Harris se posiciona como la voz del derecho al aborto en el gobierno de Biden

La vicepresidenta Kamala Harris habla con reporteros en el Capitolio en Washington, el miércoles 11 de mayo de 2022. (Shuran Huang/The New York Times)
La vicepresidenta Kamala Harris habla con reporteros en el Capitolio en Washington, el miércoles 11 de mayo de 2022. (Shuran Huang/The New York Times)

WASHINGTON — La semana pasada, con tan solo tres palabras, la vicepresidenta Kamala Harris se introdujo con firmeza en el pantanoso debate sobre el derecho al aborto, y tal vez al fin aprovechó un problema que es popular entre los votantes demócratas, se acopla a sus aptitudes y es crítico para el futuro de su partido.

“¿Cómo se atreven?”, exclamó.

Planteó su pregunta —expresada más como una declaración de indignación— durante un discurso ante Emily’s List, un grupo activista por el derecho al aborto, unas horas después de que se filtrara un proyecto de dictamen de la Corte Suprema que indicaba que al menos cinco de los jueces conservadores de la Corte estaban preparados para revocar el fallo del caso Roe contra Wade. Eso eliminaría el derecho constitucional a la privacidad que les ha garantizado a las mujeres acceso al aborto durante más de medio siglo.

“¿Cómo se atreven a decirle a una mujer lo que puede o no hacer con su propio cuerpo?”, preguntó Harris en la gala celebrada en Washington D. C. “¿Cómo se atreven a impedirle decidir sobre su propio futuro? ¿Cómo se atreven a intentar negarles a las mujeres sus derechos y libertades?”.

Desde aquel momento, Harris, la primera vicepresidenta de la nación y exfiscal de alto rango en California, ha sido de las voces más prominentes a favor del derecho al aborto en el gobierno de Joe Biden. El fin de semana, en un discurso de graduación, denunció lo que es vivir en un “mundo inestable” donde los estadounidenses se ven obligados a defender “el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo”. El miércoles, presidió el Senado cuando los republicanos bloquearon un intento demócrata de inscribir como ley las protecciones al aborto del caso Roe.

Y el jueves, Harris siguió pronunciándose en contra del proyecto de opinión durante un diálogo breve y público con reporteros que cubren temas de género y relativos a la mujer.

“Todos los estadounidenses deberían darse cuenta de que esto atenta contra la libertad de las mujeres. Y es un ataque que puede afectar a todos los estadounidenses”, declaró ante los periodistas. “Hay algunos líderes republicanos extremistas que claramente quieren castigar y penalizar a las mujeres. Y basta con ver algunas de las leyes que ya se han aprobado para saber que es verdad”.

Manifestantes a favor del derecho al aborto cerca de la Corte Suprema en Washington, el Día de las Madres, el domingo 8 de mayo de 2022. (Shuran Huang/The New York Times)
Manifestantes a favor del derecho al aborto cerca de la Corte Suprema en Washington, el Día de las Madres, el domingo 8 de mayo de 2022. (Shuran Huang/The New York Times)

Harris instó a las personas a “entender el poder que tienen” para acabar con las carreras de los políticos que se oponen al derecho al aborto.

“Invito a la gente a votar por candidatos que estén a favor del derecho a decidir a nivel local, estatal y federal”, afirmó. “Este es un momento para educar, comunicar y movilizar”.

La amenaza que enfrenta el derecho al aborto le presenta a Harris una oportunidad de recuperarse de los tropiezos políticos que tuvo durante su primer año en el cargo, incluido su involucramiento en dos de los debates más difíciles: inmigración y derecho a votar. El presidente Joe Biden suplió a Harris para asumir el mando en esos temas, los cuales siguen inmersos en polémica y dilación.

Ahora, Harris tiene la oportunidad de convertirse en la voz del gobierno en un tema que a su jefe le resulta complicado.

Biden, católico de toda la vida, se opuso al fallo del caso Roe a inicios de su carrera y no aceptó el derecho al aborto sino hasta más tarde. Pero sigue siendo improbable que lo promueva. Emitió una declaración firme la semana pasada, después de que Politico diera a conocer el proyecto de dictamen. Pero hasta ese momento jamás había dicho la palabra “aborto” en voz alta como presidente.

En cambio, Harris ha aprovechado varias oportunidades para hablar con franqueza sobre la posibilidad de que la Corte anule el fallo Roe. Los asistentes de la vicepresidenta afirman que pretende sacar el tema a colación con aún más agresividad en las próximas semanas, conforme se acerca el momento en que el tribunal supremo emitirá su decisión final sobre el caso, lo cual está previsto para finales de junio.

Algunas organizaciones por los derechos de las mujeres comentaron que este momento posiblemente histórico podría llevar al éxito o al fracaso de su legado como vicepresidenta.

“Este es el tipo de momento que forja líderes, así que yo creo que la pregunta que todos los líderes deberían hacerse ahora es: ¿De qué lado querían estar? ¿Dónde estaban cuando pasó esto?”, señaló Fatima Goss Graves, presidenta del Centro Nacional de Derecho de la Mujer. “Espero que todos en la Casa Blanca estén levantando la mano para sumarse”.

Para otros, el hecho de que Harris haya ocupado un vacío de liderazgo es un recordatorio incómodo de que no tiene mucha autoridad para poner en marcha ninguna propuesta política. Como vicepresidenta, ella también ha evitado decir la palabra aborto y la mayoría del tiempo ha obedecido las reglas de la Casa Blanca y otros líderes demócratas, delegando a los votantes la responsabilidad de actuar, según destacó Renee Bracey Sherman, fundadora y directora ejecutiva del grupo de justicia reproductiva We Testify.

“Me pregunto cuánto espacio le están dando en realidad para ser la mejor defensora de acceso al aborto que puede ser”, agregó Bracey Sherman. “Las mujeres negras están pidiendo un cambio y luego ver que una mujer negra es el rostro de la falta de liderazgo… es muy frustrante”.

Harris tiene un largo historial de enfocarse en temas de importancia particular para las mujeres. Fue fiscal de distrito en California, y luego fiscal general del estado. En su breve carrera en el Senado de Estados Unidos, Harris propuso una ley que se centraba en mejorar la salud materna. En otoño del año pasado, Harris recibió en la Casa Blanca para conversar a un grupo de activistas por el derecho al aborto y prestadores de servicios de aborto.

Mark Buell, uno de los primeros recaudadores de fondos de Harris desde su primera candidatura a la fiscalía de distrito en San Francisco, comentó que hasta ahora el gobierno de Biden no había aprovechado al máximo la experiencia jurídica de Harris al momento de definir sus funciones. Afirmó que ponerla en primer plano podría marcar un punto de inflexión para la vicepresidenta y darle una oportunidad de mover a la acción a los partidarios de Biden.

“Este es un área positiva que ella comprende a fondo y la Casa Blanca debería aprovechar los conocimientos que ella posee”. concluyó Buell.

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