Como dice el refrán: ‘Un fantasma no puede tener miedo’”. A Kessié le asiste la razón: los Elefantes habían sido poco más que fantasmas en el torneo, su torneo. Y sobre las críticas que recibió el equipo, el mediocampista que ahora juega en Al-Ahli de Arabia Saudita agrega: “Son normales. Yo soy uno de los viejos y tengo que recibir las críticas para poder proteger a los más jóvenes. Las acepto para que nos permitan trabajar y llegar lo más lejos posible”, apunta.
Más tarde habla Faé, el hombre de la hazaña. Hasta la derrota contra Guinea Ecuatorial, el responsable de las decisiones era el entrenador principal, Gasset. Ahora, y con apenas 40 años, le toca a él hacerse cargo del equipo. Ni más ni menos que en un torneo ecuménico que su país organiza. Una responsabilidad gigante. “Hubo muchísima presión antes del partido. El día del encuentro estuvo siempre No pude dormir siesta como siempre, pensando en los diferentes escenarios posibles. Si dijera que no había presión, estaría mintiendo”, confiesa Faé tras la dramática victoria.
“Clasificarnos después de la victoria de Marruecos nos dio confianza. Vencimos a Senegal y los eliminamos: la moral es buena. Pero no debemos detenernos acá: tenemos que seguir trabajando. Hay que mantener esta moral y seguir jugando partido a partido”, postula el entrenador, todavía interino, que está a las puertas de la gran oportunidad de su vida. En la previa del partido con Senegal, Faé había calificado al encuentro como una “resurrección”. “Dios nos dio una segunda oportunidad, por lo que ahora tenemos la obligación de darlo todo” , había adelantado Fae. El equipo respondió y sigue adelante.
Rival de Argentina en China
Más allá de la continuidad en la Copa África, los futbolistas de Costa de Marfil recibieron en las últimas horas otra buena noticia deportiva: entre el 18 y el 26 de marzo (el día no está confirmado) se medirán contra Argentina en el Centro de Deportes Olímpicos de Hangzhou, China. Será el segundo de los dos partidos que el último campeón mundial, dirigido por Lionel Scaloni, afrontará en la doble fecha FIFA de marzo. Antes, el equipo albiceleste jugará ante otro rival africano: Nigeria, en el estadio de los Trabajadores de Beijing, allí donde se midió con Australia el 15 de junio del año pasado. Se trata de dos de las selecciones que ya están entre los mejores ocho del torneo continental.